Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1700

Capítulo 1700:

‘¿Quién sabe cuándo lograré vestirme si este hombre me ayuda? No es como si no lo hubiera hecho antes’.

“Vamos, déjame ayudarte”.

Haciendo oídos sordos, continuó tirando de la manta.

¿Cómo podía compararse la fuerza de una mujer con la de un hombre? Como resultado, le quitó la manta que cubría su cuerpo. Su pecho quedó descubierto antes sus ojos, revelando su hermosa figura.

La mirada de Jared se ensombreció al ver eso. Amber se sonrojó e intentó cubrirse los pechos con las manos, pero el hombre se las tomó y la lanzó contra la cama.

Sorprendida, Amber preguntó: “Jared, ¿Qué estás haciendo?”.

“No te muevas”, dijo con voz grave.

Desde que Amber se embarazó, se había contenido de tener intimidad con ella ya que le preocupaba su salud y los bebés en su vientre. Se había abstenido a sí mismo por un largo tiempo hasta ese momento en que solo la besaría.

No se había encontrado con una escena tan maravillosa nunca, ¿Cómo podía controlarse? Como la había visto, ¿Cómo podía suprimir su vigor por más tiempo?

Sus besos hicieron que Amber sintiera deseo. Sintiéndose avergonzada, lo empujó mientras escuchaba el movimiento de afuera, preocupada.

“¡Detente! Apresúrate y sal de encima mío o la Señora María nos verá”.

Jared no se movió; se presionó contra su pecho y dijo:

“María salió y no volverá pronto”.

“Incluso si no regresa pronto, si entra un médico o una enfermera, no será bueno”.

“No lo harán”.

Jared la observó y dijo sin prisa: “Golpearán la puerta antes de entrar. No entrarán de inmediato, así que no nos verán”.

En otras palabras, no la dejaría ir sin importar las excusas que pusiera.

Al final, le quitó la ropa con prisa, dejándola desnuda.

“¡Ay!”.

Sintiéndose aún más avergonzada, Amber intentó cubrirse de nuevo.

Al ver cómo se veía, Jared rio y comenzó a besarla. Dos horas después, logro su cometido de varias formas.

Amber tomó la toalla mojada que le entregó y se giró a sus espaldas para limpiarse mientras lo ignoraba. Jared sabía que había ido demasiado lejos y que fue su culpa perder el control.

“Cariño”.

Sentando al borde de la cama, la tomó en sus brazos con suavidad.

“No te enojes conmigo, ¿Está bien? No lo volveré a hacer la próxima vez”.

“¿La próxima vez?”.

A Amber le tembló el labio.

“Fue mi culpa haber perdido el control está vez”.

Enterró el rostro en su cuello.

“¿Qué te parece si me das unas bofetadas como castigo?”.

“Olvídalo”.

Amber sacudió la cabeza.

“¿Qué sentido tiene castigarte? No es como si pudiera volver atrás en el tiempo si hago eso”.

‘Tiene razón’, pensó Jared.

“Bueno, entonces, ¿Qué quieres hacer para no estar enfadada conmigo?”, preguntó mientras le besaba la mejilla.

Amber quitó su mano.

“Aléjate de mí y deja de presionarte contra mi cuerpo; así dejaré de estar enfadada en algún momento”.

‘Este hombre es insaciable. Si lo dejo acercarse a mí, comenzara de nuevo’.

Al entender lo que estaba pensando, dijo entre risas:

“Muy bien; te prepararé un baño”.

Amber le indicó que se apresurara con un movimiento de mano. Como se sentía pegajosa, también quería limpiarse. El baño estuvo listo pronto, por lo que Jared regresó y la llevó al tocador.

Colocándola en la tina, le dijo con voz suave: “Llámame cuando termines. Vendré y te llevaré a la habitación”.

“Bueno”, respondió Amber mientras se sujetaba del borde de la tina para no caerse.

Jared la peinó y salió. Amber se apoyó en el masajeador de la tina mientras disfrutaba del baño. Por otro lado, Jared estaba tendiendo la cama de la habitación.

Debía deshacerse de las huellas de su encuentro amoroso antes de que María regresara para que no supiera lo que habían hecho. Por otro lado, lo castigaría si se enteraba de que había tenido relaciones con Amber mientras estaba embarazada.

Ya tenía treinta y un años, así que sería vergonzoso si lo reprendían; además, Amber se reiría de él por eso; por ende, debía deshacerse de la evidencia.

Jared hizo la cama con rapidez. En unos pocos minutos, la cama de hospital se veía como nueva, mientras, lanzó las sábanas usadas a la basura para que se las llevaran en un rato.

Al ver que todo estaba tan perfecto, María no se percató de lo que habían hecho en secreto durante su ausencia cuando regresó; sin embargo, Amber se sintió bastante avergonzada.

Después de todo, había estado con Jared a pesar de estar embarazada. Si los demás se enteraban, pensarían que estaba ansiosa por tener se%o o algo así.

En realidad, María no se enteró de nada, pero el semblante poco natural de Amber la dejó en evidencia. Apoyando lo que traía en la mano, miró a Amber antes de observar a Jared, que estaba de pie a un lado sonriendo; entonces, les preguntó confundida:

“Joven Amo Jared, Señorita Amber, ¿Qué les sucede? Siento que sucedió algo entre ustedes. En particular la Señorita Amber que está sonrojada con la cabeza gacha. Señorita Amber, ¿El Joven Amo Jared la está molestando?”, se apresuró a preguntar.

Amber levantó la cabeza y la sacudió.

“No, no me molestó”.

“¿Por qué está tan sonrojada entonces?”.

Amber abrió la boca para hablar, pero no pudo decir nada. Al final, Jared la abrazó de los hombros y tosió.

“Sí, la molesté. Bueno, en realidad si la molesté en cierta forma, pero no de la manera literal”.

María no entendió lo que quería decir.

Con la idea de que había molestado a Amber de verdad, lo miró, enojada.

“Joven Amo Jared, ¿Cómo pudo hacer eso? ¿Cómo pudo molestar a la Señorita Amber cuando está embarazada? Usted…”.

“No se enoje, Señora María. Estoy bien ahora”, explicó Amber mientras sacudía la cabeza para tranquilizarla.

“Señorita Amber, no tiene que defenderlo”.

Le frunció el ceño a Jared.

“Solo dígame como la molestó y la ayudaré a darle una lección. Si no puedo hacerlo; le diré la Gran Señora Farrell y la dejaré que se encargue ella”.

“Ehh…”.

A Amber le tembló el labio.

‘Me está dejando al descubierto, ¿No? ¿Cómo puedo explicarle cómo Jared se aprovechó de mí?’.

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