Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1658

Capítulo 1658:

“Y-yo no lo valía ¿No es así?”.

Se mordió el labio.

“No digas eso”.

Jared le dio una palmadita en el hombro.

“Para ella, eras su nieta; la continuación de su legado. Eras la niña que más esperaba. A sus ojos, todo con respecto a ti lo valía. No habría trabajado tan duro de otra manera. Fuiste lo mejor que le paso”.

“Tiene razón”.

Tadeo asintió también.

“Esperaba con ansias tu nacimiento. Incluso desde que te concebimos, veía que sonreía. Después de todo, había pasado una década desde la última vez que lo hizo. También sabía que se estaba enfermando y que moriría en cualquier momento. Es por eso que lo hizo. No debes sentirte mal o culpable”.

Amber cerró los ojos y una lágrima se deslizó por su majilla. Era el destino de la mujer que nunca había conocido y que la amaba tanto.

“Entonces… ¿Es verdad que me parezco a ella?”, pregunto, girándose hacia Tadeo con los ojos rojos.

Él murmuró de manera afirmativa: “Es verdad. No te mentiría. Tu perfil es exactamente igual al de ella. Tengo una foto aquí”.

Después, mostró una foto en su teléfono.

“Aquí hay algunas fotos de ella cuando vivía. Míralas”.

Abrió grande la boca ya que no sabía si debía ver las fotos. Nunca había visto a Paulina antes; el ofrecimiento repentino de ver sus fotografías hizo que perdiera todo el coraje.

“Míralas”, le dijo Jared.

“No es como los demás. En verdad te amaba y nunca hizo nada para perjudicarte. Vamos, mírala”.

Sus palabras motivaron a Amber, haciendo que se acercara a Tadeo. Quizá en verdad quería ver las fotos, pero había tanto odio asociado a ellos que estaba confundida.

Por ende, cuando alguien dio un paso adelante para incentivarla, supo que hacer.

A Tadeo le temblaron los dedos ya que se entusiasmó cuando vio que Amber se acercaba a él. Su mirada ardía con amor cuando la miró. Su hija había decidido acercarse a él.

“Amb”.

Tadeo la llamó con tono cariñoso.

Ella evitó su mirada y tomo el teléfono. La primera foto que vio en la pantalla fue la de una mujer anciana sin expresión alguna. Aunque el rostro de Paulina era indiferente, no se veía mala o calculadora.

En cambio, Amber pudo ver un brillo de ternura en su mirada. ¿Esa era Paulina García, la abuela de Amber? La mujer en la foto parecía tener cerca de setenta años y estaba sentada en una silla de madera.

Se sentaba derecha y reflejaba cierta grandiosidad, lo que le indicó que era una mujer nacida y criada en una familia rica y poderosa. A pesar de su edad, no se veía frágil. Amber incluso pudo notar que había sido hermosa cuando era joven.

“Es hermosa”.

Jared se había puesto atrás de ella y miró la foto por sobre su hombro.

Por alguna razón, su comentario hizo que se sintiera orgullosa. Por supuesto que era hermosa; Paulina era su abuela. Sin embargo, se percató de que, aunque la mujer era supuestamente su abuela, no tenía recuerdos de la mujer. Eso la dejó sin palabras.

“Si, lo es”, respondió con tranquilidad.

“Las dos se parecen mucho”.

Jared miró la foto una vez más antes de mirar el rostro de Amber.

“Ahora sé cómo te veras cuando seas mayor”.

Ella sujetó el teléfono al lado de su rostro.

“Dijiste que me parecía a ella. Eso significa que me veré así cuando sea mayor, ¿No es cierto?”.

“Si, ambas son igual de hermosas”, respondió Jared, riéndose.

Se sonrojó y lo miró, enfadada antes de volver su atención a la foto y acariciarla con el dedo. Mientras más la observaba, más cercana se sentía a la mujer. Eso quizá se debía a su sangre. Tadeo miró a los dos con admiración.

Jared parecía amar a Amber tanto como él así que no debía preocuparse de que nadie la molestara después de que muriera. Jared la amaría y protegería por el resto de su vida.

“También tengo una foto de tu abuelo. Si te interesa, puedo mostrártela”, dijo Tadeo de manera abrupta.

Amber se sorprendió. Tadeo incluso tenía una fotografía de su abuelo. Tenía una idea de cómo era Paulina después de escuchar cómo hablaban de ella; sin embargo, no sabía nada de él.

Al darse cuenta, Tadeo dijo: “Falleció hace varios años. Yo tenía alrededor de diez cuando sucedió. A pesar del tiempo, sigo teniendo sus fotos de ese entonces. Si no fuera por ellas, me habría olvidado de él; es por eso que no puedo contarte qué clase de hombre era. Después de todo, falleció muy joven y no sabía mucho de él. Lo único que sé es que era alguien que trataba a los jóvenes bien”.

“Oh… ¿Ah sí?”, murmuró despacio mientras sus dedos comenzaban a deslizarle por el teléfono hasta que encontró una foto borrosa.

En ella había un hombre que utilizaba vestimentas típicas de mil novecientos sesenta. Parecía muy joven; quizá en sus veinte y estaba sentado derecho mientras le sonreía con felicidad a la cámara. Se parecía mucho a Tadeo; ese debía ser su padre, es decir su abuelo.

Era la primera vez que Jared veía una foto de Estanislao García, también conocido como el Gran Señor García. Después de unos segundos mirándolo, asintió.

“Con razón eres tan hermosa. Tus abuelos eran muy apuestos”.

Estaba alabando a Amber. Ella se sonrojó.

“No me digas esas cosas”.

“Te digo la verdad”.

Levantó la barbilla.

“Nuestro hijo será incluso más hermoso”.

Amber estaba segura de eso también.

Jared y ella eran muy atractivos; el niño heredaría ambos genes y se vería aún mejor. Le devolvió el teléfono a Tadeo y se sujetó la barriga.

“¿Ya viste las fotos?”.

Aceptó el teléfono con las manos temblorosas.

“Vi todo lo que necesitaba. No hay nada más”, respondió, tranquila.

“Tengo muchas fotos de ti como bebé”.

Tadeo suspiró.

“¿Estás segura de que no quieres verlas?”.

“Como un bebé…”.

Amber se mordió el labio.

No esperaba que hubiera fotos de ella en el teléfono.

Antes de que pudiera responder, Jared dijo: “Nunca vi tus fotos de bebé”.

Tadeo se apresuró a darle el teléfono a Jared. De pronto, quiso suspirar. Sabía que Jared había sido hipnotizado por Tania; nunca pensó que volvería a ser amigo de los Farrell, pero, en ese momento, no era capaz de hacerlo.

Eso fue hasta que un día Tania le contó que estaba saliendo con Jared. Él no lo podía creer; después de todo, había un gran abismo entre los García y los Farrell en cuanto a la posición social. Tania nunca había podido interactuar con Jared, así que ¿Cómo habían terminado juntos?

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