Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1624

Capítulo 1624:

“Ella quería que Amber le donara un riñón a Tadeo para salvarlo; encontró una manera de escabullirse disfrazada de enfermera para entrar a la habitación. Le contó todo a Hojita, por eso se alteró tanto que se desplomó y tuvo complicaciones con el embarazo”.

“¿Ella lo hizo?”.

Cole apretó los puños y miró a Jared.

“Dime que la has atrapado y que no se ha escapado”.

“¿Crees que no voy a ir tras la persona que le hizo esto a mi esposa?”, respondió mientras miraba a Cole como si fuera idiota.

Incluso aunque Rita hubiera logrado escaparse, habría enviado a sus hombres para que la atraparan; Tamara no tenía la ayuda que tuvo Tania. Cole exhaló al escuchar que la había capturado, pero aún tenía una mirada sombría y mordaz.

“¿Dónde está? Quiero destrozarla”.

No lograba calmarse, aunque lo intentaba.

“No es necesario apresurarse. Lo más importante ahora es Hojita. Se verá afectada tanto psicológica como emocionalmente por enterarse que es hija de Tadeo; incluso podría intentar s%icidarse. Después de todo, está entre su idea de vengar a los Reyes y la vida de su padre biológico; podría elegir escapar de todo esto lastimándose. Por eso llamé a la Señora Lara, quiero que ella hable con Amber y la consuele para que pueda tolerar esta situación terrible”.

“Necesitamos a mi madre; Amb confía mucho en ella y la trata como si fuera su madre. Sería grandioso que viniera a visitarla; no te preocupes, le diré lo que ha ocurrido y le diré que venga lo antes posible. También hablaré con Amb”.

En una situación como esa, Cole no tenía intenciones de enfrentarse con Jared. ¿Por qué querría atacarlo si la vida de Amber estaba en peligro? Ella era más importante.

“Gracias”, contestó.

“No necesitas agradecerme; hago esto por Amb. ¿Puedes decirme dónde está esa mujer? Ya que Amb aún no despierta, iré a darle una lección”.

“Le diré a alguien que te lleve, pero recuerda que ella debe continuar con vida. Aún quiero vengarme de ella”, advirtió Jared.

“No es necesario que me lo recuerdes”.

Jared no dijo una palabra más; sacó su teléfono y llamó a un guardaespaldas para que se llevara a Cole. El hombre se quedó de pie allí por un instante y regresó a la habitación.

Amber aún no había despertado. María le estaba lavando el rostro y lo saludó al verlo. El hombre le sacó la toalla de las manos.

“Yo lo haré”.

“De acuerdo”, asintió.

Sabía que estaba atravesando un mal momento y que se sentía culpable por no haber protegido a Amber, así que quería remediarlo. María suspiró y retrocedió algunos pasos.

“¿Dónde está el Señor Lara?”.

“Fue a darle una lección a esa mujer”, respondió mientras limpiaba con cuidado el rostro de su esposa.

“¡Esa mujer es despreciable! Se lo merece”, exclamó.

El hombre no le respondió, continuó limpiando el rostro y las manos de Amber; solo le prestaba atención a ella. Cuando termino, le pasó la toalla y el lavabo a María para que lo limpiara.

Al agarrarlo, la mujer notó lo cansado que estaba.

“No se sabe cuándo despertará. ¿Por qué mejor no descansa un poco, Joven Amo Jared? No puede esperar hasta que despierte; ¿Y si lo hace mañana? Si continúa así, tendrá problemas de salud. No olvide que aún no está recuperado por completo y estoy segura de que la Señorita Amber se sentirá mal y culpable si se despierta y lo ve así”.

Jared sabía muy bien lo que debía hacer, pero no quería dormir; no podría relajarse hasta que la viera despierta. María supo por qué él se negaba a descansar e intentó convencerlo una vez más.

“Tengo una idea, joven amo. Me quedaré a su lado todo el tiempo; estoy en mejor estado que usted. No puede esperar aquí, pero yo sí, así que me sentaré a aquí. Puede dormir a su lado, así, en cuanto ella despierte, usted lo hará también.”

Jared dudó un instante, pero aceptó. Después de todo, ¿Qué podía hacer en su condición?

Había estado esperando algunas horas y ya tenía algunas complicaciones con su corazón.

Si continuaba así, podría tener problemas serios y, si eso ocurría, ¿Él se preocuparía por su esposa o sería Amber la que terminaría preocupándose por él?

“De acuerdo. Si es así, tendré que pedirte que te encargues de un asunto, María. Cole volverá en cualquier momento; por favor, pide una habitación para él. Si quiere esperar a que Hojita despierte, permítaselo. Si no lo hace, puede irse y lo llamaré después”, ordenó.

“De acuerdo, Joven Amo Jared. Lo hare; puede descansar tranquilo”.

El hombre hizo un sonido a modo de respuesta y apoyó la cabeza en el borde de la cama de su esposa; mientras le acariciaba la mano, se quedó dormido. No se despertó hasta la noche.

Amber sentía como si hubiera estado en un largo sueño. En él, ella se sentía angustiada y deprimida, pero, cuando despertó, no podía recordar sobre qué se trataba. Cuando abrió los ojos, tuvo una sensación fría en el rostro y supo que había llorado en la realidad y no solo en su sueño.

“Ay”, gimió molesta mientras se movía un poco.

María estaba escribiendo junto a la cama; al escucharla, levantó de inmediato la mirada. Al verla despierta, se emocionó.

“Está despierta, Señorita Amber”.

Antes de que ella pudiera responder, la mujer despertó a Jared.

“Despierte, joven amo. ¡Amber ha despertado!”.

Jared se despertó en cuanto María lo llamó; cuando escuchó que Amber estaba despierta, levantó la cabeza de inmediato.

Los ojos de Amber estaban bien abiertos, pero parecía estar desconcertada porque tenía las pupilas dilatadas y tenía la mirada perdida. Jared le tocó el rostro mientras le hablaba con ternura.

“Cariño”.

Eso llamó la atención de Amber; recobró los sentidos y le brillaron los ojos. Giró la cabeza para verlo y le habló con voz débil.

“¿Q-qué me sucedió?”.

Jared la ayudó a sentarse y le colocó una almohada en la espalda para que estuviera cómoda.

“Tamara vino a verte; te alteraste por lo que te dijo y tuviste algunos síntomas de ab%rto”.

La mujer se quedó estupefacta cuando pensó en lo ocurrido y de repente recordó todo.

‘Eso es; es tal cual acaba de decirme. Tamara vino y me dijo que soy la hija biológica de Tadeo, Rita García’.

Ella no podía tolerar esa noticia y se obligó a reprimir sus emociones. No obstante, olvidó que su corazón no estaba en el mismo estado que antes y que no podía alterarse, por eso se desmayó y perjudicó al bebé. Aún podía recordar el dolor que sintió en el abdomen.

“¿Cómo está el bebé?”, se alteró y le agarró el brazo a Jared; tenía los ojos enrojecidos y le preguntó exasperada:

“¿Cómo está el bebé, Jared? ¿Lo… perdí?”.

Sintió tanto dolor que no creía que el bebé hubiera resultado ileso; había una alta probabilidad de haberlo perdido.

‘Si es así…’.

Estaba consternada y le aterraba siquiera pensar en esa posibilidad; comenzó a temblar de manera incontrolable. Jared, al verla, supo en lo que estaba pensando, así que la abrazó de inmediato para consolarla.

“No te preocupes; el bebé está bien. No hay ningún problema”.

“Así es, Señorita Amber. El doctor llego a tiempo, así que el bebé está bien”, explicó María.

Al escucharlos, logró calmarse; se relajó y dejó de pensar por un momento en lo ocurrido.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar