Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1580
Capítulo 1580:
Era impresionante escuchar a un niño hablar de forma tan elocuente sobre las relaciones entre adultos. David parpadeó con inocencia.
“¡Nadie! Eso se aprende de los programas de televisión”.
Leandro se quedó sin palabras ante la respuesta y David agregó: “Leandro, vamos. Dejemos a mi Tío Sergio solo; se lo merece. Si tan solo hubiera sido más valiente y hubiera ido tras la Tía Amber, podría haber tenido una oportunidad, pero no hizo nada. Entonces, tuvo cien por ciento de probabilidades de perder. Llorar por eso hace que se vea patético”.
“Tiene razón”.
Leandro tomó al niño en brazos.
“El Joven Amo Sergio es un cobarde. Si hubiera sido más valiente, ahora no estaría llorando. Dejémoslo en paz”.
Ambos ignoraron a Sergio y se marcharon en silencio.
Eso sucedió sin que Amber ni Jared lo supieran. Cuando este no recibió más notificaciones de Cole ni Sergio guardó su teléfono satisfecho. Para entonces, la noticia del matrimonio se había esparcido por Internet.
Los internautas se sorprendieron porque la noticia apareció de improvisto. Todos se preguntaban si había sucedido algo que provocó esa decisión repentina.
Las suposiciones y rumores cesaron un poco cuando el Grupo Farrell anunció que haría un sorteo. Los internautas acudieron en masa al evento porque estaban interesados en los regalos lujosos, los cuales incluían casas, autos, portátiles, bolsos e incluso dinero en efectivo.
Algunos concluyeron que el Grupo Farrell había gastado, al menos, quince millones para celebrar la boda del director ejecutivo como una forma de compartir la felicidad con todos.
La gente se apresuró a compartir el evento con la esperanza de ganar algo por su participación. Incluso si no ganaban una casa, ganar el segundo premio, que era un Mercedes Benz, sería asombroso.
Por lo tanto, los internautas estaban ocupados compartiendo el anuncio de la boda y dejaron sus felicitaciones en el sitio web del Grupo Farrell y en las redes sociales de Jared o Amber.
Esperaban que sus mensajes de felicitación bien escritos incrementaran las oportunidades de ganar el premio mayor.
Mientras los internautas celebraban, los empleados del Grupo Farrell y la Compañía Paradigma estaban igual de felices, dado que recibieron dinero y bolsas de regalos tras el anuncio de la boda.
Decenas de miles de empleados recibieron cada uno cientos de dólares, una cantidad que solo Jared Farrell podía darse el lujo de gastar.
Si fueran otros jefes, los empleados tendrían que considerarse afortunados de recibir algo.
De regreso en la Residencia Farrell, Rosa se enteró por María de la noticia de que Amber y Jared volvieron a casarse. Dado que estaba demasiado entusiasmada, no durmió la siesta y, en su lugar, llamó a la pareja y les preguntó sobre el repentino anuncio de la boda.
A fin de cuentas, recordó que Jared mencionó que Amber, quien deseaba enfocarse en obtener venganza, no planeaba casarse con él.
El plan había cambiado y se casaron antes de que Amber se vengara. Rosa no pudo evitar preguntarse si Jared la había obligado a cambiar de opinión.
Cuando la anciana lo llamó, a Amber le resultó divertida su conversación y se sintió mal por Jared. Ella tomó el teléfono y se ofreció a darle una breve explicación a Rosa, le dijo que el repentino cambio de planes no involucraba la coerción de Jared.
Al final, Rosa les creyó y dejó de molestar a su nieto.
Más tarde, la anciana los invitó a cenar en la Residencia Farrell. A pesar de que Amber y Jared no planeaban llevar a cabo una ceremonia, Rosa pensó que sería apropiado por lo menos celebrar el matrimonio con una cena familiar.
No obstante, Amber rechazó la invitación de manera educada con la excusa de que esa noche quería pasar algo de tiempo a solas con Jared.
Técnicamente, la pareja disfrutaba su tiempo en la habitación del hospital. Aun así, Rosa no sabía eso y se imaginó una cena romántica a la luz de las velas, razón por la cual aceptó enseguida la negativa de Amber.
Esta también le prometió a la anciana que regresarían a la Residencia Farrell en Año Nuevo para cenar con ella y agregó que le darían buenas noticias.
Rosa estaba encantada de escuchar eso. A pesar de que no sabía nada sobre la buena noticia, estaba lo bastante feliz de escuchar que pasarían Año Nuevo en casa.
Amber conversó con Rosa algo más de tiempo antes de cortar. Poco después, vibró el teléfono con una llamada de Tomás y se sorprendió al ver el identificador de llamadas.
Desde que se fue al extranjero para el Campeonato Mundial de Básquetbol Juvenil Sub 17, no había ido a casa durante medio año. Rara vez tenía tiempo para contactar a la familia y amigos debido a su agenda apretada. Por lo tanto, su llamada fue una sorpresa.
“Atiéndelo”.
Le entregó el teléfono a Jared, quien negó con la cabeza: “Él te llamó. Deberías atenderlo”.
Ella no tuvo más remedio que atender la llamada.
“¿Hola?”.
“Amber”.
Ella se sobresaltó un poco cuando escuchó la voz ronca de Tomás.
‘¿Todavía le está cambiando la voz? Suena terrible’.
Jared escuchó la voz de su hermano y giró la cabeza con disgusto. Se resistía a admitir que Tomás era su hermano.
“Amber, ¿Me estás ignorando?”.
El alegre adolescente sonaba bastante deplorable cuando no recibió respuesta.
Ella se masajeó las sienes y respondió: “Oye, lo siento, me quedé algo impactada por tu voz. Pensé que era el graznido de un pato. Me tomó algo de tiempo darme cuenta de que eras tú”.
“¡Amber!”.
El joven se escuchó aún más miserable e hizo una mueca de tristeza.
“¡No soy un pato! Todavía me está cambiando la voz, por eso es algo desagradable. Sin embargo, no deberías decir que sueno como un pato”.
Ella sofocó la risa.
“Lo siento. Te estaba fastidiando. ¿Qué sucede?”.
“Termine con los campeonatos y esta noche regreso a casa”.
Sonrió.
“Vi las noticias de que volvieron a casarse cuando recuperé mi teléfono. Esto es lo primero que hago; te estoy llamando para verificar si es verdad”.
“La compañía de Jared emitió un comunicado en las noticias. ¿Qué piensas?”.
Ella puso los ojos en blanco.
Tomás se rio.
“¡Excelente! Gracias por ser mi cuñada por segunda vez. Es probable que Jared se esté muriendo de la felicidad ahora, ¿No?”.
Ella arqueó una ceja.
“Está justo al lado mío. Si quieres verificar que está con vida, deberías hablar con él”0.
Le entregó el teléfono a Jared.
Eso provocó que Tomás se opusiera, dado que temblaba como un gato asustado.
“¡No! ¡Amber! No quiero hablar con él. Me preguntará sobre mis estudios y lo último que necesito es escuchar sus regaños”.
“Lo lamento, pero te escuché”.
El joven oyó el tono tajante de Jared del otro todo del teléfono y dio un grito ahogado.
“Maldición, ¿Cómo me escuchó?”.
Frunció el ceño.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar