Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1559
Capítulo 1559:
“Muy bien, aquí tienes tu recompensa”.
El esbozó una sonrisa; estaba claro que estaba satisfecho con su recompensa.
Después de que ella lo besó en la frente, él se apresuró a rodearla con los brazos para evitar que se enderezara. Amber se sobresaltó por un instante antes de darse cuenta de que ese desgraciado volvería a tentar a la suerte. A ella se le crisparon las comisuras de la boca de la desesperación.
“Jared, ¿Qué haces? Suéltame”, se quejó.
Tenía miedo de hacer algún movimiento brusco o de apartar los brazos por temor a abrirle la herida. No obstante, abrir una herida quirúrgica era un asunto sin importancia, pero, si afectaba su corazón, sería un problema.
Dado que no tenía otra opción, no tuvo más remedio que recostarse en sus brazos y pedirle que la soltara. Por otro lado, él sabía que ella no se atrevía a moverse, así que la abrazó con tranquilidad.
“No te dejaré ir. Hace tiempo que no te abrazo, así que déjame hacerlo un poco más”.
Respiró profundo mientras se acurrucaba en el cuello de Amber.
En seguida, el ligero aroma del cuerpo de la mujer hizo que Jared cerrara los ojos y la abrazara con más fuerza. Cuando Amber vio la forma en la que se comportaba el hombre, no pudo evitar sentir diversión y empatía por él.
Le dio una amable palmada en el hombro y dijo: “Solo podemos abrazarnos por poco tiempo, ¿De acuerdo? Cuando el tiempo se acabe, debes soltarme, ya que sería demasiado vergonzoso si la enfermera entra y nos ve así”.
Él murmuró de acuerdo. Por lo tanto, ella se inclinó y dejó que la abrazara. Sin embargo, se encontraba en una posición que la hacía sentir incómoda porque no podía acostarse arriba de él. A fin de cuentas, si lo hacía, se arriesgaría a abrirle las heridas y ejercería presión en su corazón.
Por consiguiente, Amber se apoyó con ambos brazos al costado de Jared para evitar que su cuerpo estuviera en contacto con el de él. Como consecuencia, enseguida se cansó porque tuvo que ejercer fuerza con los brazos y las piernas.
Incluso tenía la columna vertebral estirada y tensa al punto que llegaba a ser incómodo. Pronto, comenzó a sentir dolor en la cintura.
No obstante, no tenía intenciones de revelarle al hombre su incomodidad. De todos modos, él no podría abrazarla durante mucho tiempo, así que no tenía sentido decírselo.
En su lugar, dejó la tomara en brazos todo el tiempo que quisiera. A fin de cuentas, había pasado días en la cama del hospital con un aspecto patético. Dado que no había nada que Jared pudiera hacer, ella pensó que lo mejor para él era abrazarlo e intentar confortarlo.
Como había prometido, Jared liberó a Amber cuando se acabó el tiempo. Cuando ella sintió que la soltaba poco a poco, al final pudo enderezar la postura. Dado que había estado demasiado tiempo inclinada, escucho el sonido distintivo de la columna vertebral cuando se levantó.
Ella hizo una mueca en respuesta a la incomodidad, pero para evitar que Jared lo notara y se culpara, se apresuró a recobrar la compostura y le sonrió.
“Nada mal. No te negaste a soltarme en el tiempo acordado, ¡Buen trabajo!”.
Lo elogió con el pulgar hacia arriba.
Jared sonrió con suficiencia y dijo: “Entiendo que, si me negaba a dejarte ir, jamás me dejarías abrazarte de nuevo”.
“Entonces, ¿Eres obediente para abrazarme la próxima vez?”.
El comentario del hombre hizo que Amber frunciera el ceño.
Jared asintió de manera evasiva; eso era precisamente lo que tenía en mente.
“Oh, eres tan astuto”, comento ella riéndose por lo bajo.
A pesar de que Jared quería abrazarla, Amber estaba incómoda.
‘¿Que le sucederá a mi cintura si él continúa abrazándome mientras estoy inclinada?’.
Sin embargo, al ver la mirada expectante del hombre mientras parpadeaba, no pudo rechazarlo.
‘Olvídalo. No puedo soportar negárselo con esa expresión. Es solo un dolor de cintura y, en términos de incomodidad, no puedo compararme con él, que tiene que pasar todo el día en la cama’.
“Bien. Siempre y cuando me hagas caso, recibas tu tratamiento y dejes de tener ese comportamiento que nos hizo preocupar anoche, prometo abrazarte todos los días”, le aseguró.
Jared se sintió energizado al instante tras escucharla.
“¿Qué tal si me das otro beso? En lugar de besarme la frente o las mejillas, bésame en la boca”.
Se señalo los labios.
Amber se quedó perpleja.
“Qué codicioso. Ya prometí abrazarte todos los días y, ahora, ¿Intentas pedir besos? Sigue soñando, Jared Farrell. Si me pidieras que te bese la frente o las mejillas, podría acceder con facilidad, pero me pides que te dé un beso en la boca. ¿Crees que no sé qué es lo que tramas? ¿Y si te invade el deseo y comienzas a moverte cuando deberías hacer reposo y descansar? Ni lo sueñes y deja de lado esos pensamientos poco realistas”.
Él hizo una mueca de tristeza como respuesta a lo que ella dijo. De hecho, había estado preparado para que ella lo rechazara, pero jamás se hubiera imaginado que accedería a besarlo en la mejilla o la frente.
Puesto que había previste su rechazo si le pedía que lo besara, decidió apostarlo todo y le pidió que le diera un beso en la boca, ¿Quién sabía lo que sucedería? Jared se sentía agraviado por el esfuerzo anterior.
Si hubiera sabido que Amber accedería a besarlo en la frente o la mejilla, no la habría molestado diciéndole que estaba satisfecho con esos besos todos los días. En ese momento, solo logró obtener un abrazo y nada más.
“¿Puedo cambiar mi pedido?”.
Extendió la mano hacia ella y la miró de manera expectante.
“Ya no quiero un beso en la boca, ¿Puedo tener besos en la mejilla o en la frente?”, preguntó con cautela.
Si la otra parte era bondadosa, sin duda, accedería al instante, Por otro lado, ella estaba determinada a no dejar que él se saliera con la suya.
“No”.
Hizo una cruz con los brazos.
“Siempre quieres más. Una vez que acepte uno de tus pedidos, te aprovecharás, seguirás adelante y me harás otro pedido. Para terminar con ese mal hábito, no concederé ninguno de tus deseos esta vez. No te atrevas a utilizar esa mirada triste y expresión de agravio para atacarme, No cederé ante tus trucos”.
Jared cerró los ojos mientras emanaba un aura de decepción y desesperación. Amber estaba de pie junto a la cama del hospital y lo miró con desdén.
“No me mires así. No aceptaré de todos modos”.
“¿No podemos negociar?”.
Todavía no estaba listo para rendirse.
Amber sonrió y dijo: “Por supuesto… que no”.
No obstante, Jared estaba exasperado y no actuaba cuando Amber lo rechazo. Se percató de que ella hablaba en serio y no cedería sin importar lo que él dijera o hiciera. Enseguida, a él lo invadió la melancolía.
Sin embargo, ella abrió la boca de manera involuntaria mientras lo miraba.
‘¿Por qué parece tan abatido solo porque no acepté su pedido? ¿Por qué se comporta de manera tan coqueta después de enfermarse?’.
Se masajeó la frente y se sentía algo estupefacta.
‘Es entendible que los enfermos tengan una reputación terrible de ser los más molestos. Este desgraciado se comporta exactamente como los describen’.
“De acuerdo”.
Suspiró y extendió la mano para estrechar la de él.
“Sé bueno. Quizás considere darte otra recompensa como la de hoy”.
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