Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1540

Capítulo 1540:

“Dime”.

Era evidente que se preguntaba cómo se encontraba la fábrica. Había derramado sangre, sudor y lágrimas para construirla.

No solo viajó a varias partes del país y el extranjero, sino que también esperó un largo tiempo hasta que logró construir sus cimientos. No era una exageración decir que la fábrica era como su hija.

Era probable que todo lo que había allí había sido destruido por el fuego. Se desanimó al pensar eso.

Ben notó que su postura se veía alicaída e intentó consolarla.

“No se preocupe, Señorita Reed. La fábrica está bien”.

“¿La fábrica está… bien?”.

Amber se sorprendió y después se alegró.

“¿De verdad?”.

“Es verdad”.

El asintió.

“Como la fábrica tiene una estructura de metal, el fuego no se esparció en el interior de esta; sin embargo, los cables eléctricos y tuberías de agua fueron destruidos por el incendio. Las paredes externas de metal del edificio también quedaron negras por el fuego. Costará una fortuna arreglar el daño y quizá necesite reemplazar las paredes externas. Por supuesto, sabremos los detalles específicos cuando un arquitecto inspeccione el lugar”.

“Entonces, ¿Estás diciendo que solo el cableado, las tuberías y paredes externas quedaron dañadas? ¿El interior de la fábrica está bien? ¿Incluyendo la maquinaria? ¿La maquinaria no está dañada?”.

Apretó los puños con nerviosismo.

El asintió y le dijo: “Así es”.

“¡Es fantástico!”.

Estaba eufórica.

“Pensé que todo había desaparecido. ¡Qué suerte! No puedo creer que solo esas cosas hayan quedado dañadas”.

¿Qué era lo más importante en la fábrica?

La respuesta era la maquinaria pesada adentro de ella. En comparación con eso, las tuberías, el cableado y las paredes de metal externas no eran nada. Solo debía contratar a un plomero y electricista para reconectar y cambiar las tuberías y cables.

Lo mismo para las paredes; solo necesitaría de un equipo de construcción para reemplazarlas. En su opinión, eran asuntos sin importancia. El único problema era que las reparaciones le costarían mucho.

En comparación, tendría problemas más graves que eso si la maquinaria se hubiera incendiado.

No solo debería viajar al extranjero para volver a ordenar y comprar máquinas, sino que tendría que anotarse en una lista de espera del proveedor ya que tenía demasiados pedidos. El periodo de espera más corto era de varios meses, pero si no tenía suerte, quizá tendría que esperar uno o dos años.

En resumen, si se hubiera destruido la maquinaría, eso le costaría más que dinero; también su precioso tiempo.

Por eso, estaba muy agradecida de haber decidido construir la fábrica con una estructura de metal. De lo contrario, las pérdidas no serían mínimas.

“Señorita Reed, ¿Necesita que llame a un plomero, electricista y equipo de construcción para que comiencen a reparar los daños de la fábrica?”, preguntó Ben.

Amber sacudió la cabeza.

“No hay necesidad, Señor Ben. Déjeselo a Remi. Esa tarea no es difícil, así que no hay necesidad de molestarlo. Con Jared en su condición actual, asumo que todos los asuntos del Grupo Farrell recaen en usted. Ya está exhausto, así que no lo molestaré con asuntos sin importancia”.

“Muy bien”.

Asintió y no insistió ya que era verdad que estaba lleno de trabajo.

Ella hizo una mueca.

“¿El estado de Jared mejoró?”.

A decir verdad, sabía que su pregunta era tonta. Solo habían pasado unas horas; ¿Cómo mejoría la condición de Jared?

Sin embargo, no pudo resistirse de preguntar ya que esperaba un milagro. Solo quería quedarse tranquila.

Por supuesto que Ben sabía lo que pensaba, así que le respondió: “El Presidente Farrell mejoró un poco. Además, el electrocardiograma mostró que su estado se estabilizó. Ya no fluctúa tanto durante el día”.

“Bien. Eso es bueno”.

Asintió.

“¿No le informaste a la abuela sobre su estado?”.

“No le dije a la Anciana Señora Farrell”.

Sacudió la cabeza.

“Bien. Es mejor no contarle sobre esto. Su salud ha empeorado recientemente. Quizá el golpe la debilite si le decimos la verdad”.

Amber suspiró, cansada.

No deseaba escuchar que la Señora Murphy fallecía justo cuando el estado de Jared mejoraba. Eso sería demasiado cruel.

“No se preocupe, Señorita Reed. Me aseguré de ocultar la información de que usted y el Presidente Farrell estuvieron involucrados en el accidente. La Anciana Señora Farrell tiene poca energía estos días y vive encerrada en la mansión. No preguntará de novedades sobre usted o el Presidente Farrell con la gente de afuera, por lo que no es difícil ocultarle la verdad”.

En cuanto a Shonna… No había necesidad de preocuparse por ella. Como madrastra, no preguntaba por la situación de su hijastro. Eso solo haría que la criticaran los demás. No era como si no entendiera las sutilezas, así que no sería difícil ocultarle esos asuntos.

“Será mejor ocultar la verdad por ahora, pero ¿Cuándo llegará el corazón?”, preguntó, ansiosa.

Eso era lo que más le preocupaba. Quería que Jared tuviera la cirugía y recuperara su salud lo antes posible.

“No se preocupe, Señorita Reed. El corazón está en el extranjero. Nuestros hombres están apresurando el papeleo y deberíamos tener el procedimiento completo el día después de mañana. Por supuesto, haremos que lo traigan tan pronto terminen con el papeleo”.

Un brillo indiferente se reflejó en la mirada de Ben.

Desafortunadamente, Amber no pudo notarlo debido a su mala vista. Cuando escuchó que el corazón llegaría al país en dos días, suspiró aliviada.

“Bueno, Señorita Reed, no la molestaré más. Me iré ahora”.

Ben se giró y salió de la habitación. Tan pronto salió, se sorprendió de ver a Elías contra la pared afuera de la habitación.

“Doctor Lansdale”.

“¿Podemos hablar?”.

Elías lo miró sonriendo.

Ben asintió de forma cautelosa. Los dos encontraron un lugar tranquilo y se pararon enfrentados.

“Decidiste terminar con la vida del hombre”.

Elías esbozó una media sonrisa casi imperceptible.

Ben se acomodó los anteojos con incomodidad.

.

.

.