Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1504

Capítulo 1504:

“Creo que vi a la Señora Sheyla en la calle cuando estaba camino a la compañía que colabora con nosotros para llevarles unos documentos”, dijo Remi.

“¿Quién? ¿Sheyla?” Amber estaba sorprendida.

“Sí”. Remi asintió.

La expresión de Amber se tornó sombría.

“Remi, tienes que estar bromeando. ¿Por qué estaría aquí? ¿No está estudiando en el extranjero? No podría estar en este país, debiste haberte equivocado”.

Remi se mordió el labio.

“Pensé que había visto mal también, pero mientras más lo pienso, más estoy convencida. Trabaje con ella mucho tiempo; la conozco bien, así que estoy segura. No vi mal, era Sheyla. La llamé y no atendió, así que llamé a la compañía en la que supuestamente está trabajando. Y, adivine qué, Señorita Reed”.

“¿No está con ellos?” Amber entrecerró los ojos.

“Sí. Me dijeron que reclutaron a unos jóvenes este año, pero ninguno de ellos pertenece a nuestro país. La Señorita Dawson nos mintió; no está estudiando en el extranjero. Esa es la razón por la que estoy segura de que fue a ella a quien vi”.

“¿Cómo puede ser?” Amber frunció el ceño.

Remi sacudió la cabeza.

“No lo sé. Nadie sabe por qué Sheyla inventaría una mentira así”.

Amber se quedó en silencio por un momento.

“¿Qué calle fue?”

Remi le dijo a Amber el lugar a donde se la encontró, y Amber asintió.

“Entendido. Sé que estás preocupada por ella y por eso me cuentas esto. No te preocupes, déjamelo a mí. Investigaré qué está haciendo”.

“Confío en usted, Presidente Reed”. Remi le hizo una reverencia antes de salir de la sala.

Cuando se fue, Amber se masajeó las sienes y marcó el número de Jared. Decidió no enfocarse en el asunto de Sheyla en ese momento. Todos eran egoístas; aunque Sheyla era su amiga, el asunto de su novio era de mayor importancia para ella.

Además, podía lidiar con el tema de Sheyla más tarde. Le respondió de inmediato la voz melodiosa del hombre.

“¿Terminó la reunión?”

“Si”. Ella sonrió.

En el otro lado, Jared se reclinó en la silla mientras sujetaba el teléfono y giraba un bolígrafo costoso. Su postura demostraba que estaba relajado.

“¿Me llamaste por lo que está sucediendo en internet?” Podía ver a través de ella.

Amber sonrió.

“Sé que no puedo ocultarte nada. Sí, es sobre eso. Todos están diciendo lo cruel e insensible que eres. Un joven desagradecido que no se apiadó de su mentor. ¿No hablarás para defenderte?”

Jared miró el monitor frente a él y sonrió con desdén. Estaba al tanto de lo que sucedía en internet.

“No es necesario explicarle nada a esos idiotas. ¿Por qué no mostrar las pruebas y cerrarles la boca?” La lapicera golpeó el escritorio.

Amber sonrió.

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