Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1459

Capítulo 1459:

“¡Maldición! ¿Qué hizo que?” El plan de Norah la dejó boquiabierta.

“¿Quién les dijo a los guardias que los Jones tenían permitido dejar a personas entrar a la habitación?” Jared estaba furioso.

Consciente de que se habían equivocado, Ben respondió: “Solo dijo que no los dejáramos salir, presidente, pero no dijo que otras personas no podían entrar; así que Norah uso esa estrategia para escapar”.

“¿Así que es mi culpa?” Jared se enojaba más en cada segundo que pasaba, haciendo que Amber riera.

“¿El Señor Jones sigue ahí?”, preguntó Jared mientras se masajeaba la sien.

“Sí, esta”. Ben asintió. “Un solo camarero ingresó, así que solo Norah salió después. Como ella escapó, él debió quedarse”.

“Bien”, respondió Jared.

“De ahora en adelante, no quiero que nadie MÁS ingrese ni salga hasta que llegue ahí. Llévale comida y bebida al Señor Jones y haz que alguien lo controle cada diez minutos. Quiero que este sano y salvo”.

“Si, señor”. Ben asintió.

Él sabía que Jared no tenía intención de que el Señor Jones estuviera sano y salvo, sino que deseaba evitar que utilizara su vida para amenazar a alguien más.

“También, busca a dos personas más para que controlen la puerta y envía a quienes estaban allí a la academia de seguridad para mejorar sus habilidades. ¿De qué sirven si no pueden darse cuenta de que la prisionera salió por la puerta?” ordenó Jared entre dientes.

Ben también estaba de acuerdo con Jared.

Era hora de enviarlos a la academia ya que no pudieron darse cuenta de que Norah salió frente a ellos.

“Entendido. Lo haré de inmediato, pero Norah…”

“Ella seguro irá al banquete. Haz que alguien la busque” ordenó Jared.

“Sí, señor una cosa más”. Jared entrecerró los ojos.

Ben escuchó en silencio mientras Jared daba la orden.

“¿Makenna fue a Camelia?”, pregunto Ben, sorprendido.

“Es un hecho por verificar; así que esas son tus tareas futuras”, dijo Jared con indiferencia.

“Entendido, señor”. Ben se puso serio, “enviaré a nuestros hombres de inmediato, y a la capital también”.

Jared cortó la llamada mientras murmuraba; después apoyó el teléfono en la mesa y tomó la copa de vino. Sin embargo, Amber colocó la mano sobre la copa.

“No tomes más”, dijo mientras alejaba la copa. “Ya bebiste demasiado. Te emborracharás si sigues así. Bebe un poco de esto”.

Vertió la mitad de su jugo en otra copa y se la dio; él sonrió mientras miraba la copa de jugo.

“Muy bien, no más vino. Eres la jefa. Beberé esto”.

“¡Salud!” Dicho eso, comió algo de fruta con un tenedor exquisito y después se puso de pie.

“¿Qué estás haciendo?” Jared levantó la vista.

“Iré al tocador. He bebido demasiado jugo“, respondió Amber mientras tomaba su bolso.

“Iré contigo” sugirió Jared mientras bajaba la copa.

“¿Quieres ir al tocador de mujeres conmigo?” Puso los ojos en blanco.

“Esperaré afuera”, dijo mientras se ponía de pie.

“No es necesario”. A Amber le parecía ridículo. “No soy una niña que necesita que la cuiden. Además, hay tantas personas aquí. No se vería bien que alguien te viera afuera del tocador de mujeres. Bien, espérame aquí, volveré en un segundo”.

Entonces, se retiró hacia el baño. La mirada de Jared se tornó enigmática mientras la veía alejarse y tomó la copa de jugo para beber un sorbo.

.

.

.