Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1416
Capítulo 1416:
La más corpulenta, a la que Jared pateó, seguía en el suelo y se tomaba el vientre con agonía. Tenía la frente empapada de sudor e intentó levantarse varias veces, pero sentía dolor en el vientre cada vez que intentaba moverse, lo que hacía que palideciera cada vez más y volviera a recostarse.
Jared no se contuvo, ya que esa fue una patada sólida. De lo contrario, la mujer ya podría haberse levantado, puesto que una capa de grasa la protege. En el momento que la mujer corpulenta vio que Amber la observaba, permaneció inmóvil. Se quedó boquiabierta y con la voz temblorosa dijo: “S-Señorita Reed”.
Oh, me tiene miedo. Sonrió.
“Por favor, no me llames así. Soy una maldita para ti, ¿Recuerdas? Llámame así”.
Se… se burla de mí. La mujer corpulenta palideció al instante, en especial cuando Jared la fulminó con la mirada cuando escuchó el comentario sarcástico de Amber. Si hubiera podido desmayarse, lo habría hecho. No obstante, la mujer era fornida y, sin importar lo que hiciera, no podría desmayarse, así que forzó una sonrisa y en su voz se percibía el miedo.
“Es una buena broma, Señorita Reed. N-no la llamaría de esa manera.
Solo fue un… error. Perdóneme, por favor. Puedo hacer lo que sea”.
Si ella deja este asunto de lado, quizás el Señor Farrell también me deje ir.
“Con que fue una equivocación, ¿Eh?”
Ella redobló el sarcasmo y su sonrisa perdió la calidez. “No hay equivocaciones. Es solo una excusa por expresar tus verdaderos pensamientos. Me llamaste maldita porque crees que lo soy”.
La mujer corpulenta casi lloró, pero siguió negando con la cabeza.
“No, no, no, Señorita Reed. Eso no es cierto. Yo… yo…”. Siguió tartamudeando, pero no dijo nada mientras continuaba sudando.
Amber se rio entre dientes.
“¿Tú qué? ¿No puedes inventar una excusa? Lo supuse. Es porque no puedes pensar en una buena y jamás la encontrarás. Como dije, me llamaste maldita porque eso es lo que piensas de mí. Muy en el fondo lo sabes. Por eso no se te ocurrieron excusas, ¿Tengo razón?”
La mujer corpulenta miró a Amber, horrorizada. Intentó decir algo, pero ninguna palabra salió de su boca. Es aterradora. Comprendió todo. Lo que le dijo a Amber más temprano era lo que en verdad pensaba de ella. Sin importar qué clase de excusa se le ocurriera, sonaría falsa.
Incluso ella pensaba que lo que fuera que dijera sería mentira, sin mencionar los demás. La mujer se recostó, cada vez tenía menos fuerzas. Su amiga la miró con compasión y se alegró de que le doliera la boca. Tuvo suerte de que se le cayera la carilla dental así no podía decir nada, de lo contrario, también le habría dicho maldita a Amber. Me habrían pateado y Amber habría venido y me habría avergonzado aún más.
“Muy bien, es suficiente. Llamamos a los guardias de seguridad. Llegarán en cualquier momento, pero, antes de eso, dígannos por qué golpearon nuestra puerta”. Amber se cruzó de brazos.
Jared guardó el teléfono y la abrazó.
Él se mantuvo en silencio, pero su mera presencia hizo que las mujeres se rindieran. Ellas intercambiaron miradas. Supongo que tendremos que decir la verdad. Lo único que hicieron fue hablarle mal a Amber y Jared ya las iba a asesinar. Si se negaban a decir la verdad, podrían aparecer en el obituario una semana después.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar