Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1388

Capítulo 1388:

Era difícil que ella se quedara embarazada en dos años, pero no había garantías de que sucediera un milagro; por eso, usaban protección por precaución. Poner todo en manos del destino no era su estilo.

Al principio no usaban profiláctico porque pensaban que, hicieran lo que hicieran, no tendrían un hijo en dos años. Ese fue el diagnóstico del médico para Amber, pero cuando fueron a un control, Elias les dijo que esa evaluación no era un decreto absolute; aún podía quedarse embarazada, así que era mejor que usaran protección.

Desde entonces, nunca tuvieron relaciones se%uales sin cuidarse; por ello, Jared tenía su manera de abrir un paquete de profilácticos y era la misma forma en que abría los pañuelos desmaquillantes.

Se suponía que estos eran artículos comunes y corrientes, pero después de lo que él hizo, Amber no podía verlos de la misma manera de nuevo; tras pensar en eso, le hizo gracia. Por otro lado, el Señor Farrell no sabía lo que ella acababa de pensar, que, en ese momento, sacó unos pañuelos y contestó.

“Nunca tomé clases, pero vi cómo te maquillas. No sé todo, pero conozco algunos pasos y retocar el maquillaje es uno de esos. Solo se te ha ido el lápiz labial porque todo lo demás está intacto; lo único que tengo que hacer es volver a pintarte los labios.

“¿En serio?” Amber seguía dudando.

La soltó y señaló: “Compruébalo tú misma”.

“Claro”. Saltó del tocador y se dio vuelta para mirarse en el espejo.

El maquillaje y el cabello estaban bien, como le había prometido Jared, solo le faltaba el lápiz labial; todo lo demás estaba correcto. Veo que se contuvo. Se miró más de cerca y, al comprobar que su maquillaje estaba intacto, se dio vuelta feliz.

“Supongo que no eres un completo lujurioso, sabes cuándo contenerte”. Lo miró.

“Siempre sé cuándo contenerme”. Apretó la frente contra la suya y sonrió.

Amber se indignó.

“Yo lo haré”. El agitó la cabeza, pero insistió en volver a pintarle los labios.

Amber quiso hablar, pero la mirada determinante de Jared la detuvo. No podía negarse, sobre todo cuando estaba tan ansioso por demostrar que era capaz de hacerlo, así que asintió.

“Hazlo, entonces”.

Ella estaba reacia a decir que no siempre estaba tan entusiasmado por algo; solo esa mueca tierna ya era demasiado. Nadie rechazaría a alguien cuando le brillaban los ojos con expectación por algún asunto y menos cuando mostraban una mirada de lástima si los rechazaban.

No puedo decir que no a eso. Vaya, sabe dónde atacar. Se masajeó la sien y sonrió con indiferencia. Bien, puede hacerlo; arreglaré los detalles si él falla. Podré quitarme el maquillaje y volver a aplicármelo, si no puede hacerlo, tendré un motivo más del que reírme.

Jared notó la mirada de suficiencia de la joven; sabía lo que estaba pensando, aunque no permitiría que eso sucediera. Tras eso, le brillaron los ojos, pero se recompuso.

Como un artesano, levantó el pañuelo y limpió con delicadeza los labios de Amber; tenía que quitarle los restos del lápiz labial, pero no los estaba limpiando de cualquier forma como un aficionado. Comenzó por el labio superior y siguió hacia el inferior con un movimiento circular, dibujando la forma de sus labios.

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