Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1378
Capítulo 1378:
De inmediato, miró a Amber, quien frunció los labios y se mantuvo en silencio, ya que ella tampoco entendía. Si era el guardaespaldas de Cole, entonces ¿Por qué diría que es el vecino de Sheyla?
¿Podía ser que de verdad fuera el vecino, ya que vivía cerca de la casa de Sheyla mientras trabajaba como guardaespaldas de Cole de forma coincidente? Si bien era posible, era difícil que ese fuera el caso.
Por supuesto, podía haber otro motivo y era tal como lo había imaginado Remi; el hombre mentía. No era vecino de Sheyla, sino que era el guardaespaldas de Cole que había ido a buscar las pertenencias de la mujer por órdenes de él. De no ser así, ¿Cómo sería posible que Sheyla pudiera darle órdenes a los guardaespaldas de Cole? Después de todo, Cole la odiaba.
Si dejaba de lado la posibilidad de que le hubiera prestado el guardaespaldas, ellos ya no tenían relación, así que Sheyla no tendría las agallas de pedirle que enviara a alguien a que recogiera sus pertenencias.
¿Qué sucedía exactamente? Amber solo podía llamar a Cole o Sheyla para obtener una respuesta. Además, por algún motivo, tenía la sensación de que debia ser un secreto.
“¿Presidenta Reed?” Al ver que Amber estaba en trance, Remi no pudo evitar hacerle un gesto para llamarla.
A Amber le brillaron los ojos mientras recobraba los sentidos y luego le sonrió.
“No es nada. Llamaré a Cole y le preguntaré por qué su guardaespaldas recogió las pertenencias de Sheyla. Me pregunto qué es lo que está sucediendo”.
Remi asintió. Amber se dio vuelta y fue a su oficina. Después de sentarse, enseguida sacó el teléfono y llamó a Cole, quien contestó de inmediato.
“Hey, ¿A qué se debe la llamada repentina? ¿Me extrañas o algo así? Ja, ja. ¿De repente te diste cuenta de que soy mucho mejor, así que dejaste a Jared para estar conmigo?”, preguntó de forma casual.
Era evidente que Amber sabía que bromeaba y que no tenía intención de indagar de forma deliberada. Después de todo, sabía muy bien que nunca se separaría de Jared; al menos no por el momento. Había bromeado con ese asunto para molestarla un poco y Amber puso los ojos en blanco.
“Basta, Cole. Déjate de tonterías y ponte serio. Tengo algo de lo que hablar contigo”.
“Bien, dejaré de bromear, ¿Qué sucede?”
Al otro lado de la línea, Cole también estaba sentado en su oficina. Estaba recostado sobre la silla de forma perezosa y tenía los pies apoyados en el escritorio.
En cuanto escuchó que Amber tenía un tema serio del que hablar, enseguida cambió la posición perezosa y bajó los pies con rapidez para sentarse erguido.
“No es nada demasiado importante, pero es un asunto que me genera molestia si no logro averiguar qué sucede.
Amber se frotó el entrecejo mientras hablaba con un tono agobiado. Cuando la escuchó, enseguida se preocupó.
“¿Qué sucede, Amber? Dime.
Al ver que el problema que tenía podía convertirse en una molestia si no lo solucionaba, supuso que no debía ser un problema menor como había afirmado.
“Déjame preguntarte, Cole. ¿Enviaste a tu guardaespaldas a mi compañía para buscar las pertenencias de Sheyla?”
Cuando le pregunto, frunció los labios levemente.
Al otro lado de la línea, Cole quedó completamente paralizado. Después de esperar unos segundos en vano, Amber ya tenía la respuesta.
“Como era de esperar, tú se lo ordenaste.
Ese hombre mentía sobre ser el vecino de Sheyla; solo seguía tus órdenes, fingiendo serlo, así podía venir y llevarse sus pertenencias.
En el probable caso de que no le creyéramos, incluso le dijiste a la madre de Sheyla. Cole, qué hombre considerado que eres”.
Si no se hubiera dado cuenta de que ese hombre era su guardaespaldas, no habría sabido que él había planificado todo para llevarse sus pertenencias.
Después de un momento, Cole por fin pudo hablar: “Como ya lo sabes, no te engañaré más.
Sí envié al hombre y le informé a Sheyla y su madre al respecto. Lo hice porque…”
“Para que yo no sepa que fuiste tú quien lo mandó. Es por eso que complotaste con Sheyla y su madre para fingir y que yo creyera que era el vecino en vez de tu subordinado, ¿No?” La expresión de Amber era sombría.
Cole agachó la cabeza por la culpa que sentía.
“Si”.
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