Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1328

Capítulo 1328:

Amber se tragó las palabras que pensó para regañarlo y se sintió avergonzada de decir algo más. Afín de cuentas, verlo actuar de esa manera hizo que cediera de inmediato y las duras palabras que había pensado no pudieron salir de su boca. ¡Qué desgraciado!

En verdad estoy en la palma de su mano. Conoce mis debilidades, por eso me mira así a propósito para que me rinda. Buf….. Amber se sintió resignada, pero, al mismo tiempo, le pareció divertido. En ese momento, Jared le colocó la mano en la frente.

“¿Te dolió?”

Ella negó con la cabeza.

“No. A pesar de que tu pecho es algo firme, sigue siendo piel humana. ¿Qué tan doloroso podría ser? ¿Te lastimé?” Levantó la mirada hacia él bastante preocupada.

El hombre negó con la cabeza mientras sonreía.

“No”.

“Bueno, pero…”. Amber entrecerró los ojos mientras observaba el pecho descubierto del hombre y se le contrajeron las comisuras de los labios.

“Jared, ¿No puedes usar tu bata de manera apropiada? La compré especialmente para ti, ya que es una bata normal para que no tengas el pecho al descubierto. ¿Por qué no te ajustaste bien el cinturón y dejaste tu pecho expuesto? ¿Qué intentas hacer? Aunque la calefacción está encendida y no hace frío, aún es invierno. ¿No tienes miedo de resfriarte?”

Al escucharla, él bajó la cabeza para mirarse el pecho y una mirada traviesa destelló en sus ojos.

“No me resfriaré. En cuanto a por qué la uso así, ¿No puedes darte cuenta?”, respondió sonriendo.

“¿Darme cuenta de qué?” Ella levantó la cabeza y lo miró a los ojos. Justo entonces, se encontró con la pasión y el amor en ellos.

El corazón de la mujer comenzó a acelerarse.

¿Qué intenta hacer este maldito? ¿Por qué me mira así? Amber dio un paso atrás de manera inconsciente y sintió la necesidad de huir. Al mismo tiempo, cuando Jared vio lo que ella hacía, extendió la mano y la tomó de la cintura de inmediato, abrazándola.

“La uso así para mostrártelo. Es un servicio para ti”, dijo él en voz baja y ronca.

Lo sabía. Después de escuchar lo que dijo, esas dos palabras aparecieron en su mente; sabía que eso era lo significaba su mirada.

Buf, este maldito se excita en cualquier momento y lugar, intenta seducirme y quiere que me acueste con él. ¿Eso es lo único que tiene en mente cuando tiene algo de tiempo a solas? Lo miró fijo y lo sospechó. Levantó ambos brazos para apoyarse sobre los hombros de él mientras inclinaba la parte superior de su cuerpo hacia atrás para intentar distanciarse.

Ella no tenía otra opción, ya que Jared tenía el brazo alrededor de su cintura y ella no era tan fuerte para apartarlo. Por lo tanto, solo pudo utilizar ese método para alejarse.

“Nadie quiere tu servicio. Compórtate con seriedad, Jared”. Amber giró la cabeza a un lado, intentando no mirarlo.

Por su parte, Jared se rio por lo bajo cuando vio que la mujer se sonrojaba; incluso tenía las orejas rojas. Su risa se escuchaba intensa y erótica, al igual que el sonido de una viola. Era un festín para los oídos, lo que hizo que ella sintiera que había sido alcanzada por un rayo.

“¿Cómo que no soy serio? Siempre me comporto con seriedad”. Jared la miró a los ojos. “Soy muy serio”.

Amber le puso los ojos en blanco.

“¿Cómo? ¿Eres serio? ¿Te parece que esto es serio? Usas tu bata así a propósito para… para…”

“¿Para qué?” le preguntó con una mirada malvada.

¿Cómo ella iba a decir que la seducia? Si lo hacía, sin duda, él le preguntaría si se había sentido seducida. ¿Cómo voy a responderle?

Si decía que no, ¿Se volvería más loco y pensaría en otras formas de seducirla? ¿Y si contestaba que sí? ¿Aprovecharía la oportunidad para llevar la situación al siguiente nivel?

No hay respuesta correcta.

Al pensar en ello, cerró los ojos frustrada.

“Para nada. Suéltame, Jared. Quiero ir a darme una ducha.

Cuando preparaba el caldo, se le manchó la camisa con un poco de aceite, por lo que necesitaba cambiarse y darse una ducha lo antes posible; de lo contrario, no podría soportarlo. De alguna manera, se sentía bastante incómoda cuando tenía la camisa sucia.

Sin embargo, él no sería Jared Farrell si fuera demasiado obediente, por lo que aún abrazaba a Amber de la cintura con fuerza. Él bajó la cabeza y le tocó la frente a la mujer con la suya antes de preguntarle con voz grave: “Todavía no me respondes. ¿Para qué?”

Ella lo apartó.

“¿Por qué insistes en saberlo? Además, ya me olvidé lo que quería decir, así que no me sigas preguntando. No tendrás la respuesta que quieres”.

Fuera como fuera, ella no iba a decírselo. No obstante, Jared no se dejó engañar y suspiró con tristeza. Cómo quisiera que pudiera ser un poco más directa y me dijera lo que piensa.

“De acuerdo, ya no te volveré a preguntar. Te dejaré ir si eso quieres, pero primero debes responderme. ¿No te gusta lo que hago?”, dijo sonriendo con resignación.

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