Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1323
Capítulo 1323:
Aunque el propietario parecía hablar con Jared de manera despreocupada, en el fondo estaba nervioso. Para la gente común, la residencia en la Bahía de Kensington era un lugar donde vivía gente adinerada. La posición social adquirida para los que vivían allí tenía un valor de millones y miles de millones.
Sin embargo, la verdad era que no eran tan acaudalados porque para la gente con mucho dinero, ellos también eran gente común; por eso soñaban con relacionarse con personas adineradas.
Cuando llegara la ocasión, aprovecharían la oportunidad y elevarían su estatus para hacerse aún más pudientes. No obstante, con su posición social de ese momento, ninguna de las personas adineradas los reconocía. Los despreciaban y se negaban a relacionarse con esa gente, por lo que no sabían cómo interactuar con ellos.
Como ni siquiera podían entrar en contacto con las familias pudientes de menor rango, era imposible que conocieran a alguien como Jared, que pertenecía a una familia de un rango aún más alto. Por eso, apenas el propietario lo vio, no quiso perder la oportunidad de conocerlo.
Tras armarse de valor, el hombre bajó del auto y tomó la iniciativa de hablar con Jared. Aunque parecía tranquilo, por dentro sentía pánico; además, comenzó a arrepentirse de su decisión de hablar con él. ¿Y si el Presidente Farrell me ignora?
Sería muy vergonzoso que lo hiciera delante de todos. Bueno, está bien si me avergüenzo, pero ¿Y si se enfada porque lo interrumpí? Si ese es el caso, mi compañía…..
Mientras el hombre pensaba en ello, no pudo evitar tragar saliva con nerviosismo y se le tensó la sonrisa; además, empezó sudar.
Me estoy mostrando demasiado impulsivo, pensó angustiado, sobre todo al notar como Jared lo ignoraba apenas terminó de hablar.
Cuando vio que el Señor Farrell ni siquiera le dirigía la mirada, se puso aún más nervioso, por lo que, en ese instante, sintió que todo el mundo estaba esperando a que hiciera el ridículo.
En ese momento, el hombre se sintió tan avergonzado que deseó desaparecer de la faz de la tierra, ya que no podía moverse. Por suerte, Amber se dio cuenta de su situación incómoda y le palmeó suavemente la mano de su amado mientras le decía: “Alguien quiere hablar contigo, Jared”.
Después de que el hombre la oyó, se le iluminaron los ojos y la miró agradecido; incluso le hizo una reverencia, ya que la joven no solo lo estaba ayudando a llamar la atención de Jared recordándoselo, sino que también lo estaba sacando de aquella incómoda situación.
Sin embargo, el Señor Farrell siguió ignorando al hombre mientras miraba a Amber.
“No hace falta que les prestes atención, ya que no son personas importantes. Vamos a casa” le dijo con delicadeza tomándole las manos y, mientras hablaba, le acarició con suavidad el cabello.
Después de oírlo, Amber sonrió disculpándose ante el hombre y estaba a punto de marcharse con su amado. No obstante, el propietario los miró aturdido; al parecer estaba pensando en algo, pero dos segundos más tarde, salió de su trance y sonrió.
En ese momento, el nerviosismo desapareció y su rostro reflejó confianza; luego apretó los nudillos y miró a la pareja mientras hablaba tranquilo: “Parece que usted y la Señorita Reed están profundamente enamorados; me preguntaba por qué se quedaban en un lugar así. Ahora la respuesta está clara; está aquí por ella. No hay nada de qué sorprenderse, ya que es una mujer hermosa con buenos rasgos de personalidad. No me extraña que la quiera tanto; merece la pena que la ame y espero que sean felices para siempre”.
Mientras el hombre hablaba, Jared se detuvo de repente; Amber, por su parte, también hizo lo mismo y ladeó la cabeza mientras miraba a su amado. No obstante, no pudo ver su expresión ni lo que pensaba, ya que había bajado la cabeza.
Al mismo tiempo, el propietario también miró a Jared y se le aceleró el corazón.
El Presidente Farrell seguro me aceptará ahora, ¿Verdad? ¿Me dará la oportunidad de relacionarme con él? Estoy seguro de que tendré éxito si mantengo una buena relación. Que Dios me ayude si estoy en lo cierto con mi suposición, pensó un tanto nervioso.
Un momento después, vio que Jared se dio vuelta; aunque este no caminaba hacia él, ya le había clavado la mirada.
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