Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1295

Capítulo 1295:

Remi asintió en secreto y decidió no decirle a Amber que Cole también estaba enterado del asunto; pensó que no había necesidad de mencionarlo. Sea como sea, el Presidente Lyon jamás lastimaría a Sheyla. Al pensarlo, se sintió más tranquila y miró a Amber.

“Presidenta Reed, ¿Cree que mi suposición sobre el motivo de renuncia de Sheyla es acertada?”

“No lo sé, pero hay una posibilidad de que tengas razón,” La mujer tenía los labios fruncidos y una mirada de preocupación por Sheyla.

Amber no tenía muchas amigas y las únicas dos que tenía eran Sheyla y Rebeca. No obstante, Rebeca se había ido a Capital con Jeremy y no se habían contactado en meses. A pesar de que Amber intentó contactarla algunas veces, Rebeca jamás respondió.

Quizás estaba ocupada en su trabajo de guardaespaldas o Jeremy la había alejado de su lado y le había otorgado otra tarea en la cual no podía comunicarse libremente con otras personas. Después de todo, la última vez que Amber habló con ella, Rebeca mencionó que Jeremy aún no confiaba en ella y le prohibía que estuviera cerca de él.

En definitiva, al no poder contactarse con Rebeca, Amber no sabía en qué situación se encontraba Jeremy ni las circunstancias de su amiga, lo cual la inquietaba. Aun así, no tenía sentido que se preocupara si no podía contactarse con ella. Por el momento, la única mujer que tenía al lado con la que podía compartir secretos femeninos era Sheyla. Por lo tanto, si te sucedía algo, no podría estar tranquila.

“¿Intentaste llamar a Sheyla cuando descubriste que quería renunciar?” le preguntó a Remi mientras la miraba.

“Por supuesto que sí, pero no pude contactarme con ella”, respondió la mujer, asintiendo.

“¿Se desconectó la llamada?”

“No”. Remi negó con la cabeza mientras explicaba: “La llamada ingresó, pero ella cortó”.

Parece que sabía que alguien la llamaría para preguntarle al respecto, así que no tiene intenciones de responder ninguna llamada.

No tiene intenciones de responder….. Amber frunció los labios y se preocupó aún más y tuvo la certeza de que la renuncia de Sheyla no era algo tan simple como creía. Si solo quisiera renunciar a su trabajo, ¿Por qué intentaría ocultarlo y no le diría a nadie? Por lo tanto, la suposición de Remi era acertada; algo andaba mal con la decisión de Sheyla, En ese momento, la mayor pregunta residía en qué le había sucedido.

“Entiendo. Intentaré contactarla más tarde.

Gracias por ser tan considerada y decirme esto.

Hiciste bien”.

Amber decidió dejar de lado sus preocupaciones y le esbozó una sonrisa a Remi para agradecerle.

Avergonzada, la mujer agitó la mano.

“Presidenta Reed, está exagerando. Sheyla y yo somos como hermanas y esto es lo que debo hacer. Entonces, la molesto para que contacte a Sheyla. Si hay alguna novedad, espero que pueda decirnos porque también estamos preocupadas por ella.

“Lo haré”. Amber accedió.

“Muy bien, entonces. Presidenta Reed, me marcho”. Con una leve reverencia, Remi se dio vuelta y salió de la oficina.

Después de que salió, Amber no esperó mucho y tomó su teléfono para llamar a Sheyla. Por fortuna, la llamada llegó a destino, pero le preocupaba que lo que sucediera a continuación fuera lo mismo que había descripto Remi; que rechazara la llamada. Si eso sucedía, no podría comunicarse con Sheyla. Por favor, Dios, haz que responda.

Mientras apretaba el teléfono con fuerza, Amber se sintió insegura.

Mientras tanto, al otro lado del teléfono… una Sheyla de aspecto terrible estaba apoyada con debilidad contra la cabecera de la cama mientras sostenía un delicado tazón de porcelana, en el cual había un líquido desconocido de color negro azabache. Bajó la cabeza para beber el líquido, el cual era tan amargo que arrugó el rostro en cuanto lo probó; era evidente que no sabía bien, Después de beber un sorbo, no tuvo ganas de seguir, así que dejó el tazón y miró hacia el ventanal francés, delante del cual había una figura y, por la altura que tenía, parecía que era un hombre.

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