Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1289

Capítulo 1289:

Al ver que su jefe estaba furioso, Xavier quiso quejarse de que Ben había hecho que se tropezara. Sin embargo, justo cuando vio la expresión sombría de Connor, las palabras se le quedaron atoradas en la garganta y no pudo decir nada.

Parece que el Señor Stockert está enfadado. Pero ¿Por qué? Xavier no pudo descifrarlo, pero tampoco se atrevió a preguntarle a su jefe. Por consiguiente, guardó silencio y solo fulminó a Ben con la mirada antes de salir deprisa de forma sumisa mientras se tomaba la dolorida cabeza.

Seguía el mismo principio: No se atrevía air en contra de su enfadado jefe.

Después de que Xavier se marchó, Ben esbozó una sonrisa de triunfo antes de tomar la silla para Jared y colocarla a su todo.

“Presidente Farrell, tome asiento, por favor.

Con el mentón levemente elevado, Jared se sentó despacio y cruzó las piernas; sus movimientos se veían tan agradables, que reflejaban su nobleza y elegancia.

“Señor Stockert, me preguntabas si yo te hice esto. Te lo diré, no fui yo”. Jared miró a Connor, quien seguía mirando hacia la puerta con expresión sombría, y al final respondió a su pregunta.

El hombre se volteó para mirar a Jared.

“¿No fuiste tú? ¿En verdad piensas que voy a creerte?” Después de mirarlo con desdén, continuó: “Jared Farrell, solo tengo un enemigo en Olkmore y ese eres tú. Si no fuiste tú, entonces dime quién pudo ser”.

“No sé quién lo hizo, pero puedo asegurarte de que no fui yo. Estoy aquí; si quisiera atacarte, lo haría con mis propias manos. Además, incluso si lo hiciera, tampoco podrías hacer nada al respecto. Entonces ¿Por qué tendría que hacerme tanto problema y engañarte?”

Jared cruzó las manos delante del vientre y miró a Connor como si fuera un payaso, este se quedó en silencio durante un momento, puesto que no podía decir nada.

A decir verdad, no pudo encontrar las palabras para refutar a Jared. De hecho, si quisiera lidiar con él, no lo haría a escondidas ni haría trucos tan sucios.

Incluso si lo hacía de forma abierta y transparente, Connor tampoco podría hacer nada al respecto, ya que, al menos en Olkmore, no tenía los medios para hacerlo. Por lo tanto, Jared no necesitaba atravesar por todas esas dificultades para lidiar con él.

Connor se preguntaba si el hombre en verdad no estaba involucrado en ese asunto. Si no fue él, entonces ¿Quién pudo ser?

Como resultado, Connor se sumió en sus pensamientos mientras diferentes rostros aparecían en su mente, el de todos excepto el de Amber, puesto que, para él, no había manera de que ella hiciera eso. Primero, porque era mujer y, segundo, ¿Qué podría haber logrado dada su identidad? Incluso con el apoyo de Jared, no podría hacerle nada.

En pocas palabras, Connor jamás había sospechado de Amber simplemente porque siempre despreciaba a las mujeres. Pensaba que jamás podrían tener éxito en nada, así que nunca tomó en serio a Amber; por consiguiente, la eliminó de su lista de sospechosos.

A pesar de que Jared no estaba al tanto de la visión machista que tenía Connor, tampoco le preocupaba que sospechara de Amber. Después de todo, ella solo era responsable por la contratación secreta y no se contactó de manera directa con Bruno Wagner, de hecho, fue Cole quien la contactó a ella.

Incluso si Connor llegaba al fondo del asunto, solo se enteraría de lo de Bruno y detendría la investigación, por lo que ni siquiera descubriría a Cole y mucho menos a Amber.

“Señor Stockert, no vine a discutir quién te hizo esto. Es problema tuyo si quieres descubrir quién fue. Puedes pensarlo e investigar más tarde, pero no quiero perder tiempo”, dijo Jared con desdén mientras levantaba la mirada.

Connor dejó de pensar al respecto y miró a Jared con desdén.

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