Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1288

Capítulo 1288:

En ese momento, parecía un demonio; el rostro de Connor era aterrador y había desaparecido la dulzura y elegancia habituales que tenía a pesar de ser anciano. Era evidente lo bueno que era fingiendo.

Una persona en verdad gentil y elegante lo sería aún más a medida que envejecía; su comportamiento se volvería más sutil y su actitud también mejoraría, que era lo contrario de Connor. En realidad, él dejaba de ser amable cada vez que ocurría una situación mala y revelaba su verdadera forma de ser: Un hombre agresivo y despiadado.

Me pregunto si este anciano se habrá cansado alguna vez de fingir durante tantos años. Ben se quedó de pie detrás de Jared mientras pensaba con los labios fruncidos.

Mientras tanto, Jared no le respondió a Connor e hizo un movimiento detras de él.

Mientras asentía en señal de reconocimiento, Ben miró a su alrededor, encontró una silla vacía y se acercó para tomarla. Xavier se dio cuenta de las intenciones de Ben; mientras sus gafas brillaban por la luz, tenía una mirada maliciosa.

Entonces, se acercó a la silla para sentarse e impedir que Ben la tomara. Tal vez Xavier confiaba demasiado en su plan porque ni siquiera intentó ocultar su hostilidad.

Al comprender cuál era el plan de Xavier, Ben hizo una mueca de desprecio y extendió lentamente una de sus piernas. Como el joven Loyola solo tenía los ojos puestos en la silla, no se dio cuenta de lo que hizo Ben ni de hacia dónde iban sus pies. Por lo tanto, se tropezó con las piernas del Señor Ben y cayó de manera brusca al suelo, golpeándose la cabeza y soltando un doloroso aullido.

“¿Qué ocurre?” Connor no se molestó con Jared y fue rápidamente a ver cómo estaba su asistente.

Vio a Xavier rodando por el suelo mientras se llevaba las manos a la cabeza. Su aspecto demacrado hizo que Connor se enfadara.

¡Patético! ¿Cómo puede actuar así? ¿Intenta humillarme ante Jared Farrell? Connor lo miró despreocupado; lejos de estar consternado por él, solo sintió vergüenza ajena.

Aunque no vio cómo se cayó, sabía que él había hecho el ridículo ante su enemigo. De ser así, ¿Acaso no estaba dejando que Jared tuviera la oportunidad de burlarse de él y humillarlo?

Cuanto más pensaba Connor en ello, de manera menos amigable miraba a Xavier. Tenía una mirada tan sombría que era aterradora.

Mientras tanto, Jared observaba de reojo la reacción de Connor y miraba a Xavier, que rodaba por el suelo adolorido sin darse cuenta del desprecio con el que su jefe lo miraba. Tenía una mirada de malicia, pero cambió rápidamente su actitud.

“Ay, cielos. Señor Loyola, ¿Se encuentra bien?

¿Cómo se ha caído usted solo? Al ver su frente, creo que fue una caída bastante grave. De lo contrario, ¿Por qué continuaría en el suelo?

Venga. Soy una buena persona: Déjeme ayudarlo a ponerse de pie”.

Mientras sonreía, Ben miró a Xavier y extendió la mano para ayudarlo a levantarse.

Al oír las mentiras que decía Ben, Xavier estaba tan molesto que casi se desmaya. ¿A qué se refiere con eso de caerme solo? ¡Fue él quien estiró la pierna para hacerme tropezar! Ya que me caí, ese tal Britos tergiversó la verdad y dijo que lo hice por mi cuenta. ¿Cómo puede una persona ser tan desvergonzada? ¡Zas! Xavier apartó la mano de Ben con un golpe.

“¡Fuera!” exclamó. “¿Quién quiere su ayuda?

Claramente fue usted…”

“¡Ya basta!” Connor no podía soportar más ver el comportamiento ridículo de Xavier; lo miró fijo y de manera apática y, con tono de voz poco amigable, dijo: “Tú, afuera. Ahora”.

Temía que, si Xavier se quedaba, ¡Lo avergonzaría aún más!

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