Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1251

Capítulo 1251:

“¿Es así?”

Jared examinó con detenimiento la expresión de la Anciana Señora Farrell durante un rato, Tenía la sensación de que no le estaba contando toda la historia y le estaba ocultando la verdad. No obstante, no la obligaría a hablar si no quería, siempre y cuando su madrastra no fuera a la antigua mansión por un asunto relacionado con él y Amber.

“Por cierto, Amber”. De repente, un pensamiento cruzó su mente, entonces la Anciana Señora Farrell giró la cabeza y la miró.

Amber, que estaba disfrutando del té, levantó la cabeza de inmediato y preguntó: “¿Qué sucede, abuela?”

Le comenzó a latir fuerte el corazón.

¡No puede ser! Espero no estar alucinando; crei que estaba a salvo. ¿Debo tener cuidado con la burla que se avecina?

Mientras Amber esperaba ansiosa que la Anciana Señora Farrell hablara, la anciana continua: “Ya que tú y Jared han visto a Shonna cuando salía de la mansión, ¿Les causó algún problema?”

Al escucharla hacer semejante pregunta en lugar de escuchar lo que en realidad pensaba que iba a decir, la joven suspiró y sonrió aliviada.

“No se preocupe, abuela. Ella no hizo nada; además, Jared se puso delante de mí para protegerme en caso de que causara problemas. Sin embargo, esta vez no intentó hacer nada; en lugar de eso, me ignoró y habló con él un momento antes de marcharse precipitadamente”.

“Ya veo. Qué bien” asintió aliviada al oír tal respuesta.

Parece que esta vez la ridícula de mi nuera por fin escuchó mis consejos.

“Tal vez decidió echarse atrás después de ver su valentía para defenderme” añadió Amber mientras acariciaba el hombro de Jared.

La Anciana Señora Farrell esbozó una sonrisa de alivio.

“Es tu pareja, así que tiene la responsabilidad y la obligación de mantenerte a salvo, Si ni siguiera puede protegerte, no tiene derecho a estar contigo, Aunque te resistas a terminar la relación con él, te obligaré o de lo contrario se convertirá en una carga para ti”.

Él suspiró mientras se agravaba el cosquílleo que sentía en la sien.

“Abuela, al fin y al cabo, soy tu nieto. ¿De verdad soy tan incompetente para ti?”

“Es solo un ejemplo”. Lo miró de manera impasible.

Entonces, suspiró frustrado y ya no protestó. Amber rara vez veía a Jared en una situación tan desalentadora y eso la hizo reír por lo bajo ante su vergüenza; aunque se cubrió la boca, aún se oía su risa ahogada. Al verla alegre, el hombre suavizó la expresión y mostró un atisbo de felicidad mientras la complacía en ese momento.

La interacción entre los jóvenes no pasó desapercibida para la Anciana Señora Farrell, ya que se sintió complacida y se quedó tranquila después de verlos tan afectuosos; por fin podía dejar de preocuparse por su relación. Tenía la firme convicción de que incluso después de que ella falleciera, esos jóvenes siempre permanecerían uno al lado del otro.

En ese momento, la Señora Murphy regresó con los criados detrás de ella y llevaban varios alimentos en las bandejas. La anciana salió de su ensimismamiento y les hizo señas para que se acercaran.

“Vengan aquí”.

La Anciana Señora Farrell asintió antes de ordenar a los criados que entraran a la pérgola y colocaran los platos sobre la mesa de piedra. Había mucha comida y el olor tentaba a los presentes.

Amber quería comer en ese momento, por lo que los diversos alimentos lograron desencadenar una reacción en ella al verlos, ya que casi todos pudieron oír el rugido de su estómago. Avergonzada por la honesta reacción que tuvo, se cubrió de inmediato el vientre mientras se le sonrojaban las mejillas, así que intentó disculparse.

“Yo…”

La Anciana Señora Farrell se rio entre dientes.

“Debes tener hambre, llegan justo a tiempo para servirnos la comida. Adelante, come”.

“La Anciana Señora Farrell tiene razón, Señorita Reed”.

La Señora Murphy le entregó los cubiertos sonriendo.

Sonrojada, la joven los tomó y susurró en voz baja: “Abuela, lamento que tenga que verme en ese estado. No esperaba que mi estómago hiciera ruido de repente”.

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