Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1201
Capítulo 1201:
Cuando el Viejo Señor Jones oyó la voz de Germán, reprimió su gentileza mientras agarraba con fuerza el teléfono y bramaba: “¡No me llames padre! No tengo un hijo tan tonto”.
En ese momento, actuó de la misma manera irracional que lo hizo Germán cuando estaba en la oficina de Amber. De tal palo, tal astilla; no solo se parecían, sino que sus temperamentos eran idénticos.
Justo cuando esperaba que su padre se tranquilizara, escuchó un bramido cuando atendió; se sobresaltó e hizo una mueca mientras apartaba el teléfono de él.
Mientras se cubría una de las orejas, Germán murmuró: “¿Qué estás diciendo, padre? Estoy en el auto con mi asistente, así que no me avergüences delante de él. Tonto es una palabra muy dura, ¿Sabes?
El Viejo Señor Jones se burló al oírlo y dijo: “¿Por qué debería evitar avergonzarte cuando has hecho una tontería? ¿Quién te crees que eres?”
“¿Qué tonteria hice, padre?” replicó.
“¿Qué hiciste?” dijo con desdén. “Más tarde sabrás lo que has hecho. Ahora, date prisa y vuelve aquí. Te doy treinta minutos; si para ese entonces no has vuelto, te daré una lección”. Tras eso colgó.
Germán solo se dio cuenta de que había terminado la llamada cuando miró el teléfono y no oír respuesta. Entonces, lo lanzó a un lado y dijo con amargura: “¿Qué le ocurre? ¿Por qué está tan enfadado?”
Cuando el asistente vio lo confundido que estaba Germán, puso los ojos en blanco disimuladamente. Aunque el tonto de mi jefe no sepa por qué el Presidente Jones está furioso, sé que tiene que ver con las disculpas hacia la Señorita Reed. Ya que arruinó esa oportunidad, es posible que el Presidente Jones se enfade.
Mientras el asistente pensaba eso, no se lo dijo a Germán. Después de todo, sería una pérdida de tiempo decirle esto a una persona tan inútil. Es mejor conducir hacia la compañía sin decir nada, pensó con tranquilidad mientras giraba el volante.
…
Al mismo tiempo, Jared acababa de reunirse con un cliente en Grupo Farrell. Cuando salió de la oficina, vio a Ben que caminaba hacia él con una mirada seria; entonces se detuvo y le preguntó: “¿Qué ocurre?”
“Presidente Farrell, algo le sucedió a la Señorita Reed” dijo y, a la vez, se quedó de pie delante de su jefe.
“¿Otra vez?” La expresión de Jared cambió y su presencia se tornó intimidante.
Al notar el cambio de su semblante, Ben enseguida se acomodó los anteojos y lo consoló: “Cálmese, Presidente Farrell. No es para tanto, la Familia Jones fue a la Compañía Goldstone a ver a la Señorita Reed” dijo.
Cuando oyó que eran ellos quienes la habían ido a buscar, su expresión se tornó aún más seria.
“¿Quién fue?” preguntó.
A la Familia Jones le desagradaba Amber y la trataban con desprecio. Por ello, cuando supo que se habían reunido con ella, su primera reacción fue pensar que le causarían problemas; por esa razón estaba de mal humor.
Cuando vio a Jared alejarse, Ben lo siguió rápido mientras decía: “Fue Germán”.
“¿El?” Entrecerró los ojos. “¿Averiguaste por qué la están buscando?”
El asistente sacudió la cabeza y contestó: “No pregunté; sin embargo, un empleado de Compañía Goldstone grabó un video de su visita y lo publicó en Internet, Luego, escribieron que estuvo ahí para disculparse con Amber por lo ocurrido ayer”.
Cuando Jared escuchó eso, esbozó una sonrisa como si hubiera escuchado una broma.
“¿Disculparse? No sabía que podía hacerlo” dijo.
“Por eso no terminó bien” replicó sonriendo.
Al oir aquello, Jared frunció los labios.
“¿Qué sucedió?” preguntó.
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