Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1184
Capítulo 1184:
Por su parte, Jared se quedó en el asiento de atrás con la mano en la mejilla donde Amber lo había besado; lucía como si estuviera en un trance, ya que ella nunca le había dado un beso cuando se despedían a menos que él se lo pidiera. Por lo tanto, cuando lo hizo, lo tomó por sorpresa.
No se imaginaba que Ben observaba su reacción en secreto al mismo tiempo. Al ver la expresión de sorpresa, Ben enseguida supo el motivo y se rio.
“Qué gran estímulo tan temprano por la mañana, Señor Farrell. ¡Felicitaciones!
“¿Qué tiene de importante? Es solo un beso, no es necesario que me felicites” dijo alegremente mientras bajaba la mano y sacaba pecho después de escuchar al asistente.
Ben respondió poniendo los ojos en blanco.
¿Solo un beso? Si no es lo suficientemente importante, deje de sonreír y mantenga la actitud arrogante bajo control. Es de verdad gracioso, Señor Farrell.
A pesar de que pensaba eso, Ben no se atrevió a exteriorizarlo y respondió con un gruñido apático antes de volver a mirar a la calle, molesto. Será mejor que me calle. Su interacción afectuosa solo me daña la vista.
Sin embargo, Amber, quien acababa de bajarse del auto, al parecer tuvo un recuerdo y sonrió.
“Se hace tarde, así que debería irme, ya que tengo una reunión más tarde. Tal vez podamos hablar cuando lleguemos a casa esta noche”.
Cuando Ben la escuchó, suspiró aliviado. No hacía falta decir que sabía lo que le diría, ya que creía que iba a preguntarle sobre cómo iba a proceder con Connor, tal como lo habían discutido cuando le dijo que hablaría con Jared y analizaría la situación. Sin embargo, ese era el motivo por el cual estaba asustado, ya que estaba preocupado de que lo hiciera en su presencia porque cuando lo hiciera, Jared sin duda lo regañaría por haberle contado mientras que a él le costaría mucho explicarse.
Por otro lado, si Amber elegía hablar sobre el asunto a la noche, podía hacerlo de la forma que quisiera, ya que él no estaría allí. Si bien Jared pedía enojarse con él por haberle contado, no podría regañarlo de inmediato.
Además, también Amber podría evitar que eso sucediera.
Mientras tanto, Jared no sabía lo que pensaba su asistente, ya que no podía apartar la vista de Amber. Tras escucharla, levantó las cejas, al parecer estaba abrumado por sentimientos encontrados.
“¿Es sobre un asunto importante?”
“Sí”. La mujer asintió sin vacilar.
“Vendré a buscarte en la tarde” dijo, manifestando estar de acuerdo.
“Nos vemos entonces”.
Amber agitó la mano para despedirse de Jared, quien la saludó y subió la ventanilla.
Luego, Amber continuó de pie al costado de la carretera, levantó la mano para saludar al hombre hasta que el auto desapareció de su vista y entró al edificio.
Al mismo tiempo, los empleados alrededor de ellos fueron testigos de la interacción afectuosa de la pareja y no pudieron evitar sentir envidia por el amor que se tenían.
Si bien Amber vio sus reacciones, solo se rio y sacudió la cabeza; los saludó como lo hacía de manera habitual mientras caminaba hacia el ascensor.
En cuanto Amber llegó a la oficina, escuchó que alguien golpeaba la puerta. Como pensaba que era Sheyla, dejó el bolso y se quitó el abrigo mientras le respondía a la persona que estaba afuera de la oficina sin levantar la mirada.
“Entra”. Tras escuchar el sonido de los tacones, Amber se detuvo por un instante y levantó la mirada cuando estaba por colgar el abrigo.
Cuando se dio cuenta de que la secretaria era alguien más en vez de su asistente, preguntó, confundida: “¿Dónde está Sheyla?
“¿No lo sabe, Señorita Reed? Está de licencia”.
La secretaria se detuvo frente al escritorio y añadió de forma cortés: “La Señorita Dawson pidió una licencia ayer a la tarde, así que, de hoy en adelante, yo la cubriré hasta que vuelva”.
“Es verdad. Lo siento, me olvidé por completo”.
Amber se golpeó la frente por la frustración.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar