Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1124

Capítulo 1124:

“Pequeña, vuelva a la realidad”. Amber le sonrió y movió una mano frente a ella, haciéndola volver en sí.

Las pupilas de la muchacha se encogieron por un segundo antes de volver a la realidad y se encontró observando la mirada gentil de Amber.

Sus ojos eran tan claros que la muchacha podía ver su reflejo en ellos. Ruborizándose, se sintió avergonzada y bajó la cabeza; quería recuperar su teléfono.

Sin embargo, estaba por guardarlo cuando una mano gigante se lo arrebató con rapidez. La muchacha pensó que le estaban robando y quiso gritar para pedir ayuda cuando se dio cuenta de que esa persona era Jared.

De inmediato, se calló.

¿Q-qué está haciendo Presidente Farrell? ¿Por qué tomó mi teléfono?

La muchacha parpadeo, confundida mientras entraba en pánico. Aunque no tenía secretos oscuros en el teléfono, se asustó al ver que Jared se lo quitaba de esa manera, De pronto, se mordió el labio y quedó paralizada mientras la ansiedad comenzaba a manifestarse en su cuerpo.

Amber, a quien la tomó por sorpresa, se giró y vio a Jared revisando el teléfono de la muchacha.

“¿Qué haces? ¿Por qué tomaste su teléfono?”

“Solo estoy viendo”. Jared deslizó el dedo por la pantalla y respondió.

Haciendo una mueca, Amber dijo: “¿Qué hay para mirar? Las muchachas normalmente tienen información privada en su celular. Es grosero de tu parte quitarle el teléfono de esa forma”.

La muchacha se apresuró a asentir.

“Es cierto. Devuélvamelo”.

Con una mano en el teléfono, Jared colocó la otra en la cabeza de Amber y le dio una palmadita del mismo modo que ella lo había hecho con la muchacha.

“No te preocupes; no soy esa clase de hombre sin principios. No revisaré las demás cosas del teléfono. Solo quería saber cómo te defendió”.

“Así me gusta más”. Amber estaba aliviada.

No sospechó que le mintiera. Después de todo, ¿Por qué mentiría en algo como eso?

Mientras, la muchacha no pensaba que alguien como Jared estuviera interesado en el teléfono de una muchacha común y corriente, así que suspiró aliviada.

“Siempre y cuando el Presidente Farrell no revise mi teléfono y sola mire como apoye a la Señorita Reed, no tengo nada de lo que estar preocupada”. La muchacha exhaló mientras el cuerpo se relajaba.

Después, vio la mano que acariciaba la cabeza de Amber mientras el hombre sonreía con gentileza.

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