Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1097

Capítulo 1097:

Quizá después de estar expuesto a tantas situaciones de vida y muerte, el Doctor Lansdale se veía indiferente, al igual que un oficial de policía.

Después de presenciar toda clase de asesinatos y de ver cadáveres terroríficos, se volvían más insensibles debido a la repetición y exposición de casos sangrientos.

“El Doctor Lansdale es excepcional” dijo el Capitán Hughes después de suspirar al pensar en eso.

Amber sonrió y no dijo más, pero suspiró aliviada en su interior. No podía juzgar si Elias era un médico excepcional ya que esa era su personalidad y la razón por la que se convirtió en doctor no era para salvar vidas ni ayudar a los heridos.

Según él, se hizo médico porque le gustaba la sensación de realizar una cirugía y le daba placer y satisfacción. Aunque era una razón un poco enfermiza, era innegable que había salvado muchas vidas; por eso, podía ser considerado un excelente médico en cierto modo.

No obstante, lo más importante para ella en ese momento era que se había sacado un gran peso de encima. Por fortuna, pudo convencer a el Capitán Hughes y así no continuó pensando que Elias era un demonio de sangre fría; si lo hacia, quizá lo investigaba.

Aunque no sabía si Elias había actuado con malicia a sus espaldas; no había escuchado sobre eso, así que lo consideraba inocente. Por eso, como su amiga, no podía quedarse callada mientras se volvía un sospechoso. Aunque estaba mal que lo encubriera, seguía siendo una persona sesgada, pero no totalmente imparcial. Ya que era egoista, ¿Por qué no debería actuar según sus propios deseos?

Amber volvió en sí y miró a el Capitán Hughes.

“Oficial Hughes, ¿El Doctor Lansdale fue quien atendió a Alice cuando la enviaron al hospital?

“No”. Movió la cabeza.

“Después de que la enviamos, quien la vio primero fue un doctor general. No sabemos lo que sucedió después, pero ese médico se fue excusándose de que estaba ocupado.

Por eso, al final, el Doctor Lansdale fue quien tomó el caso y después de revisarla le prescribió medicamentos inmunosupresores y nos dijo que la trajéramos de vuelta, declarando que era normal.

Tendría dolor por algunos días, pero después de tomar la medicación se sentiría bien y no necesitaría ser hospitalizada”.

“Ya veo”. Le tembló la comisura de los labios mientras intentaba suprimir la diversión.

¿Qué quiere decir con normal? ¿Solo medicación en pastillas y no que sea hospitalizada? Creo que lo está haciendo a propósito, reconoció.

Por lo menos, por lo que había escuchado, una vez que se rechazaba el objeto colocado en la cirugía, las personas debían ser hospitalizadas para observación y tratamiento; nunca había escuchado que tomar un medicamento calmara el dolor.

Además, Elias era un cirujano, no un ortopedista. Ni siquiera formaba estaba en esa área, así que su credibilidad era mucho menor. A pesar de eso, sabía bien por qué había hecho eso: Para ponerse del lado de Amber.

Elias estaba al tanto de la disputa entre ellas y cuando se enteró de que la policía la había llevado al hospital, le pidió al médico general que se fuera así se hacía cargo.

Después, solo le prescribió esa medicación para cerrar el caso. La razón por la que hizo eso no fue para tratar a Alice, sino para prolongar su sufrimiento y descargar su frustración por parte de Amber. Pero, por supuesto, Amber no diría eso en voz alta ya que le causaría problemas.

Después de todo, había hecho eso por ella y seria malagradecido de su parte traicionarlo; así que incluso si había hecho mal, no lo delataría.

“Por favor, lléveme a ver a Alice, oficial,” Pidió Amber.

Sin importar lo que sucediera, ya estaba allí y no sería mala idea ver cómo le iba a la patética Alice. De otra forma, habría perdido el tiempo.

“Seguro. Está aquí” respondió el Oficial Hughes, señalando el centro de detención.

Amber asintió y lo siguió por las puertas principales del centro, pero se detuvo de manera abrupta y no quiso dar un paso más.

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