Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1055
Capítulo 1055:
Hayden podía imaginar el gesto de Amber al otro lado de la línea incluso aunque no pudiera verla.
“Acepto tus felicitaciones” dijo con alegría y añadió: “No te preocupes, si me ascienden, te apoyaré cuando regrese”.
Se golpeó el pecho de tal forma que hizo ruido. Amber podía escucharlo con claridad por el teléfono y se le aceleró el corazón. No te rompas el esternón, hombre.
“Gracias” respondió con rapidez, interrumpiendo el golpeteo.
Hayden procedió a dejar de golpearse el pecho. Luego, se dio vuelta hacia su asistente, que no estaba lejos.
“¿Por qué me agradeces? Somos amigos. Bueno, tengo que cortar porque no tengo señal aqui.
Hablaremos cuando regrese. ¿Qué te parece si nos juntamos a comer?”
“Claro”. Amber sintió en acuerdo.
Luego, la mujer cortó la llamada y miró la pantalla antes de reírse mientras sacudía la cabeza.
“¿Ese es el Señor Cohen, Señorita Reed?” le preguntó la Señorita Dawson sentada frente a ella.
“Sí. Sabía sobre los rumores en internet, así que me llamó para ver cómo estaba” le explicó mientras asentía.
“El Señor Cohen es un buen hombre “afirmó mientras se frotaba el mentón.
“Sí, lo es”. Estuvo de acuerdo antes de preguntar: “Ah, cierto. ¿Qué me querías decir más temprano?”
La Señorita Dawson hizo una mueca con la boca y estaba por decir algo, pero alguien abrió la puerta de la oficina un momento después. Una vez más, la interrumpieron y no pudo hablar.
Ay, no puedo creerlo, parece que el universo está impidiendo que le cuente.
Incluso Amber estaba sorprendida y se rio de la situación. Las dos no podían dejar de reírse y luego escucharon la voz familiar de Cole desde fuera de la puerta de la sala de reuniones.
“Hey”.
Cuando la Señorita Dawson escuchó su voz, empalideció. Se le contrajeron las pupilas y le pidió ayuda a Amber.
“Señorita Reed”.
Amber también se puso nerviosa, ya que ninguna había esperado la aparición repentina de Cole. Si bien Amber quería ayudarla, ni siquiera podía esconderla en la sala.
Eso era porque Cole ya había entrado. Como escuchó pasos detrás de ella, la Señorita Dawson empalideció y le comenzó a temblar el cuerpo antes de que bajara la cabeza al punto de estar cerca de tocarse el pecho. Era evidente que estaba aterrorizada de Cole.
Claramente sentía algo más que miedo, ya que también tenía cargo de consciencia. El hombre no sabía que estaba embarazada y ella tenía miedo de decirselo, Era por eso que no quería verlo, ya que su mayor miedo era que se enterara.
Mientras miraba el comportamiento cauteloso de Sheila y a Cole, que se acercaba, Amber supo que no había forma de que pudieran evitarse y suspiró. Así es, como no pueden huir, deberían verse con tranquilidad.
Siempre y cuando mantenga en secreto el embarazo de ella. Amber tosió levemente mientras pensaba en ello. Cuando la Señorita Dawson la miró, le echó un vistazo.
“Mantén la calma y deja de exteriorizar la culpa y los nervios, ya que, de otro modo, será muy evidente para Cole.
La Señorita Dawson se dio cuenta de que no tenía sentido tener miedo. Después de que Amber se lo recordara, enseguida la miró agradeciéndole. Luego, cerró los ojos, suspiró profundo y se preparó mentalmente. Como mínimo, podía ocultar su expresión culposa, los nervios y el miedo frente al hombre.
De frente a Amber, la Señorita Dawson le apretó la mano y por fin, controló las emociones y la mente antes de volver a ser la secretaria tranquila y serena. En todo caso, era una secretaria entrenada profesionalmente, así que era evidente que sabía muy bien autorregularse.
Luego, Amber se alivió al ver que el humor de ella había mejorado y dejó de estar tan nerviosa. Como tal, no le prestó atención y enseguida apartó la mirada y pregunto: “Cole, ¿Por qué estás aquí?
“Vine a verte y a conversar sobre los rumores que circulan en internet.
Cole se detuvo al lado de la Señorita Dawson, La mujer no puedo evitar tensionarse más, pero enseguida se relajó. En secreto, se animó a mantener oculta la culpa que sentía y luego se dio vuelta para saludarlo con tranquilidad.
“Presidente Lyon”.
Le hizo una reverencia, tratándolo como era habitual que lo hiciera.
Cole era consciente de la presencia de la Señorita Dawson desde el momento en el que cruzó la puerta, pero había fingido no verla y se había acercado a Amber.
Como en ese momento, ella lo había saludado, ya no pudo fingir que no la veía. No estaba seguro de por qué se molestó cuando la vio saludarlo con tanta rigidez. Era evidente que no había diferencia en cómo lo saludaba comparado con antes y Cole tampoco percibió que había nada extraño, pero no entendia por qué odiaba la forma en la que se comportaba frente a él.
Aun asi, tampoco podía decidirse sobre cómo quería que lo tratara.
En ese momento, Cole la miraba sin darle una respuesta o una pista sobre lo que pensaba. Ante el peculiar comportamiento, a la Señorita Dawson se le aceleró el corazón y se le tensionó el cuerpo.
No podía entender por qué la miraba. Todo lo que sabía era que cuando la miraba de esa forma, sentía nervios y miedo. Señorita Reed….
La Señorita Dawson levantó la mirada y le hizo una seña a Amber para que la ayudara. Amber estaba perpleja con el comportamiento de Cole mientras él la miraba.
Después de sacudir la cabeza, hizo el intento de hablar para aliviar la incomodidad, pero fue entonces que Cole dijo: “¿Qué? ¿No te esconderás al verme esta vez?” le preguntó a la Señorita Dawson, cruzando los brazos.
Tras escucharlo, no solo la Señorita Dawson empalideció, sino que Amber quedó estupefacta.
“Cole, tú…”
De inmediato, levantó la mano, lo que era una señal para que no lo interrumpiera.
“¿Crees que no estaba al tanto de que te escondiste en la sala de estar de Amber la última vez que vine?” añadió mirándola.
Sin dudas, la Señorita Dawson estaba muy pálida.
Amber también suspiró profundo por la creciente tensión de la habitación.
Creí que Cole no estaba al tanto de nada. Nunca me imaginé que lo sabía desde el principio. Entonces, en cuanto al embarazo de la Señorita Dawson…
¡De ninguna forma! Es muy probable que no sepa nada al respecto. Silo supiera, a estas alturas ya le habría preguntado a la Señorita Dawson para que se lo confirmara. En pocas palabras, siempre y cuando siguiera sin saber nada del embarazo, puedo centrarme en resolver otros asuntos.
“Lo siento, Cole. No me escondí de forma deliberada” se disculpó, agachó la cabeza y se mordió el labio levemente antes de añadir: “pero en esta ocasión no me imaginé que llegaría de forma repentina. No habría estado aquí si lo hubiera sabido”.
El rostro del hombre ensombreció cuando la escuchó y se enojó aún más.
“Realmente te escondiste cuando dije que no quería verte. No me imaginé que serías tan obediente” desdeñó.
Lo que decía era extraño; tenía un dejo de tristeza y enojo que nadie podía comprender. En los ojos de la Señorita Dawson se reflejó resentimiento.
“Por supuesto que tengo que cumplir sus órdenes, Presidente Lyon. Después de todo, usted es mi superior y yo solo soy una subordinada. ¿No es irrazonable esperar que una subordinada no obedezca a su superior?”
“Buf” desdeñó en silencio y se mantuvo callado.
Si bien no estaba de acuerdo con su respuesta, tenía que admitir que estaba en lo cierto. Como resultado, no podía refutarla y continuó evadiendo la conversación.
“Bueno, suficiente. Señorita Dawson por favor prepárale una taza de café al Presidente Lyon” le instruyó, guiñándole el ojo.
La Señorita Dawson enseguida se dio cuenta de algo y de inmediato le sonrió a Amber para agradecerle.
“Bueno, Señorita Reed. Lo prepararé ahora” dijo.
Luego, se dio vuelta y se fue de la habitación, desapareciendo con rapidez.
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