Embarazada de una noche con el Alfa
Capítulo 260

Capítulo 260:

Russel la miró por unos instantes, tratando de contener su rabia, pero una nota de disgusto se advirtió en su voz cuando replicó:

«No debes disculparte solamente conmigo.

También le debes una disculpa a Isabella, pues estaba devastada tanto por el fallecimiento de tu padre como por el hecho de que te hubieras enfermado».

Se esforzó mucho por salvar tu vida y consiguió a los mejores doctores de la región para tratar de curarte.

Ella no tenía la menor idea de que no valorabas sus esfuerzos».

Los ojos de Peyton estaban llenos de lágrimas, pues comenzaba a reconocer las consecuencias de sus acciones, las cuales había evitado enfrentar.

Sin embargo, Russel no había terminado de hablar.

«Comprendo muy bien tu proceso de duelo por la muerte de tu padre; ese es un dolor por el que nunca podría culparte.

Sin embargo, tenías una responsabilidad con el reino.

Como princesa, tu hermana necesitaba que estuvieras allí presente, pero en vez de ello, decidiste huir como una cobarde», añadió.

Resopló y continuó:

«El año pasado, Isabella gestionó los asuntos del reino y trabajó arduamente para mantenerlo unido, sin dejar de cuidarte.

Ella también habría podido evadir sus responsabilidades, pero no lo hizo.

Espero que hayas aprendido la valiosa lección de que no puedes huir de todos tus problemas ni ser tan ingenua como para creer en una felicidad efímera.

La vida es difícil.

Isabella merece tu ayuda ahora; tienes que cumplir tus deberes para con el reino de Fauna».

Peyton asintió con gravedad, evitando su mirada debido a la vergüenza que sentía.

Russel suspiró y le dijo:

«Y espero que vuelvas a ser la chica que una vez fuiste, aquella que tenía un espíritu libre, estaba llena de vida, tenía una gran confianza en sí misma, era vivaz y siempre encontraba una razón para sonreír».

Puesto que ya había dicho todo lo que tenía que decir, Russel se volvió para marcharse, pero Peyton lo tomó por el cuello de la camisa y lo atrajo hacia ella.

«Por favor, no te vayas; quédate conmigo.

Quiero que todo vuelva a ser como antes y que estés a mi lado.

Asumiré las responsabilidades de una princesa con la debida seriedad.

Pero no sé cómo debo proceder inicialmente.

¿Podrías orientarme, por favor? ¿Serás capaz de perdonarme?», dijo.

Su mirada suplicante hizo que Russel exhalara un lento y calmado suspiro antes de tomar su mano con delicadeza.

«Desde luego, te enseñaré cómo debes hacerlo, pero no esperes que te perdone de inmediato.

Primero deberás demostrarme que asumes la vida con una actitud positiva», replicó.

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