Embarazada de una noche con el Alfa -
Capítulo 243
Capítulo 243:
La conversación entre ambos me sorprendió tanto que casi olvidé la razón por la que había ido a ese lugar. Estaba allí para demostrarle que estaba enamorada de Marco y que éramos una pareja felizmente casada.
Tiempo después, al pensar en lo que había hecho esa noche, me di cuenta de que tal vez había exagerado un poco con mi actuación.
«Marco…», dije con tono sexy mientras lo miraba. Enlacé mis brazos con los suyos y lo tiré suavemente hacia mí. «No estás mirando a esas otras chicas, ¿verdad, cariño?»
Pude sentir cómo su cuerpo se tensó al escuchar mis palabras, pero aun así continué: «Soy la única que te importa, ¿no es así, bebé?»
«S-sí.»
Marco parecía completamente confundido y luchaba por entender qué estaba pasando. Entonces, decidí centrar mi atención en el plato de comida que tenía frente a mí, y comencé a soltar ligeros gemidos de impotencia.
«Marco, cariño… necesito que cortes esto por mí. No tengo la fuerza suficiente.»
Lo siguiente que hice fue hacer un puchero y girar para mirarlo. Nuevamente me encontré con una mirada desconcertada.
«Porfi», añadí.
En ese momento, incluso Caspian giró la cabeza para mirarme, ya que mis acciones estaban siendo muy inusuales. Ambos hombres sabían que lo normal para mí era no hablar tanto y ser reservada con mis muestras de aprecio hacia las personas que me importaban. Sin embargo, ahí estaba yo, actuando de esta manera porque tenía que hacerlo.
Fue entonces cuando algo en la mirada de Marco cambió. Parecía que por fin se había dado cuenta de lo que había estado tratando de hacer.
Finalmente, una sonrisa apareció en sus labios y dijo: «Claro». Inmediatamente después, comenzó a cortar mi carne y la llevó a mi boca. Hice todo lo posible por no sentirme incómoda y dejé que lo hiciera. Él sonreía, claramente disfrutando de la situación, y no pude evitar devolverle la sonrisa.
Entonces, Isabella se aclaró la garganta en voz alta, y ambos volteamos a mirarla.
“Entiendo que ambos están muy enamorados, pero preferiría que no actuaran de esa manera».
La mujer intentó no sonar grosera, pero pude notar que nuestro comportamiento la había molestado, lo cual me confundió. En respuesta a su comentario, no pude más que agachar la cabeza y decir: «Lo lamento, es solo que escuché que le gustaban las parejas que demostraban mucho cariño y los matrimonios llenos de devoción».
La princesa lució muy confundida al escucharme decir eso, y pude sentir cómo Marco se tensó.
“¿Dónde demonios escuchaste eso?”
Su pregunta me sorprendió mucho, y me puse tan nerviosa que comencé a tartamudear mientras trataba de pensar en una respuesta.
“¿Por qué no vamos todos a ver el jardín?», interrumpió Marco, sacándome del apuro.
Punto de vista de Tanya
Fue gracias a la conversación que Isabella tuvo con Caspian que supe que, a pesar de ser una princesa, era ella quien se encargaba de gestionar los asuntos del reino. Su padre había sido el último alfa en reinar, pero debido a su edad y a un infarto, había fallecido hacía un año.
Mientras caminábamos, Marco me comentó que ese hombre había sido muy querido, tanto por la realeza como por los habitantes del reino. Había sido la razón principal por la cual la economía del Reino Fauna había prosperado tanto. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que Isabella era muy parecida a su padre: inteligente, capaz de defenderse en una conversación y con un gran carisma.
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