Embarazada de una noche con el Alfa
Capítulo 115

Capítulo 115:

Sus palabras me resultaron tan sorprendentes que estuve a punto de soltar un grito ahogado, pero, en lugar de ello, ladeé un poco la cabeza y lo miré con una expresión completamente inocente de dolor y confusión.

Tal vez no era tan ajeno a ello, después de todo.

Eric siempre había sido el caballero perfecto: respetable, crédulo, previsible.

En otras palabras, la combinación perfecta de cualidades.

Pero al volverme hacia él no pude descifrar la expresión de su rostro.

Se diría que era un hombre despreocupado y desinteresado, pero sus palabras parecían sugerir todo lo contrario.

Por primera vez, fui incapaz de interpretar su comportamiento.

«Me temo que estás equivocada, querida», refutó, salvando las apariencias.

«No elegí desposarte teniendo en mente el poder. Lo hice simplemente porque te amo».

Eric se rió levemente de mis mentiras; sin duda, para él era evidente que yo mentía.

Se arrellanó en su asiento, apoyando los pies en la mesa del café.

Aquella declaración mía parecía divertirle.

«Vamos, Lily, te vendría bien relajarte un poco», dijo riendo.

«Después de todo, somos muy similares; nuestras personalidades son más semejantes de lo que podrías suponer».

Mantuve una expresión de confusa neutralidad, tratando de descifrar los secretos que encerraba aquella nueva faceta de Eric que estaba descubriendo.

«De hecho, esto nos tomó por sorpresa a ambos.

Me refiero a Tanya, desde luego.

Nadie esperaba que mi hermano se casara tan pronto después de que le rompiste el corazón.

¿No crees que Tanya es una mujer verdaderamente maravillosa?», preguntó con una sonrisa felina, entrelazando las manos en la nuca mientras se recostaba cómodamente.

«Lo que quiero destacar es que no hay nadie en tu familia que haya sido capaz de fabricar aquellos extraordinarios perfumes, con sus efectos singulares y poderes curativos.

Ninguno de los Montenero heredó ese don, ¿verdad? Pero Tanya sí posee tal capacidad y ya la ha demostrado en un par de ocasiones».

Primero, creó el elixir que curó las alergias de Cathy, y ahora ha creado un nuevo perfume que ayudará a mi hermano a conciliar el sueño. No puede tratarse simplemente de una coincidencia, ¿verdad?», declaró.

Me mantuve en silencio, mordiéndome el labio inferior mientras él proseguía.

«Ahora que lo pienso, Tanya en realidad se parece bastante a Lady Vivian.

¿Estás segura de que no tienes una hermana perdida hace mucho tiempo, querida?», bromeó.

Al examinar más de cerca su expresión, aún percibía en él un aire de sofisticación; parecía ser un hombre encantador, desenfadado y clásico.

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