El innombrable vive en New York -
Capítulo 99
Capítulo 99:
Estaba muy decepcionada de la actitud que tuvo Jared, así que tome la decisión de renunciar a su academia, ahora trabajaría por mis propios medios.
“¿En qué piensas?”, me preguntó Leonardo mientras conducía de camino a casa de mis padres.
“Nada importante”, dije recostando mi cabeza en la ventanilla.
“¿Todavía piensas en lo de Jared?”, dijo y yo suspire.
A veces pienso que Leonardo es capaz de leer mi mente.
“¿No has leído las cosas feas que dicen de nosotros?”, dije triste
“Soy más conocida por engañar a Jared que por ser una gran pianista”, dije sintiendo como mis ojos se empezaban a cristalizar.
“Este se supone que iba a ser mi gran momento de darme a conocer en el mundo como una de las grandes pianistas de esta generación, pero en vez de eso solo soy conocida por haber engañado a Jared Le Goff. Estas arruinando tu imagen por mi culpa y aunque no te preocupe ahora, tal vez te arrepentirás después y las cosas serán empeoren”
Leonardo solo escuchaba atentamente lo que yo decía, él apretaba su mandíbula mientras yo hablaba
“¿Leonardo no crees que tal vez nos apresuramos con lo nuestro?”
“Está bien Olivia, hablemos”, dijo girando bruscamente para estacionarse a la orilla de la calle, se quitó el cinturón de seguridad y se giró un poco para verme
“¿Qué estás diciendo?”, dijo frunciendo el ceño.
“Te estoy arruinando”, dije, en ese momento salió la primera lagrima de mis ojos, incliné mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos con fuerza para retener las lágrimas
“Creo que nos hemos apresurado y estoy arruinando tu imagen de empresario, sé que en el futuro te arrepentirás tanto de lo nuestro y será demasiado tarde.
“¿Entonces qué quieres hacer?”, sus palabras sonaban muy cortantes, se notaba que estaba muy enfadado.
“Tal vez deberíamos de dejarlo todo aquí y terminar”, dije cerrando mis ojos con fuerza, di un gran suspiro y después lo miré
“Quiero que terminemos”, dije sonando más segura.
“No”, dijo y yo abrí los ojos sorprendida.
“¿Qué?”
“No voy a terminar contigo por los comentarios que unos desconocidos digan de nosotros”, dijo riendo
“Por primera vez estoy viviendo la vida que quería y la estoy viviendo contigo ¿Cómo me podría arrepentir de eso?”
Sentí como más lágrimas salieron de mis ojos y él se acercó a mí para secar esas lagrimas y luego me dio un tierno beso en los labios.
“Te amo” susurro sobre mis labios.
…
Desde que Mattew me había dicho lo que realmente había sucedido en la entrevista había visto cabizbaja a Olivia, al principio pensé que tal vez todavía extrañaba a Jared.
Pero después me di cuenta de que realmente estaba triste por cómo la prensa la describía, las noticias de sus grandes logros en Australia siquiera habían hecho un eco cuando salió a la luz la noticia de que engaño a Jared Le Goff.
¡Maldito!
Esa era la única palabra que se me venía a la mente cuando pensaba en él.
Una de las principales razones por la que todavía quería permanecer aquí en Nashville es por ella, se veía tan feliz de estar aquí y eso me hacía feliz a mí.
Sabía que si ella regresaba a Francia la prensa la haría pedazos y yo no podría hacer nada, lo único que puedo hacer es estar a su lado y eso es lo que haré.
Estos últimos días me había dado cuenta de que amo todo lo que tiene que ver con ella.
Ni siquiera me gustaba tanto la música, pero ella misma me obligo a que fuéramos a una tienda de discos de música, compro muchos y literalmente me obligo a escucharlos todos.
Y ni siquiera eso me hizo despreciar la música, al contrario, ahora cantamos sus canciones favoritas juntos en el auto.
“Quiero llevarte a cenar esta noche”, dije.
“Está bien”, dijo ella jugando con mi mano derecha mientras yo seguía conduciendo.
“Hablé con tu hermano ayer”, dije y ella me miró muy sorprendida.
“¿Enserio?”
“Le dije que si estábamos saliendo pero que no era verdad lo que las noticias decían sobre Jared”, dije.
“¿Qué te dijo?”, preguntó.
“¿Por qué estas nerviosa?”, dije riendo.
“Porque Iván es un demente que puede llegar a ser muy celoso con su hermana cuando se lo propone”, dijo con fastidio.
Yo solo reí.
“Me dijo que vendría a Nashville y que hablaríamos como hombres”, dije tratando de sonar lo más serio posible para que no notara que estaba mintiendo.
“¿Vendrá a Nashville?” exclamo sorprendida.
“Si, dijo que tal vez vendría mañana”, dije encogiéndome de hombros.
“Ignora cualquier tontería que diga Iván… Mejor no, ignora todo lo que dice”, dijo Olivia.
“¿Por qué estás tan nerviosa? Yo soy el que debería estar nervioso”, dije riendo.
“¿Por qué de repente quieres presentarte con toda mi familia?”, dijo alzando una ceja.
“Era un poco injusto que solo tú conocieras a mi familia” me limite a decir.
…
Cuando llegamos a casa Leonardo y mi papá se pusieron a hablar de cosas de autos, yo me alejé de ellos porque realmente me aburría ese tema, fui con mi mamá y casi como siempre la encontré cocinando algo.
“¿Qué haces?”, pregunté acercándome a ella,
“Cariño, no sabía que ya habían regresado”, dijo sorprendida
“Estoy haciendo un pastel”.
“No sabía que podías hacer pastel”, dije cruzándome de brazos.
“Con algunos tutoriales de internet podría hasta arreglar un auto si me lo propusiera”, dijo y yo me reí.
“¿Quieres que te ayude?”, pregunté.
“Claro”, dijo sonriéndome tiernamente.
Ella ya había horneado la tarta del pastel ahora solo faltaba decorarlo.
“¿Leonardo es alérgico a algo?”, preguntó mi mamá antes de empezar a decorar el pastel.
“No”, dije segura.
“Bien, no quisiera que le sucediera algo por mi culpa”, dijo y sacó la crema chantilly para el pastel
“¿Qué color crees que sería mejor para el pastel?”
“Quedaría muy lindo blanco con muchas fresas alrededor”, dije.
“Por suerte también compré fresas, lava las fresas tú mientras yo le pongo la crema a las tartas”, yo asentí y abrí la refrigeradora para sacar las fresas.
“¿Qué huele tan delicioso aquí?”, dijo mi papá entrando a la cocina junto con Leonardo.
“Olivia y yo estamos preparando un pastel”, dijo mi mamá.
Saqué las fresas y fui al lavatrastos pre lavar las fresas, miré a Leonardo quien me miraba con una sonrisa tierna.
“Leonardo y yo saldremos”, dijo mi papá.
“¿A dónde irán?”, pregunté curiosa.
“Cosas de hombres Olivia”, dijo mi papá guiñándome un ojo, yo entrecerré los ojos y él rio
“Tranquila, no le haré nada a tu novio”, dijo haciendo que Leonardo riera.
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