Capítulo 95:

“No porque note dejaras amarrar como Anastasia”, dije en broma.

“¿Qué?”, dijo riendo,

“Que veamos ´Buscando a Nemo`”- dije inocente

“No te escaparas tan fácilmente la próxima vez”, dijo poniendo la película en Disney+.

“Haré palomitas”, dije corriendo a la cocina.

Agarre dos bolsas de palomitas y las puse en el microondas, mire los empaques de las palomitas, pero no decía cuanto tiempo debíamos dejarlas dentro.

“¿Cuánto tiempo se dejan las palomitas en el microondas?” le pregunté a Leonardo.

“5 minutos… creo”, dijo en voz baja lo último.

“¿Seguro?”, dije entrecerrando los ojos.

“Si”, dijo viéndome con una sonrisa inocente

“Ten más fe en mi mujer”.

Me encogí de hombros y le puse 5 minutos al microondas, después corrí de nuevo al sillón, le di un beso en la mejilla a Leonardo y me senté a su lado.

“Si te soy sincero, cuando estaba pequeño pensé que a Marlín le gustaba Dory”, dijo Leonardo haciendo que yo riera a carcajadas

“¿Te imaginas si Marlín realmente mando a asesinar a su esposa para quedarse con Dory?”

“No porque la conoció después”, dije y él rodo los ojos.

“Solo utiliza la imaginación y sígueme el juego”, dijo riendo.

“¿Leonardo que clase de juegos sádicos jugabas de pequeño?”, dije haciendo que él riera.

En ese momento el microondas empezó a pitar anunciado que las palomitas estaban listas.

“Iré yo”, dijo levantándose él

“Te dije que eran 5 minutos, deberías de tener más fe en mi”, dijo mirándome con los ojos entrecerrados.

Escuche como él buscaba algunas cosas en la cocina y después regreso a la sala con un bol para las palomitas.

Ambos mirábamos muy entretenidos la película como si fuéramos dos niños pequeños, el celular de Leonardo empezó a sonar y ni siquiera vio quien era solo contestó por estar muy concentrado en la película.

“¿Sí?”, dijo viendo la pantalla de la tele

“¿Conseguiste la información?”, dijo tomando algunas palomitas

“Si dime… ¿Estás seguro?”, dijo y su tono de voz cambio a uno más serio

“Esta bien, envíamelo por mensaje, gracias Mattew”, dijo cortando la llamada.

“¿Todo bien?”, dije preocupada al ver su expresión seria.

“La noticia de que terminaste con él lo dijo Jared en una entrevista que tuvo el mismo día que tú, él dijo que ustedes dos habían terminado pero los medios amarillistas la malinterpretaron las cosas y ahora hay un montón de noticias diciendo que lo engañaste conmigo”.

“Bueno, al menos solo está en Francia”, dije mordiendo mi labio inferior.

“Esa es la mala noticia, como me mencionaron a mí en ese artículo la prensa de Nueva York compró la exclusiva y ahora también lo saben casi todos los medios de E$tados Un!dos”.

“M!erda”.

“En la prensa de Nueva York dicen que yo deje a Selena por estar contigo y aquí dicen que tú dejaste a Jared por estar conmigo, en resumen, ambos somos los malos de la historia y somos los amantes”.

Estaba un poco sorprendida por lo que había hecho Jared, habría ido a buscarlo en el mismo momento que Leonardo me dio la noticia, pero era demasiado tarde.

Al día siguiente me desperté temprano para ir al estudio de Jared y hablar con él de lo que había sucedido, no pensaba decirle a Leonardo y solo me iría, pero se dio cuenta de cuales eran mis intenciones y me dijo que me acompañaría.

A veces pienso que este hombre se mete a mis sueños a propósito.

“¿Acaso piensas golpear a tu ex?”, dijo Leonardo con tono burlón mientras conducía.

“Solo quiero saber por qué hizo eso”, dije frunciendo el ceño.

“Por tu ceño fruncido no creo que solo quieras hablar con él”, dijo riendo.

“Cállate Leonardo”, dije mirándolo seria, él levanto las manos inocente y siguió manejando en silencio.

Recosté mi codo en el marco de la ventanilla del auto y recargué el paso de mi cabeza sobre mi mano, tenía la ventana abierta y podía sentir el viento moviendo mi cabello.

Vi la expresión seria de mi rostro a través del retrovisor, realmente me veía muy enfadada, me sentí mal por haberle hablado enojada a Leonardo quien solamente quería ayudarme.

Después de unos minutos llegamos al estudio, Leonardo se estaciono en frente de la entrada y le quito el seguro para la puerta.

“Te esperare aquí”, dijo serio.

“Leonardo yo lo siento…”, mis palabras quedaron en el aire cuando vimos una minivan estacionarse frente a nosotros y de allí salir más paparazis.

“No me lo creo”, dijo Leonardo encendiendo de nuevo el auto para irnos de allí.

“¿Enserio cómo se dan cuenta de donde estamos?”, dije frunciendo el ceño

“Olivia tal vez sería bueno q de salieras del país por un tiempo, mientras todo esto de la noticia pasa y lo olvidan”, dijo Leonardo.

“Tal vez debería de irme a Nashville por un tiempo”, dije suspirando.

“Nashville”, dijo pronunciando la palabra en sus labios, él se quedó pensativo por unos segundos y después sonrió

“Podría conocer a tus padres”.

“¿En serio quieres conocerlos?”, dije sonriéndole divertida por la situación.

“Creo que sería mejor que me presentara yo mismo ante ellos que se dieran cuenta de nuestra relación por las noticias”, dijo con una sonrisa burlona.

Él tenía razón. En ese momento mi célula empezó a sonar y vi que era Iván, contesté..

“Hola”, dije.

“¿Olivia has visto las Noticias?”, dijo Iván y yo mordí mi labio inferior

“¿Por qué?”

“¿Acaso tú y Leonardo Spinter están saliendo?”, dijo y yo abrí los ojos muy sorprendida.

Leonardo se rio por lo bajo y me dijo en susurro: “Te lo dije”

“¿Olivia?”

“Estoy ocupada ahora mismo, te hablaré luego”, dije antes de colgar la llamada.

“Te lo dije”, dijo Leonardo riendo.

“Si ya lo sabe Iván no tardaran mucho en saberlo mis padres”, dije un poco preocupada

“Está bien, vamos a Nashville”, dije, vi como se dibujó una sonrisa de emoción en su rostro.

Leonardo manejo hasta el aeropuerto y tomamos su avión privado hacia E$tados Un!dos, antes de que el avión despegara intente llamarle a Jared, pero ni siquiera f me contestó

Cobarde.

Aproximadamente 7 horas de vuelo al fin aterrizamos en Nashville, estaba tan nerviosa que hasta me sudaban las manos, la forma en la que reaccionarían mis padres me tenía muy nerviosa

¿Y si realmente no quieren a Leonardo? ¿Y si después tengo que huir con Leonardo?

“No sé si tu nerviosismo porque tus papás me conozcan debería de ponerme nervioso a mí también”, dijo Leonardo mientras yo manejaba la camioneta que había pedido él para nosotros en el aeropuerto

“No estoy nerviosa”, dije tratando de sonar segura.

«Olivia, solo mira el volante del auto”, dijo riendo

“Esta húmedo porque te están sudando las manos”.

“Tengo mucho calor”, dije mientras ponía el aire acondicionado.

“¿Sabes? Te ves tan bien cuando estas manejando”, dijo mirándome con una risa maliciosa, no pude evitar sonrojarme

“Y te ves tan tierna cuando te sonrojas”.

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