El innombrable vive en New York -
Capítulo 92
Capítulo 92:
“Más que un amigo siempre me ha visto como una competencia, su padre está constantemente comparándola conmigo y forzándola a seguir ´mi ejemplo`”, dijo haciendo las comillas en el aire
“Para que cuando le herede la empresa a ella”.
“¿Por qué no le ha heredado todavía la empresa a ella?”, pregunte curiosa.
“Porque Thomas no cree que su hija sea capaz de dirigir la empresa, tiene tanto prejuicios contra ella por el simple hecho de que es mujer”, dijo negando con la cabeza
“Aunque de todas formas Thomas no tiene muchas opciones, si no la nombra CEO de la empresa el segundo mayor accionista dela empresa reclamara el puesto y no creo que a él le agrade eso”.
“Vaya, que complicado”, dije dando un gran suspiro.
“¿Por qué nunca me dijiste de la empresa de tu hermano?”, dijo mirándome curioso.
“Es una larga historia”, dije encogiéndome de hombros.
“Tengo tiempo”, dijo con una media sonrisa.
“Veras… ¡Ah! ¿Por dónde inicio?”, dije riendo.
“Tranquila”, dijo riendo al escuchar mi grito angustiado.
“Todo inició antes que me mudará a Nueva York”, dije y él abrió los ojos muy sorprendido.
“Se viene una larga historia, me gusta, me gusta, continúa”, dijo sonriendo.
Empecé a contarle a Leonardo todo, desde el principio, desde que mi hermano huyo con el dinero de papá y nos dejó sin nada hasta la actualidad que formo parte de ¡Véndame Corporation!
“Maldito Erick”, dijo apretando su mandíbula.
“¿En serio solo pusiste atención a mi antiguo compromiso?”, dije riendo.
“De haberlo sabido habría pagado yo mismo ese dinero”, dijo serio
“¿Ya no le debes nada a esa familia?”
“No, ya no tengo nada que ver con esa familia”, dije sonriéndole
“Jamás nos habríamos conocido si no hubiera escapado de Nashville”.
“Solo me habría quedado con el recuerdo cuando te conocí en aquel bar cuando estabas tocando una canción”, dijo con una sonrisa nostálgica.
“Si, ni siquiera quiero imaginarme como fuera mi vida si me hubiera casado con Erick”, dije haciendo una mueca.
“¿Te gustaría casarte algún día?” pregunto mirándome curioso.
“Supongo que algún día me casaré”, dije encogiéndome de hombros
“¿Y tú?”, pregunté viéndolo.
“Supongo que algún día me casaré”, dijo respondiendo de la misma forma
“Me gustaría tener 5 hijos” abrí los ojos muy sorprendida
“¿Qué?”, dijo riendo al ver mi expresión.
“¿Por qué tantos hijos?”, dije asustada.
“¿No sería lindo?”, dijo riendo.
“No”, dije asustada.
“¿No quieres tener hijos?” pregunto sorprendido.
“No”.
“Bueno, supongo que podremos solucionarlo cuando nos casemos”, dijo tomando mi mano y dándole un beso.
“¡Olivia se te hace tarde!”, dijo Leonardo desde la sala del departamento.
Corrí dentro de la habitación y me miré por última vez en el espejo para comprobar que me viera bien, salí de la habitación y él se dio la vuelta para mirarme.
“¿Crees que me veo bien?”, dije nerviosa.
“Te ves muy hermosa”, dijo mirándome con una media sonrisa.
“¿Lo dices en serio o solo porque quieres?”, dije haciendo un puchero.
“Olivia lo digo en serio”, dijo riendo
“Si no salimos ahora mismo llegaras tarde a la entrevista”
“Creo que mejor recogeré mi cabello”.
“Olivia si no salimos ahora mismo te juro que te cargaré en mi hombro y te subiré al auto”, dijo cruzándose de brazos.
“Está bien”, dije apretando mis labios para no reírme.
Salimos del departamento y fuimos a mi auto, iba a manejar yo, pero estaba tan nerviosa por la entrevista que se me caían las llaves a cada rato mientras bajábamos las escaleras del departamento.
“Creo que será mejor para ambos que yo manejara”, dijo quitándome las llaves.
“¡Hey!” me queje al ver como me arrebato las llaves de las manos.
“Súbete amor”, dijo abriendo la puerta del copiloto, me sonroje al escuchar como me llamó.
Subí al auto y él rodeo el auto para pasarse al lado del conductor.
“Sabes algo…”, dijo encendiendo el auto
“Me encanta ver cuando te sonrojas”, dijo mirándome con una sonrisa maliciosa.
Leonardo empezó a manejar hacia las oficinas en donde me harían la entrevista, la verdad es que fue mejor que él manejara, conocía muchas de las calles de Francia.
Y aparte de eso, encontramos un poco de tráfico y también conocía algunos caminos alternos para evitar todo ese tráfico.
Cuando llegamos a nuestro destino, nos bajamos del auto y caminamos hacia la oficina en donde me harían la entrevista.
“Señorita Baldinelli, la estábamos esperando, por favor pase”, dijo la secretaria casi inmediatamente cuando me vio entrar.
“Yo te esperaré aquí”, dijo Leonardo y yo asentí.
Entre a la sala en donde me estaban esperando para hacerme mi entrevista, todas las personas que estaban dentro se pararon cuando entre a la sala.
“Señorita Baldinelli es un placer poderla conocer al fin, mi nombre es Elizabeth”, dijo una mujer pelirroja extendiendo su mano para saludarme.
“Mucho gusto”, dije tomando su mano.
“Mi nombre es Robbie, también es un gran honor poder conocerla en persona”, dijo un hombre de quizás al menos unos 30 años, me extendió su mano y yo la tome para saludarlo.
“¿Se le apetece tomar un café o un té antes de iniciar con las preguntas?”, preguntó Elizabeth.
“Estoy bien, muchas gracias”, dije sonriéndole.
“Bien, entonces iniciemos”, dijo Elizabeth.
Ella miro a Robbie y él se aclaró la garganta antes de empezar a hablar.
“¿Dónde se crio y como inició su pasión por la música?”, preguntó Robbie.
“He vivido casi toda mi vida en Nashville, empecé a tocar la guitarra a los 13 años y poco después tocaba en algunas cafeterías o pequeños bares para ganar un poco de dinero, fue hasta que llegue a la secundaria mi profesor de música vio que tenía un gran talento con la guitarra y decidió enseñarme a tocar el piano, no me imagine que muchos años más adelante estaría tocando en Opera de Sidney – dije sonriendo.
“Entiendo, ¿Qué les diría a los nuevos músicos?” pregunto Robbie leyendo una libreta que tenía en sus manos
“Es un camino muy difícil, si es algo que realmente te apasiona, no lo abandones y lucha por ese sueño, mi sueño empezó casi 13 años y lo cumplí casi una década después, nunca se rindan”.
Ellos me siguieron haciendo las preguntas, todas tenían que ver con la música y con mi vida, pero siempre relacionado con la música.
Estaba tan nerviosa de que me empezaran a preguntar cosas sobre mi vida personal había leído muchas entrevistas que le habían hecho a Jared y muchas veces le preguntaban cosas muy personales que a veces me había dicho que lo hacían incomodar.
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