Capítulo 91:

Leonardo arrastro ambas maletas y luego miro mi departamento.

“Veo que tienes buenos gustos”, dijo mirando a su alrededor.

“Mi ex me ayudo a escogerlo”, dije sonriendo, Leonardo me fulmino con la mirada.

“Muy graciosa Olivia”, dijo fingiendo reírse, me acerqué a él y le di un beso.

“Mira la terraza, te gustara la vista”, dije mientras caminaba hacia la cocina para tomar un poco de jugo.

Leonardo salió a la terraza y se quedó admirando la hermosa vista de la Torre Eiffel.

“¿No es hermosa?”, dije apareciendo detrás de él.

Él se dio la vuelta y tomó de la maño para acercarme a él, me abrazó por la espalda y recostó su cabeza sobre mi hombro, nos quedamos así por un largo momento.

A pesar de que nos manteníamos en silencio no era un silencio incomodo simplemente se sentía bien estar así de cerca los dos.

La brisa helada que tocaba nuestros cuerpos empezaba a poner nuestros cuerpos helados. Leonardo se quitó su abrigo y lo puso sobre mis hombros para que me calentara.

“¿Qué me has hecho Olivia?”, dijo hablándome al oído, yo me di la vuelta para verlo

“¿De qué hablas?”, dije sonriendo.

“Jamás me había desconectado tanto de mi trabajo y ahora ni siquiera quiero volver a Nueva York”, dijo acariciando mi rostro.

“Tienes que volver”, dije tratan do que mi tono no sonara triste.

“Lo sé”, dijo dando un suspiro.

“¿Cuándo volverás?”, pregunté y él se quedó pensando por unos momentos.

“Debo volver a Nueva York, sin embargo, puedo seguir contigo aquí unos días más”, dijo tomando mi mano para darle un beso, sus labios eran cálidos a comparación de la temperatura de mis manos

“Estas muy helada”, dijo tomando mis dos manos.

“Si, pero está bien, no me quiero alejar de aquí”, dije y dibujo una gran sonrisa en sus labios.

“Entonces yo tampoco”, dijo soltándome y saco su celular del bolsillo de su saco.

“¿Qué estás haciendo?”, pregunté.

“Haciendo que este momento dure más” empezó a tocar la pantalla de su celular.

Después de eso empezó a sonar una canción que la conocí inmediatamente, sonreí al escucharla.

“Lover”, dije pronunciando el nombre de la canción.

“¿Me haría el honor de bailar conmigo Señorita Baldinelli?”, dijo extendiendo su mano.

“Por supuesto”, dije sonriéndole.

Leonardo puso sus dos manos en mi cintura y yo posé mis dos manos alrededor de su cuello, nos empezamos a mover al ritmo de la música mientras ambos nos mirábamos a los ojos.

Ambos nos sonreíamos mientras bailábamos, puse mi cabeza sobre su pecho mientras bailábamos, él se acercó a mi rostro podía sentir como su barba tocaba mi rostro y me hacía cosquillas, sonreí y él siguió haciendo lo mismo.

Mi corazón se conmovió cuando lo escuche cantar la canción muy cerca de mi oído,

“Creo que jamás había tenido un momento, tan hermoso como este”,

Realmente este momento parece sacado como una escena de una película de amor, bailando a la luz de la luna en la terraza de mi departamento con la hermosa vista de Paris a nuestras espaldas.

A pesar de que la canción había terminado nosotros seguíamos bailando, él se separó un poco de mí y me sonrió luego deposito un tierno beso en mis labios.

“¿Quieres ir a caminar?”, pregunté,

“Vamos”, dijo tomándome de la mano.

“Espera, solo iré por mi abrigo”, dije a punto de quitarme el abrigo que él me había dado, pero él me detuvo.

“No hace falta, no tengo tanto frio”, dijo.

“¿Seguro?”, dije no tan convencida.

“Si, además si tengo frio te abrazaré a ti”, dijo acercándose a mí para abrazarme.

Me acerque a él y toque sus mejillas, estaban muy heladas.

“Leo estas muy helado” vi como dibujo una gran sonrisa en su rostro.

“¿Leo?”, dijo feliz

“Casi no me llamas así”

“Me recuerda a cómo te llamó por primera vez Selena cuando la conocí en aquella fiesta”, dije alzando una ceja, él hizo una mueca.

“Me gusta más como suena en tus labios”, dijo haciendo que me sonrojara un poco.

“Iré por mi abrigo”, dije quitándome el abrigo de Leonardo.

Fui a mi habitación y me puse un abrigo negro con una bufanda gris y después salí de mi habitación.

Salimos del departamento y cuando estuvimos en la calle Leonardo tomó mi mano y empezamos a caminar.

Él y yo nos deteníamos de vez en cuando hasta la Torre Eiffel y allí inicio la verdadera sesión de fotos, Leonardo me tomó tantas fotos que ya ni siquiera sabía que rostro poner las fotos.

“¿Por qué solo me tomas fotos a mí?”, dije riendo y caminando hacia él para tapar la cámara de su celular.

“¿Por qué tendría fotos mías en el celular? Cuando puedo tener fotos tuyas”, dijo sonriéndome.

“Quiero una foto juntos”, dije cruzándome de brazos y haciendo un puchero.

“Esta bien”, dijo poniendo la cámara frontal de su celular.

Ambos sonreímos y él tomo una foto.

“Déjame verla”, dije y él me dio el celular

“No me gusta, la tomaré yo”.

Leonardo se puso detrás de mí y se agacho un poco para salir en la foto, él sonrió y tome la foto, después él me dio un beso en la mejilla y tome otra foto.

“Mucho mejor”, dije entregándole el celular.

Seguimos caminando hacia un parque cercano y nos sentamos en una banca.

“¿Puedo hacerte una pregunta?”, dije mordiendo mi labio inferior con un poco de nerviosismo.

“Si”, dijo metiendo ambas manos en su abrigo por el frio.

“¿Qué sucedió con la asociación con Strike Enterprises?”, pregunte mirándolo un poco dudosa, no sabía si iba a responder mi pregunta.

“Una de las razones fue por Selena”, dijo mirando hacia el frente

“Estaba embarazada de un amigo mío”, después de eso rio

“Los descubrí besándose el día de la fiesta de compromiso… No sé si te interesa saberlo, pero igual te lo diré”, yo asentí

“Nick, Selena y yo nos conocemos desde pequeños, se podría decir que nos criaron como si fuéramos hermanos, en verano recuerdo que solíamos ir a la casa de verano de los padres de Nick. No sé porque exactamente pero desde que éramos pequeños Thomas el padre de Selena, siempre me quiso más a mí que a Nick, cuando empezamos a ir a la universidad ellos dos se fueron al extranjero y se enamoraron. Thomas jamás acepto que ellos estuvieran juntos porque los padres de Nick no eran tan poderosos y decía que si ellos se casaban eso no le convendría a la empresa, después de eso Selena y yo empezamos a salir por un tiempo por decisión de nuestros padres, después herede la empresa y la deje a ella, supongo que después ella volvió a buscar a Nick y tal vez iniciaron una relación, años después sucedió lo del compromiso que ya sabes”, dijo mirándome y yo asentí

“Supongo que a Nick no le agrado la noticia. Ahora Thomas no tendrá otra opción más que aceptar a Nick en su familia”.

“¿Entonces Selena ni siquiera te quería?”, pregunté y él empezó a reírse.

“No”, dijo riendo

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