El innombrable vive en New York
Capítulo 87

Capítulo 87:

Escuché como las personas aplaudían, lo cual significaba que la segunda orquesta había terminado de tocar, yo mantuve los ojos cerrados y seguí repitiendo mi ejercicio de respiración.

“Vamos, tú puedes”, dije forzándome a mí misma a creerlo.

“Por supuesto que puedes hacerlo”, dijo una voz detrás de mí haciendo que me sobresaltara.

Me gire rápidamente y mi corazón nuevamente se volvió a acelerar al ver a Leonardo parado frente a mí.

“¿Qué haces aquí?”, dije muy sorprendida.

“Una vez te dije que estaría contigo cuando estuvieras cumpliendo tus sueños y creo que hoy estas a punto de lograr lo que siempre quisiste”, dijo.

Sentí que con cada una de sus palabras mis ojos se empezaban a cristalizar.

¿Esto es real o solamente estoy enloqueciendo?

No pude soportarlo más y corrí a sus brazos, él inmediatamente me rodeo con sus brazos, repose mi cabeza sobre su pecho e inmediatamente su aroma empezó a invadir mis fosas nasales.

Lo abracé más fuerte mientras sentía como algunas lágrimas empezaban a salir, no estaba triste, estaba muy emocionada de que él estuviera aquí.

Con uno de sus brazos me rodeaba y con el otro acariciaba mi cabello, yo simplemente mantenía mis ojos cerrados con fuerza mientras apretaba su saco por su espalda.

“Gracias” fue lo único que pude decir.

Ni siquiera sé cuánto tiempo pasamos así abrazados cuando escuché que las personas estaban aplaudiendo, significaba que la cuarta orquesta acababa de terminar su actuación.

“Tienes que regresar”, dijo separándose un poco de mí, yo asentí mientras mantenía mis ojos cerrados

Él tomo mi rostro entre sus manos y empezó a secar las lágrimas de mis mejillas, yo abrí los ojos y él me miraba con una sonrisa tierna.

“Tú puedes hacerlo mi pequeña”, dijo y yo le sonreí

“Yo puedo hacerlo”, dije segura.

Leonardo me soltó y yo empecé a caminar de regreso hacia mi asiento, giré mi cabeza para verlo de nuevo y él me miraba con una gran sonrisa, yo le devolví la sonrisa y seguí caminando, subí las escaleras hasta llegar a mi asiento.

“¿Estás bien?” me preguntó Jared preocupado, yo sonreí.

“Estoy mejor que nunca”.

Después de que terminara de tocar la orquesta número cuatro nosotros subimos al escenario, todos tomamos nuestros respectivos asientos, como ya era costumbre para mí, el piano siempre estaba un poco más alejado de los demás instrumentos.

Al principio eso me hacía sentir un poco nerviosa, no me gustaba estar más alejada del resto, pero ahora eso no sería un problema.

Me acomodé en mi asiento, y empecé a estirar mis dedos preparándome para tocar.

Miré hacia el frente y me fije que había demasiadas personas, empecé a buscar con la mirada a Leonardo, pero sería casi imposible encontrarlo con la luz tenue que me impedía ver más allá.

Jared ahora no tocaría, él es nuestro director de la orquesta, él se paró frente a nosotros y tomó la pequeña batuta para dirigir los tiempos de la música.

Las luces se apagaron y solo quedó la luz tenue que nos iluminaba a todos los que estábamos en el escenario.

Jared movió tres veces la batuta y yo empecé a tocar el piano, tenía un solo de 15 segundos al principio y lo aproveché al máximo para tocar.

Después de mí solo empezó el reluciente sonido de los violines tocando tan acorde que hacía que mi piel se estremeciera, son reí al sentir esa sensación.

Tenía tanta confianza en mí misma que cerré los ojos mientras tocaba el piano, me sabía de memoria donde estaban cada una a de las teclas del piano que mis dedos se dirigían automáticamente hacia ellos sin necesidad de estar viendo.

El ritmo de la música empezó a acelerar y mis dedos parecía que estaban bailando entre las teclas del piano.

“Tú puedes hacerlo mi pequeña”

Mi mente repitió la voz de Leonardo en mi mente, sonreí y seguí tocando con más pasión el piano.

Cuando llegamos a la mitad de nuestra presentación llegamos al solo de percusión y del piano, era mi segunda y última oportunidad de lucirme.

Seguí tocando las teclas tan rápido como el ritmo lo requería, cuando había terminado mí solo sonreí satisfecha, los demás instrumentos se unieron y con eso llegamos al gran final.

Cuando terminamos todas las personas se pararon y nos aplaudieron, yo no paraba de sonreír de una emoción, me levanté de mi asiento al igual que mis compañeros e hicimos nuestro típico saludo, estaba tan emocionada que no paraba de sonreír.

¿Enserio lo había logrado? ¿Enserio estaba tocando en uno de los teatros más importantes de todo el mundo?

Nos bajamos del escenario y fuimos a la parte trasera en donde se iban todas las orquestas que ya habían tocado.

“¡Lo hicimos!”, dijo Millie muy emocionada.

Todos nos abrazamos muy emocionados, ahora mismo mi corazón saltaba de la alegría, había logrado lo que pensé que nunca haría en toda mi vida.

“¡Felicidades a todos!”, dijo Melissa entre lágrimas de la emoción.

“¡Lo logramos!”, dije igual de emocionada.

Los hombres del equipo hasta levantaron a Jared y lo empezaron levantar en el aire para celebrar.

“Felicidades, lo hicieron muy bien”, dijo Steven acercándose a mí.

“Muchas gracias”, dije con una gran sonrisa en mi rostro.

“Debo admitirlo, eres muy buena, se nota que tocas con una gran pasión inigualable, es como si te transportaras hacia otro lugar mientras tocas”, dijo Steven sonriéndome

“Si algún día necesitas algún compañero de piano y alguien con quien compartir tus consejos no dudes en llamarme”.

“Lo haré”, dije segura.

Después de que nosotros terminamos de tocar solo faltaba una orquesta más, cuando esta término de tocar el recital terminó, algunas personas de la prensa se empezaron a acercar a los músicos más populares para entrevistarlos y tomarles fotos.

Vi como Jared tuvo la intención de acercarse a mí pero los periodistas se lo impidieron porque rápidamente lo rodearon para empezarle a hacer algunas preguntas.

Empecé a caminar en dirección donde estaba el resto del equipo.

“¿Olivia Baldinelli?”, dijo una voz detrás de mí, me di la vuelta y casi sentí como mi corazón se detuvo.

Era un grupo de los jurados que antes me había mencionado Jared.

“¿Sí?”, dije con un poco de nerviosismo.

“La presentación que acaba de tener se puede definir en una simple palabra: Espectacular”, dijo uno de los jurados.

“Estamos muy intrigados y emocionados por conocer más de ti, tu inspiración y que piensas hacer en el futuro dela música. Queremos invitarte a una entrevista exclusiva con nosotros para dar a conocer a uno de los nuevos talentos de la música”.

“Claro”, dije casi sin poder creerlo.

Ellos me pidieron un correo por el cual se pudieran comunicar conmigo, como ni siquiera tenía una asistente personal, les di mi correo personal y ellos dijeron que se comunicarían conmigo muy pronto.

“Muchas gracias y felicidades por este gran paso que acaba de dar en su carrera musical”, dijo uno de los jurados antes de que todos se alejaran.

Tuve que cubrir mi boca para que no empezara a gritar de la emoción.

Asomé mi cabeza hacia donde estaban los asientos del teatro para buscar a Leonardo, pero no lo vi, ya nadie había sentado porque todos estaban caminando hacia la salida, corrí hacia la salida para buscarlo entre todas las personas.

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