El innombrable vive en New York -
Capítulo 82
Capítulo 82:
Empecé a correr lo más rápido que podía, empecé a escuchar sus pasos apresurados detrás de mí, miré hacia atrás y lo vi corriendo muy cerca de mí, de repente su expresión cambió.
“¡Olivia detente!” grito.
No entendí porque decía eso hasta que no sentí como mis pies tocaban el suelo, mi cuerpo empezó a rodar colina abajo en medio de la tierra, estire mis brazos como pude para tratar de sostenerme de algo.
Mientras seguía cayendo sentía como piedras y raíces de árboles golpeaban mi cuerpo, entre tantos intentos logre aferrarme a unas raíces de un árbol y así deje de rodar.
“¡No te muevas, iré por ti!”, dijo Jared desde arriba.
Mi respiración estaba muy acelerada, mire hacia todos lados y vi que debajo de mi había un gran barranco, sino hubiera logrado aferrarme a esta rama habría seguido rodando hasta llegar al fondo de este barranco.
Jared siguió bajando con mucha dificultad hacia donde yo estaba, intenté levantarme, pero no pude, sentí un inmenso dolor en mi pie que me hizo gritar del dolor”.
“¡Resiste ya estoy cerca!”, dijo Jared a unos pocos metros de mí.
El barranco no era tan inclinado y a pesar de la dificultad si se podía bajar si uno era cuidadoso, pero yo venía corriendo y ni siquiera vi el barranco frente a mí.
“Aquí estoy”, dijo Jared cuando llego a mi lado, empezó a tocar mis brazos, mi torso y mis piernas para asegurarse de que no tuviera algún hueso roto
“No tienes un hueso roto gracias al cielo”, dijo aliviado.
“Me duele el tobillo”, dije con algunas lágrimas en mis ojos, realmente me dolía mucho.
“Tal vez te lo doblaste”, dijo viéndolo
“¿Te duele otra parte del cuerpo?” yo negué con la cabeza
“Está bien, te levantaré y necesito que te aferres muy fuerte de mi ¿Entendido?” yo asentí.
Jared paso uno de sus brazos detrás de mi espalda y el otro por la parte de atrás de mis muslos, cuando me levantó rodee su cuello con mis dos brazos.
Jared empezó a caminar con mucho esfuerzo cuesta arriba hasta que al fin logramos llegar hasta arriba.
“¿Estás bien?”, pregunté.
“¿Enserio preguntas por mi cuando fuiste tú la que se cayó?”, dijo riendo.
“Tú también bajaste”, dije con mis mejillas sonrojadas.
“Estoy bien”, dijo caminando conmigo en sus brazos
“Al menos no estábamos tan lejos del auto”.
Unos 10 minutos después llegamos a la camioneta, él me subió con mucho cuidado del lado del pasajero y rodeo el auto para entrar al lado del conductor, empezó a manejar rápidamente hacia el hospital.
Cuando llegamos al hospital Jared me levantó de nuevo con mucho cuidado y entro conmigo en brazos.
Las enfermeras al verme toda llena de tierra y con muchos rasguños por todo el cuerpo se preocuparon y me llevaron en una camilla rápidamente hacia el área de urgencias.
Después de hacerme una radiografía en el tobillo descartaron la idea de que pudiera tener algún hueso roto y el doctor me dijo que tenía un esguince de tobillo grado 1.
“No es tan grave para el nivel de altura del que caíste, tuviste mucha suerte de no golpearte la cabeza”, dijo el doctor después de terminar vendar mi tobillo
“Necesitaras guardar reposo por al menos 3 semanas, deberás de tomar los medicamentos que te prescribí, y utiliza una tobillera para que te ayude mejor a inmovilizar la articulación”.
“Gracias doctor”, dijo Jared.
“Tienes suerte que tu novio es fuerte, yo no habría podido bajar hasta ese barranco y luego subir contigo en mis brazos”, dijo el doctor con un toro humorístico
“Cuida mucho a tu novia y ten más cuidado cuando corres niña”, dijo mirándome a mí.
“Lo tendré, gracias”
Jared me tomó de nuevo en sus brazos y me ayudó a subió al auto, cuando al fin estuvimos solos sentí como mis Ojos se empezaron a debilitar, Jared me miro muy preocupado.
“¿Te duele mucho?”, pregunto preocupado, pero yo negué con la cabeza.
“No podré ir de esta forma a Australia”, dije triste,
“Olivia acabas de caerte de un barranco y tú en lo único que piensas es en ese recital”, dijo frunciendo el ceño.
“Tenía unas enormes ganas de ir”, dije con algunas lágrimas deslizándose por mis mejillas.
“Olivia mírame”, dijo tomando mi rostro con delicadeza
“Ese recital no importa, me importa más que estés bien. Además, el doctor dijo que serían 3 semanas de recuperación, probablemente para la fecha del recitar ya podrás caminar sin problemas”.
“¿Crees?”, dije arrugando mis labios haciendo un puchero
“Te lo prometo”, dijo sonriéndome tiernamente.
…
Después de mi caída y que prácticamente no podía andar caminando libremente tuvimos que regresar a Francia, me sentía muy triste porque sé que a Jared le había emocionado la idea de pasar un tiempo juntos en un lugar tan hermoso como el Lago Lemán.
Por otro lado, una de las ventajas que apareció después de mi caída fue que Jared ha estado muy al pendiente de mí, viene todos los días a mi departamento para llevarme comida hecha por el mismo y frutas.
“Creo que después de todo no fue tan mala esta caída”, dije mientras lo veía cocinar.
Él solo rio negando con la cabeza.
“Ni siquiera sé que habría hecho si te hubiera ocurrido algo más grave”, dijo mientras picaba algunas verduras.
“Yo no sé qué habría hecho si no hubiera estado contigo ese día. Quizás todavía estuviera tirada en ese barranco o ya me habría comido algún animal salvaje”, dije encogiéndome de hombros
“Contigo ni siquiera tendría miedo de escalar el Everest” él lanzó una gran carcajada.
“No, creo que allí si muriésemos ambos del frio”, dijo riendo.
Jared terminó de cocinar y me sirvió un poco de comida en un plato.
“¿Estás interesado en ser mi chef personal por un módico suelo?”, dije sintiendo el exquisito sabor de la comida.
“Puedo ser tu chef durante todo este tiempo que necesites de cuidados”, dijo guiñándome un ojo.
“Será muy difícil que te escapes después de mi”, dije advirtiéndole
“Esta casa tiene un pequeño ático en donde te puedo mantener secuestrado por si intentas escapar por si ya no me quieres hacer mi comida”.
Él hizo una expresión de horror muy graciosa y ambos empezamos a reírnos.
“Creo que ahora será el momento perfecto para comprar mi piano y así seguir ensayando para el recital desde mi casa”, dije y él asintió.
“Es una buena idea, había pensado en decirte eso, conozco un lugar en donde podrías comprarlo”
“Podríamos ir después de comer”, dije entusiasmada.
“Claro”, dijo sonriéndome.
Seguimos comiendo en silencio hasta que ese silencio fue interrumpido por el sonido de mi celular, lo tomé y me di cuenta de que era Iván.
“Hola”, dije contestándole feliz.
“Olivia no sé qué está sucediendo aquí, pero tengo la oferta de 3 empresas para firmar con ellos, entre ellos está Spinter Enterprises”, dijo haciendo que casi me ahogara con mi comida
“¡Lo lograste Olivia!”
“¿Enserio?”, dije sorprendida
“¿Y con quien piensas firmar?”, dije curiosa.
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