El innombrable vive en New York -
Capítulo 71
Capítulo 71:
“Your skin Oh yeah your skin and bones Turn into something beautiful You know, you know I love you so You know I love you so”, seguimos cantando ambos.
Mientras cantábamos Bradley se veía muy relajado y parecía estar disfrutando de nuestra compañía, vi el monitor de los signos vitales de Bradley y había uno de sus signos vitales que empezó a disminuir.
“¿Bradley?”, dije agitando un poco su mano,
“¿Bradley?”, dijo Leonardo levantándose para verlo mejor.
“Creo que llamaré a un doctor”, dije levantándome preocupada.
En ese momento empezó a hacer un ruido el monitor anunciando que sus signos vitales habían caído, corrí hacia el pasillo a buscar un doctor.
“¡Por favor ayúdennos!” dos doctores corrieron hacia la habitación y detrás de ellos iban unas enfermeras.
Cuando entré a la habitación Leonardo estaba haciéndole RCP su hermano, los doctores lo apartaron de Bradley y ellos empezaron a tratar de reanimar a Bradley.
“Por favor ayúdenlo”, dije llorando.
Todo empezó a suceder como en cámara lenta, los doctores haciendo todo lo posible por reanimar a Bradley y Leonardo apretando mi mano mientras sus ojos estaban llenos de lágrimas.
Ninguno de los doctores parecía rendirse, todos haciendo todo lo posible para que el corazón de Bradley siguiera latiendo, pero el monitor de signos vitales seguía sin detectar los latidos de su corazón.
No sé cuánto tiempo pasó hasta que el doctor se bajó de la camilla y nos miró con una expresión triste.
“Lo sentimos mucho, hicimos todo lo posible”.
Un grito desgarrador salió de los labios de Leonardo corrió a abrazar el cuerpo de su hermano, cubrí mi rostro mientras las lágrimas empezaban a salir como si fuera una cascada.
“Hermano mío por favor no te vayas, quédate conmigo”, dijo Leonardo con la voz quebrada.
Los doctores y las enfermeras se fueron de la habitación para darnos un momento a solas, Leonardo y yo no dejábamos de llorar.
Me acerqué a Leonardo quien estaba arrodillado frente a la camilla y lo abracé por la espalda.
“Olivia por favor dime que esto no es real, dime que esto es solo una pesadilla”, dijo entre lágrimas.
“Lo siento mucho Leo”, dije abrazándolo con más fuerza.
…
Miraba como mis tacones se hundían en la tierra mientras caminaba cabizbaja, ni siquiera me importaba que el suelo húmedo ensuciara mis zapatos.
Levanté mí vista al frente mientras me seguía cubriendo con la sombrilla de las pequeñas gotitas de lluvia que estaban cayendo.
No conocía a la mayoría de las personas vestidas de negro que estaban a mí alrededor, seguí caminando hasta que llegamos al lugar en donde sepultarían a Bradley.
Sus familiares subieron a un pequeño podio en donde dijeron algunas palabras de despedida para Bradley, lo que más me rompió el corazón fue cuando su padre subió.
A pesar de que trato de reprimir sus sentimientos al final termino llorando y termino su discurso agradeciendo a todas las personas por haber venido a despedir a su hijo por última vez.
Por último, subió Leonardo al podio para decir unas palabras, de su saco negro saco una hoja de papel, aclaro su garganta y empezó a leer.
“Mi hermano menor, mi querido hermano Bradley, con el dolor más grande de mi corazón tengo que despedirte este día, mi corazón jamás podrá expresar todo el amor que siento por ti y el dolor que dejas en él. Dejaré atrás el dolor de verte encerrado en cuatro paredes de un hospital y me llevaré todos los buenos recuerdos que hicimos desde que éramos niños hasta el día de mi muerte. Recuerdo nuestras pequeñas peleas cuando éramos pequeños tratando de sorprender a nuestros padres para que ellos vieran quien era el mejor hijo, a pesar de todas nuestras luchas hoy tengo que aceptar que siempre fuiste tú el mejor hijo y también el mejor hermano que pude haber tenido, ahora extrañare más que nunca el dulce sonido de tu risa burlarse ante cualquier tontería que hacíamos. Siempre dijiste que te gustaba ver más el amanecer que el atardecer, decías durante el amanecer nuevas esperanzas se creaban y durante el atardecer todas esas esperanzas eran arrebatadas, este día mis esperanzas han sido arrebatadas”, dijo con la voz a punto de quebrarse, aclaro su garganta y nuevamente habló:
“Nunca me imaginé que el destino me arrebatara tan pronto a mi hermano de haberlo sabido te habría hecho muchas preguntas, habría capturado cada una de tus palabras antes de que cada pedazo tuyo se me fuera arrebatado. Si no te conociera tanto, podría jurar que todavía estas aquí, porque todavía te siento cerca de mí, porque a pesar de que tu cuerpo quedé debajo de un gran jardín de flores tú siempre vivirás dentro en mi corazón”.
Leonardo se bajó del podio y se alejó un poco de allí. Bajaron el ataúd de Bradley al agujero de tierra, algunas personas arrojaron flores encima de su ataúd y luego empezaron a llenar el agujero con tierra.
“Lo extrañaré tanto”, dijo Carolina con algunas lágrimas en sus ojos.
“Yo también”, dije abrazándola.
“Fue muy hermoso lo que dijo Leonardo”, dijo ella sollozando un poco.
“Si”, admití
“Debe estar muy triste”, dije viéndolo a lo lejos, estaba parado viendo como le echaban tierra al ataúd de su hermano.
“Jamás había visto al Señor Spinter tan triste”, dijo Abigail apretando su ramo de flores que sostenía en sus brazos.
“Espero que se recupere pronto”, dijo Gabriel.
“Miren, ya podemos ir a dejar las flores”, dijo Abigail señalando como algunas personas dejaban flores encima de la tierra.
“Vamos”, dijo Carolina, todos asentimos.
Me arrodille frente a la tumba de Bradley y deje el ramo de rosas blancas que había comprado para él.
“Nunca te olvidaré Bradley”, dije poniendo el ramo de flores.
Mis amigos pusieron su ramos de flores en la tierra y nos alejamos de allí, todas las personas se empezaban a ir y nosotros también.
Empezamos a caminar hacia el estacionamiento en donde estaba el auto de Gabriel, cuando llegamos al auto Carolina empezó a llorar de nuevo.
“Lo siento, pero es que no puedo…” ni siquiera pudo terminar y cuando empezó a llorar desconsoladamente.
“Tranquila”, dijo Gabriel abrazándola.
Todos la empezamos a consolar ella simplemente seguía llorando más, mientras abrazaba a Carolina vi a lo lejos a Leonardo acercarse a la tumba de su hermano, estaba él solo, ya todos se habían ido de allí.
“Si quieren váyanse ustedes, yo regresaré en taxi”, dije.
“¿Segura?”, preguntó Bradley.
“Si”, dije, ellos asintieron y se subieron al auto
Empecé a caminar hacia donde estaba Leonardo hasta que vi el auto de Gabriel desaparecer.
La lluvia no cesaba sin embargo no era tan fuerte, empecé a caminar cuidadosamente sobre la tierra mojada para no caerme, cuando estuve cerca de Leonardo mi corazón se encogió al verlo completamente empapado.
Todo este tiempo no había estado debajo de una sombrilla, me acerqué por detrás y estiré todo mi brazo para cubrirnos a ambos con mi sombrilla, tuve que ponerme un poco de puntitas para que la sombrilla no rozara su cabeza ya que él es muy alto.
Él se dio cuenta de mi presencia cuando ya no sintió las pequeñas gotitas de lluvia rebotar en su cuerpo.
Él me miro serio por unos segundos y luego me dedico una media sonrisa, yo también le sonreí, después de eso regresó su vista hacia la tumba de su hermano.
“No tienes por qué cubrirme, de todas formas, ya estoy mojado”, dijo con la vista perdida.
“Lo sé, pero no quiero que te enfermes”, dije.
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