Capítulo 61:

“Mucho gusto”, respondió Valentina.

“¿Y qué sucede? Se ven un poco preocupados”, dije viéndolos.

“Creo que tú también lo estarás cuando veas esto”, dijo Valentina pasándome una revista.

Tomé la revista y abrí los ojos sorprendida al ver que en la portada aparecíamos Jared y yo en la boda de la embajadora, decía algo en francés, pero no entendía.

“¿Qué dice?”, pregunte.

“La nueva pareja de Jared Le Goff”, dijo Valentina.

“¿Qué?”, dije asustada.

Abrí la revista y me di cuenta de que había más fotos, algunas eran de nosotros en el barco, otras antes de entrar a las catacumbas y las ultimas en la boda de la embajadora.

“Debemos de arreglar este malentendido”, dije mirándolos a ambos.

“Si ya le dije eso a Jared, así que no se preocupen”, dijo Valentina.

“Gracias Valentina”, dijo Jared.

“Solo no pasen tanto tiempo juntos esta noche, los paparazis estarán muy al pendiente de ambos”, dijo Valentina y ambos asentimos.

Valentina se fue de la oficina dejándonos solos a Jared y a mí.

“Al parecer los demás no me quedaban viendo sorprendidos por mi nuevo corte de cabello”, dije y Jared rio un poco.

“Los rumores se corrieron muy rápido”, dijo Jared negando con la cabeza.

“Todo estará bien, no me acercaré a ti en todo el recital de esta noche”, dije segura.

“Al menos no salió nada sobre cuando nos quedamos varados en medio de la nada”, dijo Jared riendo.

“¿Crees que ya tengo mi propio club de haters por ser tu novia falsa?”, dije riendo

“En serio lo siento por haberte metido en este problema”, dijo Jared.

“No te preocupes, todo estará bien”, dije levantándome de mi asiento

“Si me disculpas iré a ensayar un poco para esta noche, ¡Mi primer gran noche en un teatro de Francia!”, dije emocionada antes de salir de su oficina.

Entre a la otra habitación donde había un plano y empecé a ensayar las canciones de esta noche.

Martin ya nos había traído nuestros atuendos, cuando me lo probé me quedaba a la perfección así que prácticamente ya estaba lista para esta noche.

Debido a que no quería causarle problemas a Jared pedí un taxi que me llevara al hotel.

Cuando llegué a mi habitación empecé a vestirme con el atuendo que había diseñado Martin. Mi vestido de esta noche era más sencillo que el de la boda, pero seguía siendo muy hermoso, era de color negro largo.

Con la plancha hice unas pequeñas ondas en mi cabello, me maquillé y por último me puse unos tacones negros altos.

Cuando estuve lista pedí un taxi que me llevo hasta el teatro, en el lugar ya había bastantes personas.

Jared nos había dicho que todos los músicos entrabamos por una entrada trasera para evitar los paparazis así que busque esa entrada.

Cuando estuve dentro del teatro empecé a buscar a Jared para preguntarle algo, pero vi que lo estaban entrevistando así que no lo interrumpí.

Me tome un tiempo para apreciar el teatro, era más grande que el de Nueva York, no sé si era porque estaba en Francia, pero yo veía más bonito este teatro.

Cuando ya solo faltaban 5 minutos para que empezara el recital ya todos estábamos en nuestros respectivos puestos, Jared ahora era el que guiaba a todos los del grupo de los violistas así que ambos estábamos bastante lejos.

El telón se abrió y todas las personas empezaron a aplaudirnos, tal y como lo habíamos ensayado yo empecé a tocar el piano y después mis demás compañeros siguieron con los demás instrumentos.

Cada vez que llegábamos al gran final mi cuerpo se llenaba de adrenalina y felicidad, era capaz de cerrar los ojos y seguir tocando el piano a la perfección.

Cuando todos terminamos de tocar todo el público se paró para aplaudirnos, el telón se cerró, todos nos levantamos y nos tomamos de las manos para hacer el saludo de cortesía, una vez más el telón se abrió e hicimos nuestro saludo.

“¡Bien hecho todos! A salió a la perfección como siempre”, dijo Jared.

“Estuviste genial en tu primer recital con nosotros”, me dijo una chica del equipo.

“Gracias”, dije sonriéndole.

Iba a despedirme de Jared, pero lo vi que de nuevo estaba ocupado porque había unas personas de la prensa entrevistándolo. Tomé mis cosas y salí por la puerta trasera para pedir un taxi.

Estaba esperando a la orilla de la calle a que pasara un taxi, pero empezó a llover así que regresé a la entrada del teatro para no mojarme. Mi vestido no tenía mangas y la lluvia hacía que la noche estuviera más fría de lo normal.

Tomé mi celular y pedí un taxi, decía que iba a tardar unos minutos porque había un poco de tráfico así que no me quedo otra opción más que seguir allí parada mientras veía la lluvia.

Era la primera vez que veía llover en Francia, a pesar de que el cielo estuviera muy nublado y el ruido de la lluvia fuera muy fuerte todavía así este lugar seguía teniendo un toque romántico.

“Vaya que es la cuidad del amor”, dije abrazándome a mí misma porque tenía frio.

En ese momento sentí como alguien me ponía un saco en los hombros para que no sintiera frio, sonreí al pensar que era Jared.

“No deberías de estar mucho tiempo afuera”, dijo una voz detrás de mí.

Me di la vuelta asustada para ver al dueño de esa voz, cuando lo vi parado detrás de mi sentí como todo mi cuerpo se congeló, él me miraba con una expresión triste.

“Hace mucho frio y podrías enfermarte”, dijo Leonardo.

Sentí como mi corazón empezó a acelerarse cuando lo vi detrás de mí, su expresión era seria, pero se veía muy triste ´¿Acaso estaba triste por mí?`

No fui capaz de pronunciar una palabra ni tampoco de moverme, solo me quedé allí paralizada, él me miro sus labios se abrieron como si estuvieran a punto de decir algo, pero se detuvo.

Algunas gotas de lluvia recorrían su frente, algunos de sus cabellos estaban despeinados en su frente, se notaba como si hubiera corrido para llegar hasta aquí.

´¿Me estoy volviendo loca o acaso está aquí solo por mí?`

Él se empezó a acercar a mí y por alguna extraña razón yo no quería escapar, no quería estar lejos de él.

“Te ves muy hermosa”, dijo acariciando mi mejilla con su mano.

“¿Qué haces aquí?”, dije apartando mi rostro para que ya no me siguiera tocando, él sonrió de lado al escuchar mi pregunta.

“No pude estar contigo en tu último recital y te prometí que estaría contigo”, dijo.

Bajé mi rostro y reí irónicamente.

“Eso fue antes de tu compromiso, creo que ya no es necesario que cumplas nada”, dije mirándolo a los ojos.

“Te amo Olivia”, dijo haciendo que mi respiración casi se detuviera.

Realmente quería lanzarme a sus brazos y decirle que yo también lo amo, pero mi orgullo no me lo permitía.

“Al parecer no recordaste que me amabas cuando decidiste comprometerte”, dije.

Él se acercó un poco más a mí y tomo mi mano, su mano estaba muy fría a comparación de la mía.

“Renunciaría a todo ahora mismo si tú también me amas”, dijo muy cerca de mí, sus hombros se levantaban mucho por su respiración que cada vez era más profunda.

Estaba a punto de pronunciar algo que viniera muy directo de mi corazón cuando escuche la voz de Jared detrás de nosotros.

“¿Olivia?”, dijo Jared apareciendo en la entrada del teatro.

“No te amo”, dije fría.

Me aleje de Leonardo, su expresión era nostálgica.

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