Capítulo 59:

“No, solo estaba en Nueva York para trabajar, yo nací en Nashville”, dije.

“¿Nashville? Nunca había escuchado de ese lugar”, dijo.

“Es un lugar de donde han salido los mejores cantantes de música country”, dije.

“Ya veo cual es la razón por la cual también tocas la guitarra”, dijo sonriéndome

“Yo no sé tocar la guitarra, tal vez podrías enseñarme algún día”.

“Lo haré si me enseñas a tocar el violín”, dije y él me sonrió.

“Me parece un trato justo, ¿Trato?”, dijo extendiendo su mano.

“Trato”, dije tomando su mano.

Jared me siguió hablando de otras cosas, pero sinceramente ya no le estaba poniendo atención, poco a poco me fui quedando dormida.

A la mañana siguiente me desperté por el sonido de un motor, abrí los ojos muy asustada y me di cuenta de que había una grúa frente al auto, Jared estaba afuera del auto hablando con el hombre de la grúa.

Me di cuenta de que Jared había bajado completamente mi asiento para que yo pudiera dormir mejor, puse de nuevo el asiento como estaba antes y me baje del auto.

“Buenos días”, dije cuando me bajé.

“Buenos días”, dijo Jared sonriéndome.

Nos contó el hombre de la grúa que por la tormenta de ayer se habían caído algunos árboles y habían arruinado la señal por la zona. Jared pidió un taxi para ambos y después me paso dejando a mi hotel.

“Gracias por todo”, le dije a Jared cuando ya habíamos llegado al hotel.

“Gracias a ti por no golpearme por habernos quedado ayer en medio de la nada”, dijo Jared y yo reí

“Como recompensa puedes tomarte el día libre”.

“Gracias y buen día”, dije despidiéndome con un beso en la mejilla.

“Buen día Olivia”

Empecé a golpear el volante del auto con los dedos impacientemente, era la segunda calle en la que encontraba que la estaban trabajando, ocasionando que hubiera más tráfico del normal.

Mi celular empezó a sonar y ni siquiera tuve que verlo para saber que era Selena de nuevo, llevaba al menos 30 minutos de retraso para el almuerzo con ella y su padre.

Casi quince minutos después llegué al restaurante en donde habíamos decidido reunirnos, en la entrada me encontré con Selena quien se veía muy enfadada.

“No recuerdo que fueras tan impuntual”, dijo Selena mirándome enfadada.

“Fue el tráfico”, dije, ella me miro con un poco de fastidio.

“Ven, mi papá nos espera”, dijo entrando al restaurante de nuevo.

“Empecé a creer que no vendrías”, dijo Thomas al verme.

“Perdón tuve algunos inconvenientes”.

“¿En esta ciudad? Te creo, esta cuidad cada día parece más un caos”, dijo haciendo una mueca

“Ahora que ya no estaré al frente de la empresa por fin podré mudarme a una cuidad más tranquila”.

“No me digas que piensas abandonarnos”, dijo Selena con una sonrisa burlona.

“Esa es la idea”, dijo riendo

“Solo esperaré la boda y luego desapareceré de Nueva York”.

En simple hecho de recordar nuestra futura boda con Selena hacia que me pusiera un poco tenso, ni siquiera me había detenido para a hablar con ella a solas y tampoco quería hacerlo.

Selena siempre ha sido para mi gusto muy superficial, el tiempo en el que fuimos novios casi siempre nuestras conversaciones eran sobre ella y sus grandes aventuras por Inglaterra cuando iba a la universidad.

Sin embargo, una de las cosas que admiro mucho de ella es que es una mujer muy inteligente para los negocios ¿Y cómo no serlo? Fue una de las mejores estudiantes de su clase.

“¿Sabes por qué elegí este restaurante para reunirnos?”, me preguntó Thomas.

“No”.

“Siempre hay música en vivo a esta hora, mira están a punto de tocar”, dijo Thomas mirando por encima de mi hombro.

Ni siquiera me di la vuelta para ver a las personas que iban a cantar.

“Supongo que nos hemos reunido aquí para hablar de algo más y no para escuchar música”, dije frio.

“Ahora que tú y Selena han hecho oficial el compromiso solo necesito que fijen la fecha de la boda, después de eso firmaremos los respectivos documentos para hacer oficial el traspaso de la empresa, estaba pensando de que tal vez sería perfecto dentro de un mes”.

“Papá eso es muy pronto”, dijo Selena.

“¿Qué tiene de malo? Entre más antes lo hagamos, mucho que mejor”.

“Creo que es muy pronto… ¿Tú que piensas Leo?”, dijo Selena viéndome.

En ese momento escuche las primeras notas de un piano y luego la voz de una mujer que hizo que mi cuerpo se estremeciera, mi mente no pudo evitar asociar su tono de voz con la de Olivia ¿Acaso es posible que sea Olivia la que está cantando?

La mujer estaba cantando la misma canción que Olivia cantó la primera vez que la conocí, me di la vuelta para ver hacia donde estaban las personas tocando y cantando en vivo, la silueta de la mujer era similar a la de Olivia, mediana estatura, cabello largo y rubio y tez muy blanca.

Me levanté de golpe y camine hacia la dirección en donde estaba ella, sin ni siquiera notarlo mi corazón se aceleró ¿Acaso estaba emocionado por ver a Olivia? Por supuesto que lo estoy.

“Olivia”, dije tocando del hombro a la chica que cantaba, ella se sobresaltó y me miro con el ceño fruncido.

Ella no es mi Olivia.

“Disculpé, la confundí con alguien más”, dije y ella me miro con el ceño fruncido.

Regrese a la mesa en donde estaba antes.

“¿Qué fue eso?”, dijo Selena.

“Nada, me parecía conocerla”, dije serio.

“¿Entonces qué piensas sobre la fecha de la boda?”, pregunto de nuevo Selena.

“Podríamos dejarla dentro de un año”, dije haciendo que Thomas riera.

“¿Un año?”, dijo Thomas riendo

“¿Por qué quieres esperar tanto tiempo hijo?”

“De hecho, es perfecto”, dijo Selena

“En ese tiempo ambos podremos empezar a acostumbrarnos a ambas empresas y cuando se haga el traspaso será mucho más fácil”.

Thomas nos miró dudosos por unos segundos, pero después acepto nuestra respuesta.

“Esperaré hasta enero, no más”, dijo Thomas.

“Está bien papá”, dijo Selena sonriéndole.

“Pero quiero que hagan una fiesta de compromiso lo antes posible”, dijo Thomas.

“Pero papá, ¿No crees que es un poco pronto?”, dijo Selena.

“No”, dijo serio

“Ahora que los deje elegir la fecha de boda quiero elegir yo la fiesta de compromiso, y quiero que sea al menos en un mes”.

“Está bien”, dije.

“Perfecto”, dijo antes de apartar un poco su plato de comida

“Tengo que irme, tengo algunos asuntos que atender, por favor terminen de comer sin mí”, dijo Thomas levantándose y caminando hacia la salida del restaurante.

“¿Qué te sucedió hace un momento? Casi te le tiras encima a la mujer que estaba cantando”, dijo Selena frunciendo el ceño.

“No es de tu incumbencia”, dije serio mientras seguía comiendo

“Por cierto… ¿Por qué aceptaste mi oferta de un año?”

“No es de tu incumbencia”, dijo antes de beber un poco de su jugo.

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