El innombrable vive en New York -
Capítulo 45
Capítulo 45:
Él se sirvió una taza de café y después ambos nos sentamos frente a la gran vista de las ventanas de su oficina.
“Escuche que tuviste algunos problemas con un proyecto en Inglaterra”, dijo Thomas.
“Sí, los inversores se retiraron del proyecto y otra empresa compro la parcela en donde nosotros construiríamos nuestra empresa”, dije y él asintió.
“¿Qué piensas hacer?”
“Agote todas mis opciones, trate de negociar con la empresa que compro la parcela, pero no aceptaron mi oferta y mi última opción eres tú”, dije mirándolo.
“¿Qué tienes en mente?”, preguntó tomando un sorbo de su café.
“Mi empresa siempre estará a cargo del proyecto y si tu empresa invierte en este proyecto le daré una franquicia”.
“Sabes Leonardo, yo siempre te he visto como un buen hombre, recuerdo cuando tu padre y yo solíamos competir por quien tenía más poder, cuando tu padre se retiró y te nombro director de la empresa pensé que la empresa se iría a la quiebra, pensaba que eras muy joven para tomar un puesto tan importante, mis respetos para ti Joven Spinter”, dijo.
“Gracias” respondí.
“Como sabes solo tuve una hija en toda mi vida”, dijo y yo asentí
“Sé que Selena es una mujer muy inteligente y capaz sin embargo no creo que esté preparada para tomar el puesto de directora, al menos no este año. Tengo miedo de dejarla como heredera y no sepa qué hacer con el rumbo de la empresa”.
“Su hija es muy inteligente e ingeniosa al igual que usted”, dije y él sonrió.
“Lo sé, sin embargo, no creo que los socios de la empresa la acepten, estoy más que seguro que intentaran quitarla del poder” se quedó pensativo por unos segundo y luego me miro serio
“Leonardo sé que eres igual de ambicioso que tu padre, los negocios son lo nuestro, nacimos para esto”, dijo sonriéndome
“Es por eso por lo que te ofrezco más que mi ayuda, quiero te cases con mi hija y tomes mi lugar como CEO de Strike Enterprises”, dijo haciendo que yo lo mirara sorprendido.
“Pero ese el lugar de tu hija”.
“Y lo seguirá siendo, quiero que tú la guíes y le enseñes como manejar la empresa. Y la única forma en que los accionistas de la empresa te acepten como CEO es casándote con Selena”, dijo Thomas inclinándose hacia mí.
“Thomas es una gran oferta, pero…” él me interrumpió.
“¿Acaso no has trabajado todo este tiempo para conseguir poder? Si aceptas mi oferta no solo te convertirás en el hombre más poderosos de Nueva York, serás uno de los hombres con más poder en el mundo”, dijo Thomas.
“Mi empresa no está pasando por un buen momento”, dije sincero.
“Lo sé, no vendrías hasta mi empresa simplemente para hablar conmigo”, dijo sonriendo
“Sé que me necesitas y yo te necesito a ti, además recuerdo que tú y Selena salieron por un tiempo antes de convertirte en CEO, ustedes dos se conocen muy bien”.
“Ella y yo éramos muy jóvenes”, dije.
“¿Qué es lo que te detiene Leonardo? ¿Acaso son los sentimientos los cuales te detienen de tomar esta decisión?”, dijo alzando una ceja, yo no fui capaz de responder
“Hijo mío, eres muy inteligente e ingenioso sin embargo hay una cosa que todavía no has entendido… En cuestión de negocios el amor no existe”, dijo acercándose a mi
“¿Acaso crees que tu padre y tu madre se casaron porque se amaban?”, dijo riendo.
“Sé que también los obligaron a casarse por el futuro de las empresas”.
“¡Exacto! Después tu padre se convirtió en uno de los hombres más ricos. Solo piensa, si tú te casas con mi hija ambos se convertirán en las personas más poderosas de Nueva York”, dijo
“El amor puede ser algo secundario que puede surgir con el tiempo entre tú y Selena tal y como sucedió con tus padres”, dijo sonriéndome
“¿Acaso no es el poder lo que siempre has deseado?”
“Si” admití.
“¿Entonces qué esperas? Puedes tener el mundo ante tus pies con un simple ´Si`”, dijo acercándose a mí
“¿Qué dices Leonardo?”, dijo sonriéndome.
“Yo…”
…
Mi nariz no pudo resistirse al exquisito aroma del desayuno, abrí los ojos y después me comencé a estirar en la cama.
Había dormido tan bien esta noche, me di la vuelta para ver las hojas del árbol que estaba fuera de casa, sonreí al pensar que si fuera niña Iván y yo probablemente nos escaparíamos por la ventana de mi habitación para ir al parque de diversiones.
Me levanté y tome una ducha, me vestí y aliste mis maletas para regresar de nuevo a Nueva York, cuando baje las escaleras fui a la cocina y me encontré a todos preparando el desayuno menos yo.
“¿Qué sucede aquí?”, dije sorprendida.
“Papá tuvo la idea de sorprenderte con preparar el desayuno para ti, pero casi incendia toda la cocina tratando de preparar el desayuno, entonces tuvimos que ayudarle”, dijo Iván en todo burlón, mi padre lo fulmino con la mirada.
“Gracias”, dije sonriéndoles a todos.
Me senté en el comedor.
“Te hice unos wafles”, dijo mi padre poniendo un plato frente a mí.
“Gracias papá”, dije dándole una media sonrisa, él también me sonrió.
“Es por lo único que le agradecerás, yo hice lo demás”, dijo mi mamá sirviéndome un vaso con jugo de naranja, yo empecé a reír.
“¡Hey! ¿Y yo? ¿Acaso estoy pintado?”, dijo Iván cruzándose de brazos.
“Tú solo viniste a robarte los wafles que iba preparando”, dijo mi mamá, todos empezamos a reír.
“Es porque te quedan muy deliciosos mamá”, dijo Iván dándole un beso en la mejilla.
“¡Deja ese wafle allí Iván!”, dijo mi mamá regañándolo por querer robarle uno mientras le daba el beso.
“Tienes casi 26 años y sigues actuando como un niño”, dijo mi padre.
“Y aun así me amaran”, dijo Iván guiñándoles un ojo
“Gracias mamá”, dijo robando un wafle
“¿Dormiste bien hermanita?”, pregunto sentándose a mi lado.
“De maravilla, ni siquiera recordaba que estaba Nashville pensé que todavía seguía en Nueva York” en ese momento abrí los ojos muy sorprendida, mis papás todavía no sabían que yo vivo allí.
“¿Vives en Nueva York?”, preguntó mi padre sorprendido.
Ya había pagado todas las deudas y había ´comprado` la casa de mis padres así que ya no tengo porque seguir ocultando donde vivo.
“Si” admití.
“Oh por Dios, mi hija vive en una gran ciudad”, dijo mi mamá sorprendida.
“No es para tanto”, dije riendo.
“Nunca me has dicho donde trabajas”, dijo Iván.
Todos me miraban muy atentos esperando mi respuesta.
“Trabajo como asistente en una empresa muy famosa en Nueva York”, dije.
“¿Enserio?”, dijo Iván sorprendido”
“¿Qué empresa?”
“Spinter Enterprises”, dije encogiéndome de hombros.
“¿Spinter Enterprises?”, dijo mi padre sorprendido
“¿La misma empresa de autos que hay aquí en Nashville?”
“Si” respondí.
“Dicen que el CEO es uno de los hombres más poderosos en Nueva York, algún día me gustaría conocerlo”, dijo Iván antes de darle una gran mordida a su wafle.
Yo sonreí, ni siquiera se imagina que yo soy su asistente personal.
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