Capítulo 41:

“Está noche tú serás como nuestra estrella, la gente estará más atenta a ti que todos los demás, mi esposa compro este vestido especialmente para ti y para esta noche”, dijo sacando un vestido que estaba en un closet.

El vestido estaba dentro de una bolsa para evitar que se ensuciara, abrí el zipper de la bolsa y saqué el vestido, era un vestido largo celeste claro sin mangas, era un poco descubierto de la espalda y con un discreto escote en la parte de enfrente.

“Oh por Dios, es hermoso”, dije al ver el vestido

“Dile que me encantó muchísimo”, dije abrazándolo.

“No te preocupes ella vendrá al recital, podrás agradecerle personalmente”, dijo sonriéndome

“¿Qué te parece si te presento al equipo?” yo asentí y caminamos al escenario en donde estaban algunas personas con instrumentos.

Después de que Edward me presentara a todos en el equipo, todos tomamos nuestros lugares para hacer un ensayo general.

Escuchar los violines sonar a la perfección hacia que la piel se me erizara, era simplemente todo perfección, después empezaba yo tocando las primeras notas con el piano.

Después de haber terminado el ensayo Edward nos aplaudió.

“¡Buen trabajo todos!”, dijo feliz por el resultado.

Ya solo faltaban dos horas para que empezara el recital así que fui a vestirme y al camerino de maquillaje en donde también estaban maquillando a otras chicas que tocaban otros instrumentos.

“Tocas increíble”, me dijo la chica que estaba a mi lado maquillándola.

“Gracias”, le dije sonriendo.

“Soy Jazmín”, dijo estrechando su mano y yo la tomé.

“Soy Olivia”, dije sonriéndole.

Jazmín me empezó a hablar un poco de cuando era pequeña y como le empezó a gustar tocar el violín, a la edad de 12 años gano un concurso en su escuela y sus padres decidieron mudarse a Nueva York para que asistiera a una escuela profesional.

Empecé a creer totalmente que ella era una niña prodigio de la música.

Después de que me maquillaran y me peinaran empecé a caminar por la parte de atrás del escenario solamente para conocer un poco.

Faltaba casi media hora para que el recital empezara, corrí muy emocionada detrás del telón y lo moví un poco para ver a Leonardo, lo busque con la mirada entre todas las personas, pero no lo encontré, estaba a punto de llamarlo por mi celular, pero escuché que nos empezaban a llamar a todos.

“¿Están todos?”, dijo Edward cuando me acerque.

“Sí”, dijo uno de los chicos que estaba con nosotros.

“Bien, cuando se abra el telón podrán ver que en la primera fila que están algunas personalidades famosas de los recitales, ellos están aquí para dejar un comentario del cierre de la gira, den lo mejor de ustedes esta noche y que todo salga bien”, dijo Edward.

Todos nos tomamos de los hombros y empezamos a hacer una oración, después cada uno se fue a su respectivo puesto para cuando abrieran el telón.

Mi corazón se empezó a acelerar cuando el telón se abrió y todas las personas empezaron a aplaudir, en ese momento los violinistas empezaron a tocar en sincronía.

Cuando el ritmo de los violines bajó, supe que era mi momento, las luces se pusieron tenues y un reflector me ilumino solamente a mí.

En ese momento me di cuenta porque había elegido ese vestido para mí la esposa de Edward, cuando el reflector se enfocó en mí el vestido empezó a brillar. Empecé a tocar y después los violines me empezaron a acompañar.

Todo el escenario parecía un lugar mágico, todo el escenario estaba lleno de humo por la máquina de humo.

Para el gran final del recital se empezó a iluminar lo que parecía un hilo de oro que recorre todo el escenario hasta llegar a mi piano el cual al final empezó a brillar por unas luces que tenía que ni siquiera me había dado cuenta.

Al final todas las personas se levantaron y empezaron a aplaudir, yo sonreí feliz antes de que el telón se cerrara.

“¡Bien hecho todos!”, dijo Edward.

Todos nos levantamos de nuestros puestos e hicimos el saludo de cortesía cuando se volvió a abrir el telón.

Empecé a buscar con la mirada a Leonardo, pero no lo encontré por ningún lado.

Vi a las personas que Edward había mencionado que eran famosas, todos nos aplaudían y nos miraban, entre esas personas famosas había un hombre en específico que me miraba fijamente a mí mientras aplaudía

El telón se volvió a cerrar y todos nos empezamos a abrazar de la emoción, todo había salido a la perfección.

Me fui al casillero en donde había dejado mi celular y lo saqué, quería llamar a Leonardo para preguntarle donde estaba, en ese momento Edward se acercó a mí y me dijo que unas personas me querías conocer.

“Ella es Olivia Baldinelli mi pianista” – dijo Edward presentándome ante las personas importantes que estaban en primera fila.

“Es un placer poder conocerla señorita”, dijo uno de los hombres más mayores.

“Realmente es un placer poder conocerlos a ustedes”, dije sonriéndoles.

Mi corazón estaba tan acelerado de la emoción, no podía parar de sonreír.

Cada uno de los hombres se empezó a presentar ante mí, pero quien más me llamo la atención fue el hombre que me veía fijamente cuando estaba en el escenario.

“Soy Jared Le Goff”, dijo el hombre mirándome.

“Es un gusto conocerlo”, dije sonriéndole.

“Señorita Baldinelli, ¿Alguna vez ha viajado a Francia?”, preguntó Jared.

“No”, dije sincera.

“Si algún día lo hace por favor busque mi estudio en esta dirección”, dijo Jared dándome una tarjeta

“Me encantaría poder tenerla en uno de mis conciertos”.

Jared tenía un acento francés cuando hablaba, era un hombre alto, de tez blanca, cabello castaño un poco claro y ojos azul claro.

“Sin duda alguna iré algún día a Francia”, dije sonriéndole.

Después de que terminara de hablar con ellos me aleje y fui a la parte trasera del escenario, saque mi celular para preguntarle a Leonardo en que parte del teatro estaba.

Estaba muy emocionada, no aguantaba las ganas por contarle lo que había sucedido, me di cuenta de que tenía un mensaje reciente de él, sonreí y abrí WhatsApp para leer su mensaje.

Cuando leí su mensaje mi sonrisa y la emoción que tenía se esfumo.

[Lo siento no podré llegar]

Empecé a recordar cuando él me dijo que estaría aquíconmigo, me sentí un poco decepcionada al darme cuenta de que él no estaba aquí.

Al día siguiente cuando llegue a la empresa Carolina me hablo y me dijo que fuera inmediatamente a la sala de reuniones de Leonardo, cuando entre me sorprendí al ver absolutamente a todos los inversores de la empresa, ninguno de ellos se inmuto de mi presencia cuando abrí la puerta.

Carolina me hizo una seña para que me sentara junto a ella, el ambiente se veía bastante tenso, Leonardo se veía muy enfadado.

“¿Qué sucede?”, le pregunté a Carolina.

“Todo es un caos, las acciones de Spinter Enterprises se desplomaron ayer por la noche, todos los inversionistas de Europa renunciaron y muchos de los que están aquí quieren retirar su inversión y otros exigen que cambien al CEO”, dijo Carolina en voz baja.

“La decisión de comprar la otra empresa de Nueva York fue una decisión abrupta, es claro que solo fue un movimiento de revanchismo”, dijo uno de los inversores.

“Comprar esa empresa no tiene nada que ver con lo que está sucediendo ahora, además, la empresa se benefició mucho los meses siguientes con la compra de esa empresa”, dijo Leonardo haciendo que el hombre se quedara totalmente callado.

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