Capítulo 39:

Después de la hora de almuerzo había regresado a la empresa y tal como estaba en mi agenda Leonardo estará en una reunión con unos socios de otra empresa, le llame a Bradley para que me fuera a traer, a los pocos minutos ya estaba esperándome afuera.

“¿No ha sospechado algo Leonardo?”, preguntó Bradley mientras empezaba a manejar al hospital.

“No, estaba en una reunión así que no creo que se dé cuenta de que no estoy en la empresa”, dije.

“Gracias por hacer esto”, dijo con una media sonrisa.

“¿Cuándo le dirás la verdad?”, pregunté y él suspiro profundamente.

“No lo sé”, dijo.

Miré discretamente a Bradley y ya no se veía tan sano como cuando yo lo conocí, se veía más pálido, ahora tenía ojeras, y el cambio más evidente es que ahora se ve más delgado.

Cuando llegamos al hospital nos bajamos y fuimos al consultorio en donde siempre le hacen su terapia.

Después de casi una hora él salió y empezamos a caminar al auto, mientras caminábamos no veía tan bien a Bradley de no haber sido porque lo tomé del brazo él se habría caído al suelo.

“¿Estás bien?”, dije preocupada.

“Si, es normal, a veces sufro de mareos después de la terapia”, dijo entrecerrando los ojos.

“Dame las llaves, conduciré yo”, dije y él no dijo nada más y me entrego las llaves.

Lo ayude a subirse al auto, le puse el cinturón de seguridad y me pase al lado del conductor.

“Bradley no creo que sea buena idea que regreses a la empresa en ese estado, creo que deberías de regresar a casa”, dije mirándolo preocupada.

“Llévame a casa”, dijo.

“Bradley te ves muy mal, no debes estar solo, si te llegaras a poner peor ¿Quién te ayudaría si estas solo? Te llevaré a casa de tus padres”.

“No quiero que mis padres me vean así”, dijo.

“Pero no voy a permitir que estés solo”, dije preocupada.

“Mis padres se preocuparán mucho si me ven así”, dijo.

Lo pensé por unos segundos tratando de buscar una alternativa y lo único que se me ocurrió fue llevarlo a mi departamento.

“Entonces te llevaré a mi departamento”, dije antes de poner en marcha el auto.

Él ya no volvió a decir nada y recostó su cabeza sobre la ventanilla del auto, manejaba con cuidado para que su cabeza no se golpeara.

Cuando llegue a mi departamento me baje y le ayude a Bradley a bajarse del auto, subimos hasta mi departamento y lo lleve a mi cama para que se recostara.

“No intentes escapar o me enfadaré mucho”, dije fulminándolo con la mirada.

“No lo haré”, dijo con una media sonrisa.

En ese momento mi celular empezó a sonar.

“M!erda, es Leonardo”, dije antes de salir de la habitación

“Hola”, dije contestando la llamada.

“¿Dónde estás?”, pregunto.

“Lo siento, salí de nuevo porque surgió un inconveniente con mi familia y tuve que depositar dinero en su cuenta bancaria”, dije mordiendo mi labio inferior nerviosa.

“No hemos salido juntos por un tiempo, ¿Te gustaría salir esta noche?”, dijo haciendo que yo sonriera.

“Claro”, dije sonriendo.

“¿Regresaras a la empresa?”, preguntó.

“Si, ya voy en camino”.

“Ok”.

“Te veo en unos minutos”, dije antes de colgar la llamada, regresé a donde estaba Bradley quien ya se había quitado los zapatos y se veía muy cómodo en mi cama.

“Te juro que esta cama es más cómoda que la mía”, dijo escondiendo su rostro con una almohada.

“No lo creo”, dije riendo.

En ese momento empezó a sonar de nuevo mi celular, pero esta vez era un número desconocido, no contesté la primera llamada, pero mi celular volvió a sonar por segunda vez así que contesté.

“¿Hola?” escuche la voz de Edward.

“Hola Edward”, dije sonriendo

“¿Cómo ha estado? pregunté.

“De maravilla desde la última vez que tocaste con nosotros, dejaste a todos impresionados con tu gran habilidad”, dijo y yo sonreí.

“Gracias”.

“¿Alguna vez habías tocado en un recital antes?”, preguntó.

“No”.

“Bueno es muy curioso, sonaste como si fueras una pianista profesional. ¿Sabes? Ese día había sido el último recital de la gira, pero recibimos muchos buenos comentarios sobre esa noche, la mayoría de esos buenos comentarios tenían que ver con la nueva pianista, entonces decidimos dar un último recital, habrá muchas personas busca-talentos, quien sabe, hasta podrían contratarte”, dijo.

“Me encantaría estar allí”, dije emocionada.

“Te pasaré más detalles del día por mensaje, y gracias de nuevo por ayudarme”, dijo antes de colgar la llamada.

“¡No puede ser!”, dije saltando de la emoción.

“¿Qué sucede?”, dijo Bradley descubriendo un poco sus ojos de la almohada para verme.

“¡Estaré tocando en un recital!”, dije emocionada.

“¿En serio?”, dijo sorprendido.

“¡Si!”, dije emocionada.

“Me alegra que estés haciendo lo que te gusta”, dijo sonriéndome.

“Bradley tengo que irme, dejaré el carro estacionado en el callejón para que Leonardo no lo vea” él asintió.

Salí de mi departamento, me subí al auto y lo estacione al fondo del callejón, subí de nuevo a mi departamento y deje las llaves en el mueble que estaba a la par de la puerta principal.

Tomé un taxi para que me llevara de nuevo a la empresa, unos minutos después ya estaba en la empresa.

Ni siquiera me había sentado frente a mi escritorio cuando Leonardo ya me estaba llamando para que entrara a su oficina, tome mi IPad y entré a la oficina.

“Ven siéntate”, dijo Leonardo señalando el sillón que estaba a unos metros de su escritorio

“Estaba pensando que últimamente hemos estado más distantes por mi trabajo, ¿Te gustaría salir hoy?”, preguntó y yo asentí

“Te veo más alegre de lo normal, ¿Ocurre algo?”, pregunto alzando una ceja.

“Edward se contactó conmigo para pedirme que vuelva a tocar en el recital”, dije emocionada.

“Eso es grandioso”, dijo sonriéndome

“Entonces tenemos una razón más por la cual debemos de salir hoy, tenemos que festejar tu logro”.

“Edward dijo que habrá personas cazatalentos y tal vez estén interesados en mí y me contraten”, dije emocionada.

“Sé que eres muy buena, pero no te ilusiones mucho”, dijo mirándome preocupado.

“Lo sé, pero estoy muy feliz de que al menos tenga la oportunidad de tocar de nuevo”, dije sonriéndole.

“Entonces este es el gran sueño por el que me dejaste plantado”, dijo bromeando.

“Siempre quise hacer esto, pero simplemente jamás me imaginé que llegara a ser posible”, dije.

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