El innombrable vive en New York -
Capítulo 32
Capítulo 32:
Me di cuenta de que los padres de Leonardo siempre los habían acostumbrado a nunca comer en silencio, se veía que eran una familia muy alegre y unida, en medio de la comida llego Bradley quien se sorprendió al verme.
“Olivia que sorpresa verte aquí”, dijo Bradley sonriéndome.
“¡Qué bueno es ver a toda la familia reunida!”, dijo Collin sonriéndonos a todos.
Sinceramente me sentí un poco especial cuando dijo “Toda la familia” y nos miró a todos. Sin darme cuenta empecé a recordar cuando mi padre solía ser así de cariñoso como Collin, no sé qué paso en el camino que lo llevo a ser así de frio conmigo como lo es ahora.
“¿Todavía cantas Olivia?”, pregunto Marianne con una tierna sonrisa.
Yo la miré un poco confundida al principio, pero supuse que Leonardo le había contado que yo contaba en algunos restaurantes en Nahsville.
“A veces cuando tengo tiempo libre”, dije.
“Recuerdo la primera vez que te escuchamos cantar, realmente tienes una linda voz”, dijo Collin, lo miré muy sorprendida.
´¿Acaso ellos me habían visto cantar?`
“Disculpe, ¿Cuándo me vio cantar?”, pregunte interesada.
Mire a Leonardo, pero él solo escondió una sonrisa juguetona.
“Pensé que ya te lo había dicho Leonardo”, dijo Marianne mirando a su hijo
“Te conocimos por primera vez hace un tiempo en Nashville, fuimos por asuntos de la empresa y nos detuvimos en una de las cafeterías para desayunar y fue allí en donde te vimos tocando la guitarra y cantando, recuerdo perfectamente que dijiste que la canción se llamaba ´Seven`”, dijo Marianne.
Automáticamente empecé a tener un flashback de la vez que Leonardo me dijo que había visitado Nashville por negocios.
“Una vez visité Nashville por negocios y tuve la oportunidad de escuchar música en vivo country, me gustó mucho”, dijo Leonardo.
“Supongo que tal vez fue a Grand Ole Opry House”, dije y él negó con la cabeza.
“Fui a un lugar un poco menos conocido”, dijo tomando un poco de su bebida.
“¿Hace cuánto fue eso?”, dije curiosa.
“Hace un año, estuve buscando trabajo y lo único que había conseguido era tocar y cantar en una especie de cafetería y bar, recuerdo que me pagaron poco, pero al menos pude comprar los medicamentos de mamá”.
“No recuerdo muy bien”, dijo tomando un bocado de comida
“Pero si recuerdo haber conocido a una cantante, cantaba muy hermoso”, dijo mirándome directamente a los ojos.
“Tal vez era una cantante profesional”, dije encogiéndome de hombros.
“Tal vez”, dijo frunciendo un poco el ceño.
Significa que a la cantante que se refería ese día era ¿yo?
“No sabía que nos habíamos conocido desde mucho antes”, dije sorprendida.
“Bueno, creo que Leonardo te contara después la historia”, dijo Marianne.
La comida término nos despedimos de Bradley y de los padres de Leonardo. Cuando estuvimos en el auto no me pude resistir a preguntarle sobre la vez que me conoció en Nashville.
“¿Por qué no me dijiste lo de Nashville?”, pregunté.
“Pensaba decírtelo en un momento más oportuno, pero ya que mi madre te dijo creo que ya no podre ocultarlo más” yo negué con la cabeza
“Ese día había viajado con mis padres a Nashville por algunos problemas que surgieron en la empresa de allí, cuando ya habíamos terminado de resolver los problemas estábamos muy hambrientos, no habíamos desayunado entonces nos recomendaron ese lugar, entramos y pedimos algo para comer, estaba viendo mi celular para verificar algunas cosas de la empresa cuando dijeron que tocarían música en vivo, si te soy sincero ni siquiera levante mi vista porque nunca me había llamado la atención nada de la música, tú empezaste a tocar la guitarra y después empezaste a cantar, tu voz me cautivo y no pude evitar levantar mi vista para ver a la dueña de esa voz, recuerdo perfectamente que tenías un vestido largo blanco y unas flores en la cabeza, ni siquiera seguí comiendo solamente te miraba a ti. Mis padres también les encanto tu presentación de ese día, queríamos conocerte… Bueno en realidad yo quería conocerte”, admitió riendo
“Pero te fuiste tan rápido del escenario que ya no te pude alcanzar”.
Leonardo no estaba mintiendo, ese día yo llevaba esa ropa puesta, recuerdo que había visto ese vestido en una tienda y me había encantado, ahorre un par de semanas y lo compré justamente 3 días antes de que me dieran la oportunidad de cantar allí para ganar un poco de dinero, antes de subir al escenario conseguí unas flores y las puse en mi cabello para verme un poco mejor porque había olvidado maquillarme en casa de la emoción que al menos ganaría un poco de dinero haciendo lo que a mí me gusta.
“Mucho tiempo después había tenido problemas porque mi antigua asistente no era muy organizada y hacía que yo faltara a muchas reuniones entonces la despedí y le dije a la Señorita Smith que pusiera una oferta de trabajo pero que no dijera que era para ser asistente de un CEO”, dijo Leonardo.
“Lo recuerdo, cuando Carolina me dijo que había sido contratada y que sería asistente del CEO de esa empresa me sorprendí mucho, pensé que no había leído bien la oferta de trabajo, pero juraría que no mencionaba nada de trabajar con el CEO, ¿Por qué decidiste que no dijeran que trabajarían con el CEO?”, pregunte.
“Siempre lo había hecho de esa forma y casi siempre llegaban mujeres que no eran competentes para ese puesto o solo les interesaba salir conmigo, así que decidí que pusieran una oferta de trabajo para ser asistente de una persona con un cargo mucho menor, sabía que de esa forma no llegarían tantas personas interesadas y sería más fácil elegir a mi asistente, la mayor sorpresa llego un día por la noche cuando la Señorita Smith me envió el único curriculum que había llegado desde que ella publico la oferta de trabajo. Te juro que no lo podía creer cuando vi tu foto entre los papeles, leí toda tu información y me pareció que eras buena para el puesto entonces le dije a la Señorita Smith que te contratara. Lo demás ya lo sabes tú, por eso era mi prisa por conocerte el día de la entrevista y sin querer sucedió lo del charco”, dijo haciendo que yo riera
“No creía en esas cosas del destino, pero por las casualidades de la vida y por como nos conocimos he empezado a pensar de que tal vez ya estábamos destinados a conocernos y no fue pura casualidad”.
…
Unas semanas después me encontraba como siempre llenando y archivando documentos, de vez en cuando me levantaba porque Leonardo me llamaba por asuntos de trabajo nada más.
Últimamente las cosas en la empresa habían estado mejor que nunca, habían llegado algunos inversionistas de otros países para expandir más la empresa a otros países entonces tenía que estar organizando muchas reuniones con esos inversionistas.
En ese momento Leonardo me llamo y yo entre a su oficina.
“¿Podrías ayudarme con algo?”, dijo mientras tomaba un portafolio de su escritorio y caminaba hacia mí.
“Sí”, dije acercándome a él.
“Necesito que le des estos documentos a Bradley, dile a mi chofer que te lleve a la otra empresa”, dijo Leonardo y yo asentí.
“¿Quieres que le diga algo sobre los documentos?”, pregunté y él se quedó pensando por unos segundos y luego sonrió.
“Que no vuelva a olvidar los malditos documentos de la otra empresa en mi oficina”, dijo haciendo que yo riera.
“Está bien”, dije sonriéndole.
Me di la vuelta para salir de la oficina cuando sentí como tomó mi mano y me giro para que lo viera a él.
“Te prometo que después de todo esto tendremos más tiempo para nosotros”, dijo antes de dejar un tierno beso en mi frente.
“Lo sé”, dije sonriéndole.
Salí de la empresa y el chofer de Leonardo me llevo a la otra empresa, estaba a punto de subir al ascensor cuando una de las recepcionistas me detuvo.
“No puedes entrar allí”, dijo, yo la mire confundida.
“Yo también trabajo aquí”, dije.
“¿Dónde está tu identificación?”, pregunto
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