El innombrable vive en New York -
Capítulo 126
Capítulo 126:
Sus manos pasaron por toda mis espalda hasta llegar a las medias de mis piernas luego empezó a subir sus dedos lentamente hasta llegar a mi entrepierna.
Sentir su tacto tan cerca de mí hacía que me estremeciera, había elegido la lencería más sensual y provocativa que tenía y ahora mismo me estaba arrepintiendo.
Se supone que yo sería quien seduciría a Leonardo esta noche pero a penas sus dedos llegar a mi intimidad sentí unas enormes ganas de que él estuviera sobre mi haciéndome el amor.
Estaba a punto de ceder a su tacto cuando tomé sus manos rápidamente y las puse encima de su cabeza y con el cincho empecé a atar sus manos para que se quedara inmóvil.
“¿Qué me estás haciendo?”, sonrió coquetamente.
“Shh”.
Le di un beso en la punta de sus labios y empecé a mover mis caderas sobre la suya, mientras bailaba tocaba cada parte de mi cuerpo, él me miraba con mucha lujuria.
Sabía perfectamente que él quisiera ser él que me estaba tocando en este momento, empecé a tocar su pecho desnudo con la punta de las yemas de mis dedos, su cuerpo estaba muy caliente.
Me acerque a su pecho y empecé a dejar un camino de besos por todo su pecho, lentamente empecé a bajar hasta su cadera, el cerro fuertemente sus ojos al sentirlo cerca que estaba de su g$nital.
Mordí la punta del elástico de su bóxer y lo empecé a bajar, cuando su p$ne quedó al aire libre con ambas manos me ayude para seguir bajando lo que fallaba del bóxer
Empecé a pasar la lentamente mi lengua sobre la punta de su g$nital y él solto un pequeño g$mido, seguí con movimientos lentos de lengua hasta que lo escuché hablar.
“Me estas volviendo loco, hazlo de una sola vez”, dijo con la voz muy ronca,
Sonreí satisfecha y lo metí dentro de mi boca, él soltó un g$mido ronco al sentir lo yo estaba haciendo con mi boca, lo metía y sacaba de mi boca repetidas veces, mientras que él no paraba de soltar g$midos roncos de su boca.
Él mismo me aviso cuando estaba a punto de venirse dentro de mi boca, cuando se vino seguí con mi juego, pero esta vez con mis manos, por el rostro de excitación de Leonardo sabía perfectamente que estaba disfrutando de esto.
Me aleje de él y empecé a tocar su pecho, deslice mi lengua por todo su pecho, cuando estaba a punto de llegar hasta su clavícula, sentí como me tomó con fuerza de la cintura y me giro completamente para quedar debajo de él.
“Pero qué demonios…”, ni siquiera pude terminar cuando lo sentí entrar en mí repentinamente.
Empezó a embestirme tan duro tal y como yo lo quería, rodeé mis piernas alrededor de su cadera mientras él seguía con las embestidas
“No te detengas”, dije con la voz entrecortada.
Él siguió con sus movimientos tan duros hasta que ambos nos corrimos, nuestras respiraciones estaban muy aceleradas, con una de sus manos empezó a tocar mis pechos.
Acercó su boca a uno de ellos y lo empezó a chupar, tomó la punta de mi pezón y le dio una pequeña mordida haciendo que yo soltara un g$mido.
“Te quiero dentro de mí ahora”, dije impaciente, dejo mis pechos y me mira con una gran sonrisa pícara.
Tomó mis dos piernas y las puso sobre sus hombros, estaba a punto de decirle algo cuando entró de nuevo en mi bruscamente, con la primera embestida me quede sin aliento completamente, en esta posición era como si pudiera tocar el mismísimo cielo.
“¡Leonardo!” no paraba de g$mir su nombre.
“Sigue gritando mi nombre”, dijo él mientras aceleraba sus embestidas
Leonardo parecía un maldito robot que no se cansaba, casi inmediatamente en que ambos llegábamos a nuestro orgasmo me cambiaba de posición y seguía con las embestidas igual o más duras.
Ahora todo mi rostro estaba sobre Es almohada, mis manos están detrás de mi espalda mientras él las sostiene con una mano y me está embistiendo por detrás.
Su amor era casi como una toxina de la cual me sentía tan malditamente dependiente, después de todas las veces que hemos hecho el amor estoy casi segura de que ningún otro hombre me podrá hacer gritar y g$mir tan fuerte como lo hace Leonardo, su cuerpo, sus movimientos, sus besos todo era tan perfecto.
Me volvió a dar la vuelta como si de una simple muñeca de papel se tratara, introdujo su lengua dentro de mí y empezó a mover su lengua rápidamente, yo que estaba completamente sin aliento ni siquiera fui capaz de reaccionar cuando nuevamente empezó a embestirme.
Puse mis manos detrás de su espalda y lo empecé a apretar tanto que creo que dejare más de una cicatriz en su espalda está noche, si seguimos así creo que seré capaz hasta de escribir mi nombre sobre su espalda.
Los días de nuestra luna de miel pasaron tan rápido, las noches eran intensas una más intensa que la anterior.
Por las mañanas Leonardo y yo salíamos a caminar por la playa y nos quedábamos acostados sobre la arena bronceándonos, la noche anterior nos quedamos acostados sobre la arena a la luz de la luna haciendo el amor.
Cumplimos una semana en Bora Bora y habríamos seguido más tiempo aquí de no haber sido por asuntos de trabajo, aunque realmente ambos queríamos seguir aquí ya no podíamos, tomamos el avión de regreso a Nueva York.
Cuando llegamos al aeropuerto Leonardo y yo tomamos caminos diferentes, él iba a su empresa y yo a la mía.
Antes de ir a la empresa pase por nuestro departamento para tomar una ducha y ponerme otra ropa.
Volví a salir de mi departamento y esta vez finalmente me dirigí hacia la empresa, una vez me estacioné frente a la empresa vi que había bastantes personas con cámaras y reporteros.
Todos ellos al verme rodearon mi auto vera casi imposible para mi salir, las personas de seguridad salieron y empezaron a abrirme paso entre la multitud,
“Señorita Spinter ¿Cómo se siente al saber que es una de las mujeres más influyentes e importantes de Nueva York?”, dijo uno de los reporteros.
Ni siquiera sabía que estaba sucediendo, yo solo seguía caminando rápidamente para entrar a la empresa y así ya no me siguieran empujando entre tantas personas.
Cuando entre vi a Jessica en el lobby, ella cuando me vio corrió hacia mí.
“¿Qué está sucediendo allá…?”, fui interrumpida por el abrazo tan repentino de ella, la rodeé con mis brazos para corresponder su abrazo
“¿Sucede algo malo?”, pregunté un poco preocupado.
“¿No has visto las noticias?” me preguntó muy sorprendida y con una gran sonrisa en su rostro.
“No, Leonardo y yo acabamos de llegar a E$tados Un!dos” me volvió a interrumpir.
“M!erda es cierto lo siento… ¿Qué tal estuvo la luna de miel?” estaba a punto de responder cuando volvió a interrumpirme.
“No importa, me puedes contar eso después, tienes que leer las noticias ahora mismo”, dijo desesperada.
“Está bien, vamos a mi oficina” reí al ver su desesperación.
Ambas empezamos a caminar hacia el ascensor, cada una de las personas que me veía me saludaba con respeto y me decía ´Felicidades Señorita Spinter` no sabía a qué se debían sus felicitaciones, no sé si es por mi boda o porque había sucedido algo más.
Cuando entramos a la oficina Jessica corrió hasta mi escritorio y se sentó frente a la computadora, escribió algo tan rápido y después me miró con una gran sonrisa.
“Mira esto”, dijo levantándose para darme espacio a mí.
Me senté frente a la computadora y empecé a leer la noticia que ella había buscado en la computadora, mientras leía todo no podía creerlo, tapé mi rostro de la sorpresa y sentí como mis ojos se empezaban a llenar de lágrimas.
“¿Esto es real?” fue lo único que pude decir.
“¡Por supuesto que es real! ¡Hasta Forbes lo público ayer!”, dijo muy emocionada
“¡Eres una de las mujeres más millonarias de Nueva York y también debido a tus buenas decisiones y buena administración de Strike Enterprises ahora tu empresa es la numero una en todo Nueva York! ¿Entiendes la Importancia de esto?”, me miro muy sorprendida
“¡Literalmente le has dado una patada en el trasero a grandes empresarios que llevan muchos años en esto, lo que ellos no han logrado en más de 10 años tú lo lograste en casi un mes!”
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