Capítulo 125:

Me reí al ver que este atuendo también tenía un velo de novia y unas pequeñas pulseras que estaban hechas de la misma tela que el velo de novia.

“Gabriel estas completamente loco”, dije riendo.

Tomé la otra lencería de color rojo carmesí y sentí como mis ojos casi se caían al suelo al ver cómo era, este ni siquiera tenía bragas, era de una pieza completamente y por unas fibras elásticas conectaba la parte de arriba con unas medias en las piernas.

Este era más transparente que el atuendo anterior, sin duda alguna este era mucho más atrevido.

“Por Dios, están enfermos”, dije riendo y guardando ambas lencerías en la misma bolsa.

Metí nuevamente la lencería en las bolsas de tela, tomé unos tacones que había empacado y mi bolsa con maquillaje y fui a la habitación que estaba al lado y escondí todas las cosas en uno de los roperos.

Cuando estuve lista bajé por las escaleras y encontré a Leonardo buscando unas cosas dentro del refrigerador, cuando escucho mis pasos me miro y me sonrió.

“¿Lista?”, preguntó.

“Lista” sonreí.

Él tomo una cesta que estaba sobre uno de los muebles de la cocina y tomó mi mano, me guio fuera de la casa y bajamos por unas escaleras de madera que daban hacia la playa.

Ambos caminamos hacia la arena en donde había una gran sombrilla, Leonardo extendió una manta roja con puntitos blancos sobre la arena y luego puso la cesta sobre la manta.

Ambos nos sentamos sobre la manta y él abrió la cesta, de allí saco dos copas y un vino, yo lo ayude a sacar las demás cosas de comida y las empezamos a acomodar sobre la manta,

“¿Por qué tardaste tanto en bajar?”, preguntó Leonardo, yo apreté mis labios reprimiendo mí sonrisa al recordar la lencería que hay en mi maleta

“¿Tienes ropa suficiente o necesitas más?”

“Si tengo ropa, es que no encontraba mi traje de baño”, dije.

“Es una lástima que hayas encontrado tu traje de baño, me habría gustado inaugurar este lado de la playa como una playa nudista”, dijo bromeando.

“Yo también esperaba lo mismo de ti, fue una decepción verte bajar con ropa”, hice una mueca.

“¿Quieres que este desnudo?” sonrió coqueto.

“Es tu opción” me encogí de brazos.

El casi inmediatamente se empezó a quitar la camisa dejando a la vista su abdomen desnudo.

“¿Qué haces?”, dije casi tartamudeando.

“Me dijiste que era mi opción” alzó una ceja.

“No pensé que te fueras a quitar la ropa de verdad” sentí como mis mejillas empezaban a arder de la vergüenza él rio al ver mi rostro rojo.

Dejo la camisa de lado y empezó a servir el vino en ambas copas.

“Brindo por mi hermosa esposa”, dijo Leonardo levantando su copa.

“Brindo por todos los años que nos esperan juntos” ambos chocamos nuestras copas y bebimos un poco.

Tenía mi cabeza recostada sobre el pecho de Leonardo mientras ambos seguíamos disfrutando el atardecer dorado del cielo, ambos estábamos acostados sobre la arena, nuestras manos estaban entrelazadas mientras él jugaba con nuestras manos.

“Siento que podría quedarme así toda la vida”, dio un gran suspiro.

“Yo también”, dije cerrando mis ojos y dando un gran suspiro, cuando volví a abrir los ojos me levanté un poco y me acosté a su lado para verlo a los ojos.

“¿En dónde vivías cuando tenías 16 años?”, pregunté interesada.

“Déjame recordar”, dijo pensativo.

“Cuando tenía 18 años pase un largo tiempo viviendo en la casa de mis tíos en California” respondió.

“¿Y 10?” me miro interesado.

“Unos días antes de cumplir 16 nos mudamos de casa, pero siempre vivíamos en Nashville, recuerdo que en verano tuve mi primer amor de verano, fue muy intenso”, dije riendo.

“¿Qué sucedió?”, preguntó sonriendo.

“El chico que me gustaba en ese entonces estaba enamorado de alguien más y justamente acababa de conocer a mi nuevo vecino, ambos empezamos a salir, aunque yo solamente lo hacía para olvidar al chico que me gustaba mi vecino realmente se empezó a enamorar de mí. Le dije que yo no sentía nada por él y terminé rompiendo su corazón, unas semanas después me di cuenta de que lo extrañaba y empecé a sentir cosas por él, cuando regresé a su casa para disculparme mi di cuenta de que se había mudado de casa y jamás lo volví a ver, ese verano mi corazón se rompió dos veces”.

Cuando termine de contarle la historia él empezó a reírse.

“Me alegro no haberte conocido antes, capaz y hubieras roto conmigo también”, dijo riendo.

“Si nos hubiéramos conocido cuando yo tenía 16 probablemente ni te hubiera hecho caso porque hubieras tenido 21 años y yo era muy tímida como para hablar con chicos mayores que yo”, dije riendo.

En ese momento me levanté de la arena y me quite el vestido quedando solamente con mi traje de baño, me paré frente a él y le extendí mi mano para que se levantara, cuando se levantó lo empecé a guiar hacia el mar.

Las olas estaban bastante tranquilas así que decidimos meternos un poco al fondo hasta donde el agua me llegaba un poco arriba del pecho mientras que a Leonardo apenas le llegaba hasta la mitad del abdomen.

Yo empecé salpicando un poco con agua a Leonardo y después ambos terminamos jugando a salpicarnos él uno al otro.

Mientras corría para alejarme de Leonardo para que no siguiera salpicándome él alcanzo a tomarme de la mano y me acercó a él y me besó.

Empezó a bajar sus manos lentamente hacia mi espalda y empezó a jugar con las cintas de mi sostén, puse mis manos detrás de mi espalda y deshice el nudo del sostén y me lo quité, él sonrió satisfecho.

Él se agacho para estar a mi nivel y ambos nos empezamos a besar apasionadamente mientras las olas del mar seguían chocando con nuestros cuerpos una y otra vez.

Nos quedamos en el mar hasta que anocheció después salimos del agua y recogimos las cosas, después regresamos a la casa.

Ambos nos metimos a la ducha juntos para quitarnos toda la arena del cuerpo, cuando salimos de la ducha él se fue a nuestra habitación en donde estaban nuestras cosas, yo me fui a la otra habitación en donde había dejado la lencería.

Abrí nuevamente la bolsa y di un gran suspiro, puse ambos atuendos en la cama y empecé a verlos ambos detenidamente.

“¿Cuál debería usar?” me dije a mi misma mientras mordía mi labio inferior,

Empecé a deslizar las yemas de mis dedos sobre ambos atuendos mientras seguía pensado cuál sería mejor, al final detuve mis dedos en el que había decidido ponerme.

Tomé el atuendo y empecé a ponérmelo con cuidado para no romperlo porque la tela era muy delgada, después me puse los tacones y pinté mis labios de rojo.

Abrí la puerta de la habitación para asegurarme de que Leonardo no estuviera afuera en el pasillo, cuando estuve segura de que él no estaba allí salí de la habitación.

Empuje la puerta de la habitación en donde estaba Leonardo y entré, él estaba acostado en la cama, su abdomen estaba desnudo y tenía ambas manos detrás de su cabeza.

Cuando me vio sus ojos me miraron muy sorprendidos y casi inmediatamente levanto su espalda reincorporándose,

Me acerqué al ropero de la habitación y tomé mi celular para poner un poco de música adecuada para esta situación, como primera canción empezó a sonar ´Ruin The Friendsfhip` de Demi Lovato.

Tomé el cincho de Leonardo que también estaba sobre el ropero, cuando empezó a sonar la canción empecé a acercarme lentamente a Leonardo mientras bailaba sensualmente.

Él no quitaba sus ojos de mí, miraba atentamente cada uno de mis movimientos.

Me subí a la cama y palee hasta llegar a su cuerpo, él casi inmediatamente me tomo para acercarme más a él, y empezó a tocar todo mi cuerpo.

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