El innombrable vive en New York -
Capítulo 106
Capítulo 106:
“No sé qué oferta le hiciste a esa empresa, pero tuvo que haber sido muy buena para que hayan aceptado”.
No sabía que Strike Enterprises había hablado con Iván, pero tampoco me sorprendía, de todas formas, ese día el hablo con muchas personas en esa fiesta.
“Tomaste una decisión muy tonta al rechazar mi oferta”, dijo con una sonrisa burlona
“Solo mira lo patético que eres”, dijo riendo
“Decidiste poner en riesgo el gran imperio que tu padre construyó hace 30 años y de lo único que dependes ahora es que Bendome Corporation siga confiando en ti después de lo que sucedió con su cargamento de autos”.
“Thomas esto es algo personal entre tú y yo”, dijo Leonardo frunciendo el ceño.
“Lo sé, pero si esa empresa es tu única salvación no me importara destruirla tal y como lo haré contigo”.
“Por favor, Thomas, ni siquiera has logrado que tu empresa llegue más allá de España”, dijo Leonardo riendo
“Mi empresa está a punto de lograrlo, después de eso volveré a estar en la cima y tú seguirás siempre abajo”, dijo con una sonrisa burlona.
“No creo que Bendome Corporation siga confiando en ti después de que vea esto”, dijo Thomas tomando una carpeta y entregándosela a Leonardo.
Leonardo abrió la carpeta y se había algunas fotos de los autos que habían sido robados por Thomas siendo transportados en camiones de la empresa de Leonardo.
Era claro que todo era un chantaje, Iván ya los había investigado a ellos y sabemos perfectamente que quien estaba detrás de todo esto es Strike Enterprises.
“Debo admitir que mi hija no es tan ingenua como pensaba, ella misma ideo esto, al parecer se sintió un poco resentida porque rompiste el compromiso con ella”, dijo sonriendo
“¿Quién es esa chica por la que abandonaste a mi hija?”, preguntó interesado.
“¿Qué tiene que ver ella con esto?”
“Te imaginas que rostro pondrá cuando se entere que mi hija está embarazada de ti”, dijo riendo.
Leonardo me habla dicho que habla descubierto que Mick y Selena estaban saliendo, de seguro que Thomas quería que Leonardo se casara con Selena para que ella le dijera que ese era su hijo y así tener muy presionado a Leonardo para que no abandonara la empresa.
“¿Mi hijo?”, dijo riendo Leonardo
“Sabes perfectamente que eso no es cierto”
“Pero tu novias no lo sabe”, dijo sonriendo de lado.
No soporte más y empecé a reírme, Thomas me miro con el ceño fruncido.
“Que patético eres”, dije viendo a Thomas.
“Agradecería mucho si le dijeras a tu asistente que no se metiera en nuestros asuntos”, dijo Thomas mirándome con el ceño fruncido.
“No soy su asistente”, dije levantándome
“Soy la directora general de Bendome Corporation, creo que diste por hecho de que yo era la asistente de Leonardo y ni siquiera te preocupaste por preguntar quién era” Thomas se empezó a reír.
“Eres la misma asistente que se emborrachó con champagne aquella noche”, dijo Thomas.
“Si, con la diferencia de que antes no era directora”, dije sacando mi celular y deteniendo la grabación
“Te daré a elegir como quieres que acabe tu empresa, puedes venderme todas las acciones de tu empresa ahora o esperar a que todas tus acciones caigan”, dije cruzándome de brazos.
“¿Acaso estás loca?”, dijo riendo.
“¿Qué cree que sucederá cuando esta conversación salga a la luz?”, dije reproduciendo el audio de la grabación.
Con cada segundo que escuchaba Thomas se miraba más asustado.
“Como directora general de Bendome Corporation tomaré la decisión de demandarlo a usted por permitir que sus empleados robaran el cargamento de mi empresa y a su hija por ser la responsable de idear esto. Vuelvo a preguntarle una última vez ¿De qué forma prefiere perder su empresa?”, dije alzando una ceja.
“No metas a mi hija en esto, ella no tiene nada que ver”, dijo asustado.
“Por favor, Thomas”, dije riendo.
“Usted mismo confesó que su hija tuvo la idea de robar los autos”
“Fue una mentira”, dijo asustado.
“Ella no sabe nada de esto, por favor no la metas en esto”.
“Entonces hablemos de negocios”, dije acercándome a su escritorio.
“Véndeme todas las acciones de tu empresa o también demandaré a tu hija, tienes 24 horas para contactarme”, dije tomando una de sus papeletas que estaban en su escritorio y escribí mi número
“Hasta luego Thomas”, dije guiñándole un ojo antes de irme.
Empecé a caminar hacia la puerta de la oficina, justamente cuando abrí la puerta Selena estaba a punto de abrir la puerta, ella me miro con el ceño fruncido.
“¿Qué haces aquí?”, dijo.
“Tu padre quiere hablar contigo”, dije sonriéndole falsamente.
Ella estaba a punto de decirme algo, pero pase de largo y camine hasta el ascensor y entre, cuando me di la vuelta para apretar el botón hacia el primer piso vi que Leonardo venía detrás de mí.
Cuando se cerró la puerta del ascensor Leonardo se empezó a reír.
“Eres increíble”, dijo mirándome con una gran sonrisa.
“Ahora soy increíble y antes era un estorbo para ti”, dije mirándolo mal.
“Bueno… No quería meterte en problemas”, dijo.
“¿Puedes pasarme dejando con Jessica?”, dije seria.
“Olivia lo siento por haberte tratado mal”, dijo mirándome arrepentido.
“Me gustaría que empezaras a confiar más en mí ya que se supone que nos vamos a casar”, dije saliendo del ascensor, él empezó a caminar detrás de mí.
Esperamos unos minutos a que trajeran el auto de Leonardo y nos subimos.
“Lo siento, siempre estoy acostumbrado a resolver los problemas de la empresa yo solo por eso pensé que no te iba a necesitar, pero al final resultó que tú hiciste todo”, dijo mientras conducía.
“Creo que deberías de empezar a replantearte si realmente quieres que nos casemos porque a mí me gusta resolver las cosas juntos”, dije viéndolo.
“No desaparezco y rento otro departamento para resolver las cosas solo”, dije rodando los ojos él solo empezó a reír.
“De acuerdo, entendí la indirecta”, dijo asintiendo.
“Entonces si Thomas te habla para resolver las cosas ¿Me dirás?” pregunto viéndome.
“Lo pensaré”, dije mirándolo con recelo
“¿Y para donde crees que vas?”, dije al ver que no estaba tomando el camino hacia mi departamento.
“Hacia nuestro departamento”, dijo tímido.
“Llévame a mi departamento”, dije.
“¿No me perdonaras?”, dijo haciendo un puchero.
“Si quieres que te perdone prepara una disculpa muy creativa Leonardo Spinter”, dije rodando los ojos.
El solo rio y condujo hasta mi departamento, cuando llegamos abrí la puerta para bajarme y él tomo mi mano.
“¿Enserio te quedaras aquí?”, dijo deteniéndome.
“Si, hasta que te disculpes conmigo”, dije soltándome de su agarre y saliendo del auto.
Toqué la puerta del departamento, a los pocos segundos abrió Jessica quien me sonrió al verme.
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