El innombrable vive en New York
Capítulo 107

Capítulo 107:

“¡Olivia pasa!”, dijo haciéndose a un lado

“Estaba a punto de bañar a Betty”.

“¡Tía Olivia!”, dijo Betty corriendo hacia mí, yo me agache para tomarla en mis brazos y levantarla.

“Hola pequeña”, dije abrazándola

“¿Por qué te bañaras hasta tan tarde?”

“Me escondí todo el día de mamá para que no me bañara, pero ahora creo que ya no tengo escapatoria”, dijo haciendo un puchero

“¿Podrías decirle que no me bañe?”, dijo y yo reí.

“Tienes que bañarte sino tu hermanito va a llorar y se pondrá muy triste”, dije haciendo que ella abriera los ojos muy sorprendida.

“No quiero que Ángel este triste”, dijo haciendo un puchero.

“Entonces ve con mami para que bañe”, dije dándole una pequeña nalgadita y ella rio.

“Iré a bañarla ¿Puedes cuidar a Ángel mientras tanto?”, pregunto y yo asentí.

“No te preocupes, yo lo cuidaré”, dije caminando hacia la habitación en donde estaba el bebé.

Ángel estaba despierto y estaba estirando sus manos jugando con unas estrellitas que colgaban de su cuna, jale el sofá que estaba en la habitación para estar cerca de la cuna.

“Hola Ángel”, dije haciendo la voz aguda, él bebe me miro atentamente con sus grandes ojos grises

“Serás un Hombrecito muy guapo”, dije tocando sus pequeñas manitas.

Tomé uno de los peluches que estaban en la cuna y empecé a jugar con él. Ángel no paraba de reír.

Mientras que yo movía el peluche en frente de él y hacia mi voz ronca fingiendo que era la voz del peluche, de repente escuche que sonó el timbre, me levanté para ir a abrir, pero Ángel empezó a llorar en el momento que me aleje de la cuna.

“Está bien, ven conmigo”, dije regresando a la cuna para cargarlo en mis brazos, inmediatamente dejo de llorar cuando estuvo en mis brazos

“Eres un manipulador”, dije entrecerrando los ojos

“¡Eres un lindo manipulador!” dándole besitos en el cuello, él bebe solo reía.

Caminé con Ángel entre mis brazos y abrí la puerta del departamento, allí estaba Leonardo con unas bolsas de comida y unas flores.

“Dijiste que me tenía que disculpar y eso he venido a hacer”, dijo sonriéndome.

No pude evitar que mi corazón se conmoviera ante su pequeño detalle que para mí significaba mucho.

“No te rindes Leonardo”, dije sonriendo de lado.

“Por ti no lo haría jamás”, dijo besándome en los labios.

“¡Hola!”, dijo Iván apareciendo en el pasillo, yo lo mire sorprendida, pero él me miro más sorprendido cuando me vio con Ángel entre mis brazos

“¿Acaso ustedes…?” ni siquiera termino cuando tomó del cuello de la camisa a Leonardo y lo empujo contra la pared

“¡¿Embarazaste a mi hermana?!”- dijo enfadado.

“¿Qué?”, dijo Leonardo asustado

“No es mi bebé”.

“¡Acepta que eres el padre cobarde!”, dijo Iván.

“¡Iván!”, dije asustada, pero él no me hizo caso

“¡Iván no es mi bebé!”

El soltó un poco a Leonardo y me miro con el ceño fruncido,

“¿De quién es ese bebe entonces?”, preguntó confundido.

“Es mi bebé”, dijo Jessica asomándose a la puerta.

El rostro de Iván literalmente se puso tan blanco como una página y su boca formo una ´O` de la sorpresa.

“Iván”, dije llamándolo para que saliera de su trance.

“Si, si” empezó a balbucear

“Yo, lo siento, no sabía” estaba muy nervioso,

“¿Iván?”, dijo Jessica sonriendo.

“Sí, soy yo”, dijo Iván sonriendo nerviosamente.

En este mismo momento quería estallar a carcajadas, se notaba que él estaba muy nervioso por la presencia de Jessica.

¿Y cómo no lo estaría? Si ella fue su gran amor en el instituto.

Ella se acercó a él para abrazarlo.

“¡Cuánto tiempo!”, dijo ella emocionada, Iván me miraba muy sorprendido y yo solo levanté mi pulgar y le guiñé un ojo

“¡Mírate hasta te creció la barba!”, dijo riendo cuando se separó.

“Si bueno, la pubertad…” se detuvo al darse cuenta de que iba a decir una estupidez

“Trajimos pollo”, dijo quitándole las bolsas de comida a Leonardo.

“Pasen”, dijo Jessica haciéndose a un lado para darles especio para que ellos entraran.

Iván entró primero y siguió a Jessica dentro del departamento.

“¿Qué acaba de suceder aquí?”, dijo Leonardo mirándome incrédulo,

“Eso que acabas de ver es amor”, dije en voz baja y él me miro sorprendido

“No le digas que te dije, pero Jessica es como su amor platónico”, dije y él sonrió.

“Quien diría que mi cuñado también está enamorado”, dijo con una sonrisa burlona.

“Cállate”, dije regañándolo

“Me acecinara”, dije.

“Está bien, me callo”, dijo riendo.

Camine hacia la sala en donde se encontraban Iván y Jessica hablando.

“Iré a dejar a Ángel en su cuna”, dije antes de ir a la habitación del bebe.

Acomodé al bebe en la cuna y él casi inmediatamente se quedó durmiendo junto a su peluche, regresé a la sala.

“Que sorpresa verlos a ambos aquí”, dije tratando de que mi sonrisa no se viera falsa

“¿Iván tú que haces aquí?”, dije viéndolo con los ojos entrecerrados.

“Bueno… Sinceramente no sé, Leonardo me dijo que quería hablar conmigo por asuntos de la empresa y me trajo aquí”, dijo riendo

“Pero me alegra mucho estar aquí”, dijo viendo a Jessica.

“Si claro, supongo que te alegra mucho ver a tu hermana”, dije sonriendo falsamente.

“Por supuesto que si Olivia”, dijo sonriendo Iván sonriendo de la misma forma.

“Bueno yo le dije que viniera para que comiéramos todos juntos”, dijo Leonardo quitándole las bolsas de comida a Iván

“¿Por qué no vamos a servir la comida?”, dijo Leonardo mirándome a mí.

“Yo te ayudo”, dije levantándome inmediatamente.

“Yo también puedo ayudarlos…” interrumpí a Jessica.

“¡No!” dijimos Leonardo y yo al unísono.

“Bueno es que…” empezó a balbucear Leonardo.

“Nos gusta servir la comida juntos, cosas de parejas recién comprometidas”, dije y ella rio,

“De acuerdo”, dijo Jessica.

Me alejé junto con Leonardo, empecé a caminar de retroceso y miré a Iván.

“Dale con todo campeón”, dije solamente moviendo mis labios para que él los leyera, él solo negó con la cabeza riendo.

Leonardo empezó a abrir las bolsas con comida y yo saque platos para servir la comida.

“¿Por qué trajiste a Iván?”, pregunté riendo.

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