El destino de Tiana -
Capítulo 79
Capítulo 79:
POV: Tiana
“Ella creía no merecer un castigo por el crimen que cometió su padre, mientras que yo había pasado doce años como esclava, fregando pisos por algo que ni siquiera sabía. ¡Había sufrido lo mismo cuando mi padre fue expulsado de la manada!”
“¡Cállate, Bella!” espeté.
Tal vez su físico había cambiado, pero tenía el mismo carácter de antes.
Bella quería que todo se concentrara en ella, y eso era exactamente lo que estaba haciendo. Estaba tratando de dar lástima para ser el centro de atracción.
“Por lo que veo, sigues teniendo la actitud de un cerdo”, declaré.
La multitud se echó a reír, pero les lancé una mirada aguda para callarlos. En ocasiones, me había imaginado enfrentando a toda la Manada Eclipse, pero nunca se me ocurrió que sucedería de esta forma.
En todos mis sueños extraños, los enfrentaba entre lágrimas y maldiciones, aceptando cualquier castigo que me dieran, incluso la muerte. Jamás pensé que todos tendrían la cabeza inclinada hacia mí y temiendo cada una de mis palabras.
“¡Tenga piedad por ella! ¡No es más que una niña y casi todo lo que dice es mentira!”, gritó alguien de la multitud.
“No te odio, Bella”, confesé y miré a todos los presentes.
“Ni a ninguno de ustedes”.
“Muchas gracias, mi Reina”, coreó la multitud.
“Todos ustedes actuaron por ignorancia y órdenes de su Alfa, pero es bastante obvio que ya no pueden ser una manada”, agregué.
Después de lo ocurrido, la Manada Eclipse desaparecería. Sin embargo, ellos estaban dispuestos a sufrir toda la vida. Tal vez ahora no pensaran lo mismo, pero les estaba haciendo un increíble favor.
“Este es mi veredicto. Todos los miembros de la Manada Eclipse tienen el libre albedrío de unirse a cualquier manada que guste. Les enviaremos avisos a las demás manadas para que puedan ser aceptados sin ningún problema. Es lo mejor. El consejo ya no asignará fondos para esta manada, así que si desean sobrevivir, deben unirse a otra. Tienen que escoger de esta lista, y un grupo de la manada de su elección pasará por ustedes”.
Los murmullos se hicieron escuchar. Algunos se quejaban, pero otros aceptaban la idea. No tenían elección. Ryder puso sus manos en mi espalda y asintió para aprobar mi veredicto.
Hice un gesto hacia uno de nuestros guerreros, y él se acercó corriendo.
“Me gustaría echar un vistazo”.
Me volví hacia Ryder y descubrí que no parecía estar muy complacido con la idea, pero se encogió de hombros.
“Te acompañaré”.
Ya lo había esperado.
Salimos de la multitud con cuatro hombres detrás de nosotros, y examiné los alrededores de la manada. Luego, visité mi pequeña habitación; y una vez más, Ryder se veía disgustado y enojado.
Mientras más paseábamos, más odiaba ese lugar.
No obstante, me alegraba de que me diera la oportunidad de regresar por última vez.
Solo había un lugar más que necesitaba visitar: el bosque. Ahí habían asesinado a Jayce, por lo que debía ir sola. A pesar de que Ryder se mostró reacio, terminó accediendo a quedarse unos metros detrás de mí.
Regresar al bosque casi me hizo llorar, pero me contuve.
Finalmente Jayce estaba descansando en paz, ahora que sus asesinos se habían enfrentado a la justicia.
No podía llorar por eso.
Todo había cambiado en ese preciso lugar hacía trece años, y esta sería la última vez que estaría ahí. Necesitaba despedirme de él. Cuando terminé, sentí como si me hubiera quitado un peso de encima.
Ese mismo día, regresamos al palacio real; y al siguiente, todos los arreglos ya se estaban poniendo en marcha para eliminar la Manada Eclipse. Pero decidí no ser testigo. Mi trabajo ya estaba hecho, así que regresé al palacio.
Muchos miembros de esa manada me odiaban porque aún no entendían que eso era lo mejor para ellos. Sin embargo, ya estaba acostumbrada a su rechazo. Había vivido con eso toda mi vida, la única diferencia era que ahora yo tenía la ventaja.
De inmediato, fui a reunirme con Elsie, quien me había estado esperando abajo. Como de costumbre, encontré el otro lado de la cama vacío cuando me desperté. No pude evitar sentirme completamente decepcionada.
Tuve que recordarme a mí misma que el hecho de que ya tuviera su marca no significaba que él tendría menos responsabilidades. Recién me había informado que su padre había decidido jubilarse en menos de dos semanas, por lo que necesitaba hacer mucho trabajo antes de la ceremonia de traspaso.
Para mi sorpresa, Louis se encontraba junto a Elsie cuando bajé las escaleras. Recientemente había adoptado una actitud distante, pero desconocía el motivo. Noté que había cambiado en algo.
Parecía estar más retraído en sí mismo.
Un ceño fruncido había reemplazado esa mirada coqueta que tanto lo caracterizaba. Cualquiera pensaría que estaba incómodo y enojado por alguna razón.
“Louis, hace mucho que no te veo”, comenté con una sonrisa.
Él no me la devolvió; y en cambio, se encogió de hombros.
“Solo vine para felicitarte. Debí haberlo hecho antes, pero he estado muy ocupado”. Alcé una ceja mientras que Elsie sonreía de oreja a oreja.
“Necesitas prepararte mucho para la ceremonia de apareamiento y el traspaso de poder”, chilló ella.
“Es un día muy importante para los licántropos, y siempre he ansiado presenciarlo”.
“¿Ceremonia de apareamiento?”, pregunté, confundida. Ambos me observaron.
Cuando caí en cuenta, me golpeé el rostro. ¿Por qué no lo sabía?
Anoche Ryder me había contado sobre la ceremonia de traspaso, pero en ningún momento me dijo que se celebraría junto con la de apareamiento, ni que sería coronada como Luna ese mismo día.
De inmediato, empecé a entrar en pánico.
“¿Qué pasa? No me digas que él no te lo contó”, dijo Elsie con preocupación.
“Yo no creí..”., tartamudeé.
“Cálmate”, intervino Louis con una sonrisa.
“Parece como si estuvieras a punto de desmayarte”.
Elsie lo miró furiosamente, pero él mantuvo una expresión divertida.
“No creía que también me coronarían. ¡No estoy lista, Elsie! ¡Y faltan menos de dos semanas!”, exclamé.
Era incapaz de hablar sin terror. Habría deseado que Ryder me lo hubiera explicado antes.
“Doce días, Tee”, afirmó Elsie.
“Son exactamente doce días a partir de ahora”.
“Oh, por cielos”, susurré mientras mi mente divagaba en diferentes direcciones.
“Cálmate, ¡Sí? Estoy seguro de que lo harás bien”, afirmó Louis hablando.
La sinceridad en sus ojos aumentó mi confianza.
“Mira, ayer tomaste la decisión correcta con el destino de la Manada Eclipse. Fue tu primera decisión importante, y todos quedaron impresionados. No tengo duda de que lo harás muy bien, en especial al lado de un hombre como Ryder. Desde que te vi, supe que eras diferente”.
No era necesario que Louis fuera amable conmigo. Además, nunca habíamos tenido una verdadera conversación, ya que Ryder no permitió que estuviéramos cerca tras nuestro primer encuentro.
Sin embargo, sus palabras me tranquilizaron; y antes de que pudiera agradecerle, Elsie me interrumpió.
“Ya que estás tan seguro de tendrá un excelente desempeño como Luna, ¿Por qué aún no tomas una decisión con respecto a tu pareja?”, preguntó.
“Layla es..”., dijo Louis, pero se detuvo al mirarme.
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