El destino de Tiana
Capítulo 76

Capítulo 76:

POV: Ryder

No había visto a Louis desde que salió de la habitación el día que encontró a su pareja: aunque normalmente no era tan reservado, así había estado actuando estos últimos días, evitando totalmente a todos los demás.

“Bueno, verte tan feliz y relajado me hizo cambiar de opinión, ahora es más fácil hablar contigo, e incluso lograste cerrar un caso de muchos años a los pocos meses de su llegada. Créeme, también quiero eso para mí”, añadió.

Sonreí con sinceridad, sabía que estaba más feliz que antes, y mi lobo era más fuerte y nuestro vínculo mejor de lo que solía ser; me sentía más poderoso de lo que jamás me había sentido nunca después de marcarla, y era una buena sensación.

“Ya tengo que irme. No olvides tomar algunas fotos para los registros”, concluí.

“Si, capitán”, dijo y luego colgué.

Tenía un evento muy importante por delante, la ceremonia de apareamiento.

POV: Tiana

Por obvias razones, me sentí aliviada cuando me enteré de la muerte de Simeon, sabía que mi pareja hubiera querido un castigo más severo para él, pero no me importaba; estaba muy feliz de que este caso por fin terminara para que Ryder pudiera descansar un poco y pensar en otras cosas.

Mi padre tuvo que regresar para preparar todo para mudarse aquí por completo, y dijo que volvería en un par de días: me alegraba saber que él estaría cerca de mí de ahora en adelante, y que finalmente podríamos ser parte de la vida del otro.

Conocer a Ryder había sido lo mejor que me había pasado, y ya no podía imaginarme una vida sin él.

Quería involucrarme más en el trabajo del reino, y lo más importante, quería entrenar, aunque Ryder no estaba de acuerdo con esto. Ya era tarde en la noche y estábamos acostados en el campo junto al lago, observando las estrellas.

“No quiero que te involucres en ninguna pelea, sé que eres fuerte, pero es mi deber protegerte: hay muchas cosas en las que puedes ayudar, pero pelear no es una de ellas”, refutó.

“Necesito ser capaz de protegerme, Ryder”, me quejé.

“Sé que puedes cuidarte por ti misma, Tee, y debes entrenar, pero entonces tengo que ser yo quien te entrene”.

“Serás demasiado suave conmigo”, refunfuñé.

“Tee, no quiero que te lastimes y no podría soportar ver que otra persona te entrene”, respondió encogiéndose de hombros.

Suspiré sabiendo que no había forma de ganarle en esta discusión.

“Está bien, lo que tú digas”.

Tenía que encontrar una manera de entrenar sin que él lo supiera, esa era la única forma en que podría desarrollar completamente mis poderes.

Entonces rodó sobre su costado para mirarme, sus ojos se quedaron fijos en mis labios, tragué saliva y desvié la mirada, luego Ryder extendió su mano para acomodar un mechón de cabello detrás de mi oreja y acarició mi mandíbula con su dedo índice; su respiración fuerte caía sobre mi rostro, al tiempo que mi pecho subía y bajaba rápidamente.

Los rayos de la luna se reflejaban en su cabeza, y casi formaban un halo, lo cual lo hacía lucir se%y y peligroso: no creía que hubiera nadie en la tierra tan guapo y perfecto como mi pareja, él era la definición de todo lo que una mujer querría en un hombre.

Acarició suavemente su marca en mi cuello, y sus ojos ahora miraban fijamente los míos, dificultando aún más mi respiración.

“Ryder”, dije su nombre en voz baja.

“Hmm”, articuló, y pude evidenciar su deseo en ese sonido.

“Sé que esto va a sonar raro, pero te lo quiero decir de todos modos”, exclamé.

“Adelante”, dijo un poco distraído, arrastrando su pulgar alrededor de las comisuras de mis labios.

“Quiero ver a Jordan”, susurré lentamente.

Al instante, su semblante cambió y su ira comenzó a llenar el aire a nuestro alrededor, luego retiró sus manos de mi rostro, se sentó erguido, y yo hice lo mismo.

“Por favor, solo quiero hablar con él”, agregué de inmediato.

Una vena de su mandíbula se contrajo cuando se giró hacia mí.

“¿Para qué necesitas verlo?, ¿Qué quieres hablar con é1?”, su voz estaba llena de arrogancia y actitud posesiva, pero esta vez no sentí la necesidad de encogerme como antes.

“No puedo evitar sentir pena por él, Ryder, y solo me gustaría tener una última conversación con él para cerrar el ciclo, eso es todo”, dije con firmeza.

“No lo permitiré”, exclamó mientras se levantaba

“Pensé que teníamos un buen momento, pero parece que solo estabas pensando en Jordan”. Dijo con tono molesto

También me puse de pie

“No estaba pensando en él, ¿Cuál es el problema?, ¿no confías en mí? ¿Realmente crees que todavía siento algo por Jordan?” Respondí enojada y con desprecio.

“No lo sé, tú dime”, respondió él con desdén.

“¡Suficiente!”, grité.

No había ninguna posibilidad de que sintiera algo por ese hombre, solo pensarlo me hacía revolver el estómago: “¡Por el amor de la diosa, ahora llevo tu marca!” Ryder se pasó las manos por el cabello, y sus ojos ahora estaban oscuros por la ira, no lo había visto tan enojado en mucho tiempo.

“No puedes verlo, Tee, no puedo permitir que estés cerca de él”, declaró, y luego se marchó, pero lo seguí de inmediato.

“¿De qué estás hablando?, Jordan no podría hacerme daño”, dije con un chillido.

“¿Y por qué estás tan segura?” preguntó sin dejar de caminar.

De vez en cuando tenía que acelerar el paso para alcanzarlo con sus largas zancadas.

“Solo lo sé, está en mal estado, casi un vegetal, y estoy segura de que lo tenéis encadenado, ¿Cómo podría hacerme daño así?”, insistí.

Entonces se detuvo abruptamente y se volvió hacia mí, haciéndome tropezar contra él, me tomó por la cintura y me apretó contra su pecho.

“Eres mía, Tee, y ese desgraciado intentó quitarme a mi pareja, ¿Crees que eso se olvida tan fácil?”, se quejó.

Apreté los dientes, cuando estaba tan cerca de él mis sentidos siempre se alteraban, y ya no sabía exactamente qué más decirle.

“¡Por favor!”, insistí.

Sin embargo, no respondió, sino que presionó sus labios contra los míos de manera posesiva, lo que me hizo temblar de deseo: y no es que lo hubiera olvidado, pero ese beso me recordó que él sería el próximo Rey Alfa y siempre actuaría así.

“No”, dijo con firmeza.

Luego me levantó sobre sus hombros y comenzó a caminar conmigo adentro.

“Bájame, Ryder. ¿Qué demonios te pasa?”, grité.

Pero él solo me sujetó con más fuerza y aceleró el paso hasta que llegamos a su habitación.

“Estás loco”, grité.

La última vez que me había cargado así por esos pasillos fue el día que nos conocimos, recordaba todo claramente.

Me dejó caer suavemente sobre la cama, se subió encima de mí, y me inmovilizó enterrando sus dos puños en el colchón y poniendo sus labios a solo unos centímetros de los míos.

“No me gusta que digas su nombre”, se quejó.

Respiré profundo, tragué saliva.

“Ryder..”.. Dije casi como un susurro

Él volvió a aplastar sus labios contra los míos, pero esta vez con más suavidad, y yo los abrí sin mucha resistencia para permitir que su lengua vagara por mi boca, un g$mido escapó de mis labios cuando comenzó a besarme por mi mandíbula hasta llegar a su marca, nunca pensé que ese lugar pudiera ser tan sensible.

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