El destino de Tiana
Capítulo 63

Capítulo 63:

POV: Tiana

No había duda alguna de que muchas cosas habían cambiado por aquí, pero todavía no podía deshacerme de Thomas. No esperaba que fuera fácil, mucho menos después de haber huido con engaños la última vez.

“Él no tiene que enterarse”, le dije en voz baja, pero el hombre solo atinó a sacudir la cabeza y suspiré, dándome por vencida.

Estaba más que segura de que Ryder estaba en problemas y me sentía preocupada, aunque trataba de convencerme a mí misma de que no era necesario.

De vez en cuando, se me ponía la piel de gallina y, a pesar de que me había enterado de algo terrible hace poco, sabía que no tenía nada que ver con mi repentina preocupación.

Trataba de no creer que Ryder hubiera sido capaz de asesinar a su primera compañera, pero cuanto más intentaba apartar estos pensamientos, más razones encontraba para creer que era verdad.

Ahora tenía sentido porque nunca hablaba de Adeline.

En ningún momento pensé que fuera posible que él me hiciera daño a pesar de que yo había hecho muchas cosas que lo hablan enojado durante todo el tiempo que había estado aquí. Además, lo había visto en sus diferentes estados de ánimo, sobre todo cuando casi mató a Jordan cuando lo detuvo de marcarme.

Si Ryder me hubiera marcado cuando estaba tan débil, me podrían haber pasado muchas cosas malas, tal vez incluso podría haber muerto porque no estaba preparada.

Si un hombre lobo tan fuerte como él me hubiera marcado a la fuerza, podría haberme matado, pero él iba a hacerlo de todos modos. ¿Yo estaba sobreanalizando las cosas?

Me sentía confundida y estaba condenada a seguir sobreanalizando esto hasta que obtuviera una explicación. ¿Qué tal si me había mentido sobre Jordan? Podría estar muerto y yo nunca lo sabría.

No sabía qué esperaba lograr el Rey cuando me dio esa información, pero había logrado su cometido. Era un hombre difícil y parecía que era bueno para hacer que los compañeros de sus hijos se sintieran indignos de ellos.

“Tiana”. Giré de repente al escuchar una voz familiar detrás de mí.

Es Elsie acercándose a toda prisa. Me abrazó en cuanto me tuvo a su alcance y no pude ignorar el ceño fruncido en el rostro de Thomas. Se suponía que ella no debía acercarse a mí, pero la Princesa le lanzó una mirada de advertencia a mi guardaespaldas, quien cambió su peso de un pie a otro con una expresión incómoda. Hubiera odiado ser él ahora mismo.

“Lamento mucho lo que dijo mi padre”, soltó con un suspiro.

Sacudí la cabeza.

“Fue igual de grosero con tu compañero”. Me encogí de hombros.

“Mi padre puede ser un idiota”, comentó con la ira reflejada en sus ojos.

Ya habían pasado algunas horas desde el desayuno, pero Elsie tampoco había olvidado las declaraciones insensibles de su padre.

“¿Ryder mató a Adeline?”, le pregunté de pronto.

“¿Qué?”. Parecía sorprendida por mis palabras.

“Ryder tiene serios problemas de ira, pero no es un mal hombre. Sea lo que sea que pasó entre él y Adeline, creo que es algo que él mismo debe contarte, pero por favor, no pienses demasiado al respecto”.

Suspiré.

“Es complicado no pensar demasiado, Elsie. No me habla sobre nada”.

“Él no habla con nadie sobre nada”. Me dio la razón.

“Me siento confundida y preocupada, Elsie”, susurré.

“Está bien estar preocupada, Tee. También me siento confundida sobre Anthony la mayoría del tiempo, a veces lo quiero y muchas veces no”.

Suspiró.

Yo estaba segura de que quería a Ryder, solo necesitaba que me aclarara varias cosas sobre si él me quería o no y qué le había pasado a Adeline. Al fin y al cabo, sabía que Elsie no me revelaría nada sobre la antigua compañera de su hermano.

“Siento que está en peligro. ¿Envió algún mensaje sobre lo que está pasando en la Manada Eclipse?”, pregunté.

“No lo sé, Ryder no quiere que me involucre en este caso”.

Soltó una suave risita.

“No sé a qué le teme tanto. Él debe ser la persona más sobreprotectora del mundo entero”, añadió.

A pesar de los problemas que estaban atravesando, cada vez que ella hablaba sobre su hermano, lo hacía con admiración en su voz.

“Elsie, lo siento si os cause algún problema..”..

Mi voz se apagó cuando se comenzó a reír.

“No nos causaste ningún problema, querida”, dijo.

“No me arrepiento de haberte ayudado a alejarte de él por un par de días”, confesó.

“¿Por qué?”

“¿No te diste cuenta?”. Pregunté entrecerrando los ojos.

Sacudí la cabeza.

“¿De qué?”.

Se rio de nuevo.

“Ryder casi se volvió loco durante los dos días que no estuviste aquí”. Me reí con sarcasmo porque no parecía ser cierto.

Se sentía más como si se hubiera enojado porque lo había desobedecido y había logrado escabullirme por las puertas a pesar de su estricta seguridad.

“No lo creo”, respondí.

No iba a decirle que me había dejado sola después de que le había confesado mis sentimientos.

“Tuve que decirle dónde estabas porque sabía que no podría aguantar mucho más. Andaba de peor humor que de costumbre y le gritaba a cualquiera que lo mirara. Incluso estaba planeando entrar en guerra contra la Manada Eclipse porque temía que pudieras estar con Jordan por los mensajes que ese callejero le había enviado sobre ti”, explicó.

“Nunca podría volver con Jordan”, dije con disgusto.

Ni siquiera una tonta elegiría a alguien como Jordan por sobre un hombre como Ryder.

“Ya lo sé”. Sonrió.

“Pero no tienes que preocuparte por Ryder, ya entrará en razón. Entiendo por qué está enojado conmigo, sobre todo después de lo que pasó con Adeline, pero no me arrepiento”.

Asentí y la abracé de nuevo.

“Gracias”, susurré.

Hablar con ella siempre me hacía sentir mejor.

Entonces miré a Thomas, que todavía nos observaba con el ceño fruncido.

“Oye, ¿Quieres salir a correr?”, le pregunté a Elsie.

Su rostro se iluminó en un instante. No había visto a su loba antes y quería conocerla.

“¡Sí! Me encantaría. ¡Yo también quiero conocer a tu loba!”, respondió después de leer mi mente y me reí.

“Ven”. Tiró de mis manos y comenzó a llevarme a un lado.

Cuando estuvimos tan lejos como para que nadie nos viera, nos desnudamos y nos transformamos a nuestras formas de lobo.

La loba de Elsie era hermosa y, para mi sorpresa, la mía era tan grande como la de ella.

Contemplamos la loba de la otra. Mientras que la mía era blanca con manchas negras, la suya era de un tono gris claro con ojos marrones que lucían despampanantes.

Comenzamos a correr.

Mi loba era tan rápida como la suya y nos movíamos al mismo ritmo, lo que me sorprendió a mí, pero no a ella. El lobo de Thomas nos seguía a lo lejos desde una distancia considerable.

Después de todo, si me perdía de vista de nuevo, mi compañero exigiría su cabeza. Si Ryder se enteraba que había salido a correr con Elsie, nadie sabía de lo que sería capaz de hacerle a Thomas. Estaba segura de que alguien se lo iba a informar, si no era el propio Thomas, alguien más lo haría, pero a Elsie no le molestaba.

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