El destino de Tiana -
Capítulo 62
Capítulo 62:
POV: Tiana
De repente, un alboroto en el exterior me hizo salir del almacén. Había llegado un grupo de casi quince hombres. Recordaba haber visto a algunos de ellos en la Manada Eclipse y estaban liderados por Leo.
Mi instinto me dijo que lo agarre del cuello y le diera un puñetazo, pero no tenía nada en su contra. Quería saber qué estaba haciendo aquí y cómo se había enterado de este lugar.
Mis hombres habían estado vigilando el almacén durante estos últimos días y nadie había venido por este camino. Estábamos muy seguros de que, además de los Renegados, éramos las únicas personas que sabían sobre este lugar, pero él apareció aquí de un momento a otro.
“Su majestad”, se inclinó.
“¿Qué haces aquí, Leo?”. Traté de sonar calmado, pero no salió tan bien como me hubiera gustado.
No quería que pensara que sospechaba de él.
“Mi hermano ha hecho algo horrible y ahora se ha escondido”, confesó.
“Ya lo sé. Mi pregunta es cómo encontraste este lugar”.
Crucé las manos frente a mi pecho mientras trataba de tranquilizar a mi bestia, que estaba lista para destrozar a este hijo de p%ta.
Leo bajó su mirada a sus zapatos.
“Diría que fue mi instinto”.
Ya no pude contenerme y lo sujeté del cuello.
“No me digas”, dije con un gruñido.
“No quiero causar problemas. Vine a ayudar, lo prometo”, dijo tembloroso.
“Entonces, dime ¿Dónde está el miserable de tu hermano?”, pregunté con desdén mientras lo levantaba en el aire.
“Escapó. Trató muy mal a esa niña a pesar de que cree que Jayce fue asesinado bajo la orden de alguien más. Estaba desesperado por volcar su ira sobre alguien, pero no le pareció suficiente y quiso hacer algo para dejar algo en claro”, explicó.
Lo solté sin ningún cuidado, aunque todavía no me convencía.
“Su majestad, quiero ayudar. Discutí con él el día que Jayce murió”.
Bueno, recordaba lo que me había dicho la Señorita Hughes, pero el hecho de que él estuviera aquí para hablar no haría ninguna diferencia ni me haría verlo de otra manera.
Parecía asustado, incluso con el grupo de hombres que lo respaldaba.
“Dime más”. Fruncí el ceño.
“Jayce era su hijo favorito”. Soltó una risita.
“Jordan siempre ha sido el rebelde, nunca ha hecho nada bien. Simeon adoraba a Jayce y, por alguna razón, creía que su muerte no era una simple coincidencia. Pensaba que alguien más estaba involucrado”.
Hizo una pausa, pero una mirada seria de mi parte fue suficiente para que continuara hablando.
“Se sentía amargado, y comenzó a maldecir lo desafortunados que son los lobos occidentales y cómo su hijo fue víctima de que no nos hubieran brindado ninguna ayuda. Encontró una manera de arrastrarnos a todos dentro de su conspiración. Sabíamos que estaba sufriendo”.
“El padre de Tiana estaba con nosotros esa noche, pero Simeon lo culpó y comenzó a amenazarlo con hacerle la vida miserable. Le dijo que abandonara la manada o decapitaría a su hija por haber matado a su hijo. Dijo que tenía pruebas de que Tiana lo había asesinado y eso causó una gran discusión”.
“Aldridge iba a tomar a su hija e irse, pero Simeon amenazó con matarlo y exponer su secreto, así que tuvo que irse solo. Me preguntaba cuál era ese secreto hasta hace unos días”.
De un momento a otro, levantó la mirada, pero esta vez tenía un brillo malicioso en sus ojos
“¿Qué secreto?”, Louis preguntó enojado.
Mi hermano me había mantenido calmado todo este tiempo, pero incluso él se estaba quedando sin paciencia.
“Sujétenlo”, les ordené a mis hombres.
Los matones de Leo les bloquearon el paso. Le gruñí, pero no se estremeció como lo habría hecho en cualquier otra ocasión.
“Nos quitaste a Tiana. Ella era el secreto, iba a liberarnos de la desdicha que los lobos occidentales habíamos traído sobre nosotros mismos y me haría recuperar mi posición como el legítimo Alfa de la Manada Eclipse. Ella es una mujer lobo especial y habría sido el sacrificio perfecto para que los seres sobrenaturales hicieran que las regiones occidentales fueran las más fuertes de todas”.
“Su sangre podría habernos dado el control de todo el reino de los hombres lobo, pero ese idiota tuvo que mandarla lejos. Fue estúpido, él sabía que la madre de Tiana no era una mujer lobo normal y que había una posibilidad de que hubiera heredado sus habilidades, pero la odiaba tanto que descartó toda posibilidad de que algo bueno saliera de ella”.
“Yo era el único que era amable con ella, que la trataba como a una persona, ¡yo y nadie más!”, gritó.
“Si yo hubiera sido el Alfa, nunca la habría entregado. Ese trono debería haber sido mío. Mi hijo debería estar heredando mi puesto ahora, pero me hicieron de lado y me nombraron un maldito Beta”.
“Todavía tengo sangre Alfa corriendo por mis venas y todos lo saben, por eso no me arrepiento de haber asesinado a Jayce Walker para frustrar más al miserable de mi hermano”.
Mi bestia ya no podía soportarlo y un fuerte gruñido salió de mi pecho. Me transformé a la velocidad de la luz y Louis hizo lo mismo.
Algunos de los hombres que habían venido con Leo huyeron mientras que otros se quedaron.
Sacó una botella de su bolsillo con las manos temblorosas.
“Menos mal que ya tomé esto para fortalecerme. Jordan fue un tonto por no saber cómo usarlo, pero sé que ya te diste cuenta de lo inteligente que soy”.
Dejé inconscientes a tres de sus hombres frente a él mientras Louis gruñía y rompía el cuello del último a toda velocidad. Leo ya había comenzado a transformarse, pero no iba a darle un respiro.
Intenté sujetarlo, pero su cuerpo estaba resbaladizo.
No se estaba transformando a su forma de lobo normal, sino a una criatura bestial y misteriosa que podía pararse sobre sus dos patas traseras. La figura frente a mí tenía más de tres metros de altura y contaba con cuernos de unos noventa centímetros de largo con garras alargadas en sus catorce dedos, siete en cada mano.
Solo la magia más poderosa podría transformar a un hombre lobo en esta horrible bestia, pero no me asusté. Todavía tenía el poder de controlar algunas formas de la naturaleza. Esta fue una de las razones por las que la magia no había tenido ningún efecto en mí, sin importar su fuente.
Aullé con fuerza, enviando un mensaje a los elementos de la naturaleza que estaban a mí alrededor. No usaría fuerza física para luchar a este ser. Leo podía pensar que tenía oportunidad de debido al tamaño, pero él y todas las demás personas que observaban alrededor estaban a punto de ver que era el Príncipe.
POV: Tiana
“¡Deja de seguirme!”, le grité a Thomas.
Él se estremeció y, aunque pensé que lo había imaginado, sí había reaccionado así. Sin embargo, esto no lo detuvo.
“Debes regresar a la habitación del príncipe Ry..”..
“Ya lo sé! No voy a escapar, así que ¡¿Puedes dejar de seguirme?!”. Exploté y lo interrumpí.
“Me gusta tener mi cabeza sobre mi cuello y el Príncipe Ryder no dudaría en arrancármela si se entera de que te dejé sola”, se quejó.
Apreté los dientes enojada.
Después de que salí del palacio del Rey, no regresé a la casa de Ryder porque quería estar lejos de cualquier cosa que me recordara a él. No obstante, era muy difícil deshacerme de Thomas y estaba desesperada por salir a correr.
Mi loba quería salir a la luz, era lo único que podría calmarme o hacerme sentir un poco mejor, pero una parte de mí sabía que, si me transformaba, el lobo de
Thomas iría detrás de mí y no quería que lo hiciera. Incluso era un milagro que no me hubiera llevado a rastras de vuelta a la habitación de Ryder como lo había hecho la primera vez que intenté salir.
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