El destino de Tiana -
Capítulo 36
Capítulo 36:
POV: Ryder
“¿Cómo pudieron hacerle eso a una niña?”. Disipé mi aura y traté de sonar lo más tranquilo que pude, pero era difícil, maldición.
“No puedes dejar de ayudarlos por lo que te dije”. Agregó en voz baja.
¿A qué le temía con exactitud?
“¿Cómo podría vivir sabiendo que fue mi culpa que murieran más personas?”.
“No tienes la culpa de nada, Tee”. La tranquilicé en voz baja.
“Todo es culpa de ellos. Nunca debieron haber tratado así a una niña pequeña, mucho menos a mi compañera”.
No podía contener mi enojo. Intentó rodear mis brazos con sus dedos, pero solo llegaron casi a la mitad.
“Mira, ya lo superé y ahora nadie puede hacerme daño, pero no puedes dejar de ayudarlos por algo que sucedió en el pasado. Una amiga mía vive en la Manada Eclipse con toda su familia. ¿Qué les pasará cuando ya no estén a salvo?”.
Me quedé en silencio y pregunté: “¿Una amiga?”.
“Si, Layla. Ella fue la única que me trató de manera justa y..”.. Su voz vaciló un poco.
“Y también el Beta Leo”, frunció el ceño.
Algo en la forma en que dijo su nombre me hizo sospechar.
“¿Quién es el tal Beta Leo?”.
“Es el Beta de la Manada Eclipse. Me trataba bien al principio, pero creo que tenía algún otro motivo para ser amable conmigo”, dijo con duda.
“¿Qué motivo?”, pregunté con curiosidad.
Se llevó la palma al rostro y sacudió la cabeza.
“Siento que estoy empeorando la situación”, respondió abatida.
“Te conté sobre mi pasado porque pensé que debías saberlo y porque me preguntaste, pero estás llevando esto demasiado lejos. Permitirás que mueran más personas y más manadas pierdan a sus Alfas por esto”. Dijo todo lo que pensaba.
“Ellos no me importan, Tee. Hicieron algo malo y deben pagar”.
“No estás siendo razonable”.
“Estoy haciendo lo que deberían haber hecho hace doce años, investigar la muerte de Jayce Walker, no aislar a una niña por ello”, dije con un tono serio.
Vi unas lágrimas acumularse en sus ojos y noté que estaba parpadeando rápido para contenerlas. ¿Por qué protegía a las personas que le habían causado tanto daño? ¿Había algo que yo no sabía?
“Si te preocupa tu amiga, puedo traerla a ella y a toda su familia al palacio real. Estarán a salvo con nosotros”.
Lo pensó durante un momento y comenzó a asentir poco a poco.
“Quiero ver a Layla, pero no dejes de ayudarlos, por favor. No podría vivir conmigo misma”.
Suspiré y tiré de ella para abrazarla. Descansó su cabeza en mi pecho y la acaricié con cuidado. Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y respiré su dulce aroma, lo que calmó mis nervios de inmediato.
Podía sentir chispas saliendo de donde se tocaba nuestra piel. Llegaron hasta mi alma y sentí que comenzaba a necesitar más. No sabía cuánto tiempo podría seguir manteniéndome bajo control a su lado. Dormir y despertarme junto a ella era suficiente tortura, sobre todo porque algunas noches podía oler su excitación.
La escuché sollozar y luego se aclaró la garganta.
“¿Vas a contarme sobre Adeline ahora?”. Me quedé helado y en silencio.
No era el mejor momento y dudaba que pudiera hablar de ella todavía.
Se soltó de mi abrazo para mirarme al rostro, pero no le iba a decir nada al respecto porque era demasiado delicado para mí.
POV: Tiana
No hablé con Ryder hasta que regresamos a su casa y él tampoco hizo ningún esfuerzo por iniciar una conversación.
Para ser honesta, no sabía cómo sentirme. Cada vez que creía que estábamos progresando, chocábamos contra un muro y terminábamos de nuevo en el punto de partida.
Me había abierto a él, le había contado todo sobre mi pasado y, cuando le pregunté por su antigua compañera, solo me recompensó con su silencio.
No le había contado sobre mi vida porque quería que retirara la ayuda a los lobos occidentales, era lo último que hubiera querido. Me había llevado a un lugar muy agradable y sentí que por fin estábamos comenzando a conectarnos.
Pensé que, después de tanto, había comenzado a esforzarse, pero me había equivocado. Siempre sería un idiota arrogante y egocéntrico. Nunca se abriría ante mí y nunca me hablaría sobre Adeline.
Deseaba que Elsie me contara sobre ella, pero insistía en que era algo que él mismo tenía que decirme porque así era como se suponía que debía ser. Me sentía tan enojada con el Príncipe en este momento que solo podía pensar en cómo alejarme de él durante los siguientes días.
Me parecía que me estaba sintiendo demasiada cómoda a su lado y que él no me está pagando de la misma manera. No sería bueno para mí sí me abro por completo y él me negaba lo mismo.
Cuando llegamos a su casa, vi a Susan en la entrada, esperando paciente por nosotros con el ceño fruncido. Era como un recordatorio de que el Príncipe Alfa nunca sería mío. ¿Por qué diablos seguía aquí? Le había dicho a Ryder que no la quería cerca, pero aquí estaba, mirándome como si acabara de robarle algo que le pertenecía.
Para mi sorpresa, Ryder no bajó del coche. Me dijo que tenía algunos asuntos pendientes que terminar en el palacio y que me vería en unos minutos. Luego me recomendó que evitara tener una conversación con Susan.
Thomas volvió a pisarme los talones en cuanto bajé. ¿Qué clase de hombre era este? Quería gritar a todo pulmón, pero no dije ni una sola palabra mientras Thomas me acompañaba a la casa.
“Oye, ¿Puedo hablar contigo?”, preguntó Susan con una voz amistosa.
No confiaba en su tono porque no tenía ningún motivo para ser mi amiga. Sin embargo, me iba a quedar sola en la habitación de Ryder, lo que podía ser aburrido.
Además, era posible que supiera algo sobre Adeline y me contara al respecto. Mi compañero me había dicho que evitara tener una conversación con ella, pero en este momento, tenía muchas ganas de desobedecerlo.
“¿De qué quieres hablar?”, pregunté.
Thomas se quedó en la entrada para esperarme, aunque hubiera preferido que se fuera porque no quería que escuchara nuestra conversación, solo en caso de que planeara contárselo a Ryder.
“Por favor, siéntate”. Dio un golpecito en la silla junto a ella, pero no me inmuté, solo me quedé de pie y la miré fijo.
Cuando vio que no me movería, se encogió de hombros y se recostó en su silla.
“Sabes que no soy tu enemiga, Tiana”. Se quedó mirando sus uñas muy bien cuidadas y me imaginé a mí misma arrancándoselas con fuerza.
“Soy una mujer como tú y no quiero causar ningún daño, pero debes entender que Ryder y yo tenemos mucha historia juntos”.
Me reí con burla.
“No me importa. Él es mi compañero y eso supera cualquier cosa que hayan tenido en el pasado”.
Se rio.
“Pero te equivocas, Tiana. Si fueras su compañera y él quisiera algo serio contigo, créeme, ya te habría marcado”.
Me congelé ante sus palabras porque tenía algo de razón. Nunca había pensado en que Ryder me marcara y nunca habíamos hablado al respecto.
Era sabido que los Alfas eran muy territoriales y les gustaba marcar su territorio.
No obstante, Ryder nunca había dicho nada que me diera a entender que quisiera algo real conmigo. Aunque no le había dado importancia durante los primeros días, se volvía cada vez más evidente que tal vez nunca llevaría su marca.
Tal y como había sugerido su padre, me mantendría a su lado y se casaría con alguien de sangre real, Después de todo, era su compañera y su lobo me necesitaba para ser más fuerte.
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