El destino de Tiana -
Capítulo 37
Capítulo 37:
POV: Tiana
Susan se dio cuenta de que me había afectado y se rio. Era un sonido molesto para mis oídos, como uñas contra una pizarra. Ella tenía sangre real en sus venas, así que era más fuerte que yo sin duda alguna.
Era imposible que un príncipe Alfa dejara a una mujer como ella para estar conmigo.
“¿Alguna vez te preguntaste qué pasó con Adeline?”, me preguntó y esto me llamó la atención.
Había pasado mucho tiempo pensando en las distintas cosas que podrían haber salido mal entre Ryder y su primera compañera, y por qué este tema siempre era tan delicado para él.
Estaba segura de que ya había superado a Jordan: de lo contrario, no habría hablado sobre él con Ryder.
Sin embargo, parecía que Ryder todavía estaba enamorado de su antigua compañera. Me preocupaba más por Adeline que por Susan.
Elsie me había dicho que su hermano había dejado que se acercara a él solo para ponerme celosa. Además, sabía que, si la deseara más que a mí, ella habría terminado en su cama y no yo.
Tenía tantas dudas y no sabía qué creer ni qué pensar.
“¿Qué pasó con ella?”, respondí.
Susan me miró con los ojos abiertos de par en par.
“¿Quieres decir que no te lo dijo?”, preguntó con un tono dramático y la miré fijo, pero mi expresión solo la hizo reír.
“No me sorprende. Ryder no se abriría a una extraña, sea su compañera o no, sobre todo porque sigue enamorado de Adeline”.
Apreté los dientes y tensé los dedos a mi lado.
Esto parecía suceder con más frecuencia que antes, sentía la necesidad de golpear a alguien y el rostro de esta p%rra parecía el saco de boxeo perfecto.
“¿Qué quieres decir?”.
Soltó otra risita.
“No me mires así, lobita. ¿Cuántos años tienes?, ¿Diecisiete?, ¿Dieciocho? A Ryder le gustan maduras, no quiere una maldita adolescente”. Sonrió.
“De todos modos, no te pareces en nada a Adeline, así que nunca le gustarás, al menos como le gusta ella”. Resopló.
“No te dejes engañar solo porque te llevó a una cita. Nunca te permitiría salir del palacio por tu cuenta porque no eres más que su títere. Ayer, cuando lo hiciste enojar y se fue en su forma de bestia, yo fui tras él para consolarlo”.
“Verás, ese es el tipo de mujer que quiere, una como yo, que le haga sentir paz entre todo el trabajo que tiene que hacer como el Príncipe Alfa, no alguien que le causará más problemas”. Sonrió con malicia.
Era mi turno de defenderme.
“Si quisiera la marca de Ryder, ya la tendría. No me importa si estuviste con él anoche o lo que hicieron, sigo siendo su compañera y lo que tenemos es algo que nunca podrás entender”.
“Oh, pero ¿Adeline no era también su compañera?, ¿Dónde está ahora?”. Dijo.
“El Príncipe Ryder no te pertenece, al igual que Adeline tampoco le pertenecía a él, y no pasará mucho tiempo antes de que te eche por esas puertas”. Señaló en dirección a las puertas por las que acabábamos de llegar.
“Así que, si fuera tú, empacaría mis cosas y me iría con lo que me queda de dignidad..”..
Se detuvo a mitad de su oración, me miró y una sonrisa se dibujó en sus labios.
“Madre mía, ni siquiera te ha tocado, ¿Verdad?”.
No respondí a su pregunta, lo que solo la hizo reír más fuerte.
“Ni siquiera lo atraes en lo se%ual”. Se acercó a mí y bajó la voz a un susurro.
“Espero que sepas que Ryder tiene un deseo se%ual muy alto. La primera vez que me vio, ay..”..
Aleteó las pestañas con una mirada soñadora.
“Me devoró como una bestia hambrienta. Es una noche que nunca podré olvidar, así que, si no te ha tocado hasta ahora, es porque no despiertas sus ansias se%uales”.
Mis mejillas se pusieron rojas de ira y ya no pude contenerme. Levanté mis puños y golpeé su rostro con tanta fuerza que me dolieron los nudillos.
“¡Ay!” chilló.
“¡P%rra!”.
Me cogió del cabello y tiró, pero apenas pude sentir un poco de dolor y le di otro golpe en el rostro con mi codo. Su nariz comenzó a sangrar. Todo sucedió muy rápido y lo siguiente que supe fue que Thomas se colocó entre nosotras y me alejó de ella.
“¡P%rra! ¡Te arrepentirás! ¡Haré que te arrepientas!”, gritó mientras Thomas me cargaba escaleras arriba hasta la habitación de Ryder.
Estaba furiosa, caminando de un lado a otro dentro de la habitación. Seguía muy enojada con Susan y abrumada por lo que acababa de enterarme.
Ryder todavía estaba enamorado de Adeline. Esto explicaba por qué no me había marcado. El hijo de p%ta solo me estaba usando.
Odiaba a Susan, pero sabía que tenía la razón.
Ryder era un Príncipe Alfa. Había presenciado lo dominante y posesivo que podía ser, pero un hombre como él ya me habría marcado, a menos que todavía estuviera enamorado de su antigua compañera.
Ahora, tenía sentido por qué este tema siempre era tan delicado para él y por qué no hablaba de ella, incluso después de que yo le hubiera contado todo sobre mi.
Había presenciado lo mucho que lo afectó lo que le había dicho y lo que había hecho a continuación sin siquiera pestañear.
No podía negar que me preocupaban los lobos occidentales, pero mi intención no había sido empeorar las cosas para ellos. Imaginaba cómo les afectaría saber que la realeza ya no los iba a proteger.
Ryder había dicho que quería investigar la muerte de Jayce, pero no veía cómo esto beneficiará al caso. Elsie también creía que Jayce pudo haber sido asesinado a propósito, pero
¿Cómo podría estar relacionado con lo que estaba pasando ahora? Eso había sucedido hace casi trece años.
En este momento, no quería estar aquí ni cerca de Ryder, ni siquiera del palacio real.
Necesitaba un tiempo lejos de él, por mucho que me encantara su dulce aroma presente en toda la habitación, hubiera preferido no dormir aquí esta noche. Además, no quería ver a Ryder todavía, no después de lo que acababa de enterarme.
Si Thomas no hubiera estado ahí, la pelea con Susan podría haber empeorado.
Debía admitir que, para alguien que apenas participaba en enfrentamientos físicos, estaba un poco sorprendida por lo rápido que yo había reaccionado y de que Susan ni siquiera hubiera podido lanzar un solo puñetazo. Nunca me habría creído capaz de pelear contra nadie.
Cuando estaba en la Manada Eclipse, evitaba todas las formas de peleas y confrontaciones físicas porque siempre había sentido que todos eran más fuertes que yo, y no tenía ninguna posibilidad contra ellos.
Sin embargo, parecía que era capaz de muchas cosas que quizás nunca habría descubierto si me hubiera quedado encerrada en esta habitación.
Ryder tal vez sabía dónde estaba Adeline e incluso podría haber ido con ella a mis espaldas algunas de esas noches en las que me había dicho que tenía que trabajar. En un minuto, creía que se preocupaba por mí, pero al siguiente, pasaba algo que me demostraba lo contrario.
Esa cena no significó nada. Había obtenido información de mí, pero no me había revelado nada sobre él.
Todavía quería golpear algo y comencé a pensar en la mejor manera de escapar de esta casa, Sería casi imposible, a menos que tuviera ayuda.
Saqué mi móvil de mi bolso y me dispuse a llamar a Layla cuando, de repente, escuché que el pomo de la puerta comenzó a girar. Sabía que no era Ryder, de lo contrario, mi loba se habría emocionado, así que me di la vuelta poco a poco.
Elsie entró y supo que algo andaba mal en cuanto me vio. Frunció los labios y sus rasgos se suavizaron.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar