El destino de Tiana
Capítulo 31

Capítulo 31:

POV: Tiana

¡Maldición! Era demasiado lindo. Al principio, había memorizado un discurso para nuestra conversación, pero ahora me había quedado sin palabras mientras lo miraba. ¿De qué teníamos que hablar? ¡¡Ah!!

Su largo cabello rubio estaba despeinado con algunos mechones cayendo sobre su frente y sus ojos verdes estaban clavados en los míos. Tuve que apartar la mirada porque no confiaba en cuánto tiempo podía mirarlo a los ojos sin sonrojarme.

De por sí, parecía celosa de que estuviera con otra mujer, así que no le iba a dar más motivos para sentirse satisfecho.

Levantó las cejas de nuevo, cruzó los brazos frente a su pecho y comenzó a golpear el suelo con su pie derecho con impaciencia.

Entonces, me aclaré la garganta.

“Si ya tienes una amante y disfrutan tanto la compañía del otro, ¿Por qué me tienes aquí?”.

No era lo que había planeado decir, pero fue lo que pude pensar en este momento.

“¿A qué te refieres?”. Dio un paso más cerca de mí.

Cerré los ojos por un segundo para aclarar mi mente. Nunca podía pensar con claridad cuando estaba tan cerca de él.

“Sabes a lo que me refiero”, respondí con un poco de rudeza.

“Me mantienes encerrada aquí y no quieres que haga amigos ni que interactúe con otros como yo..”..

“No hay nadie como tú”. Me interrumpió, dando otro paso más cerca de mí hasta que no quedó ningún espacio entre nosotros y su olor era lo único que podía percibir.

Me tocó las mejillas con delicadeza, y me tomó todo mi autocontrol alejarme de su toque porque deseaba esto y más.

¡Maldita sea! ¿Por qué no podía controlarme cuando estaba cerca de él?

“Parece que olvidaste que eres mía, Tee. No eres como los demás porque tú eres mi compañera”, dijo con autoridad y esta posesividad tan evidente en su voz que me excitaba.

Vi unos brillos dorados que iluminaban sus ojos y contuve la respiración.

“¡Entonces, debes comenzar a tratarme como tu compañera!”, exclamé con firmeza.

Me mostró la misma sonrisa arrogante en sus labios.

“Tú debes comenzar a actuar como mi compañera”.

Cerró el espacio entre nosotros de nuevo y lo miré sin pestañear tanto tiempo como pude, que no fue mucho.

“Tienes otra mujer contigo, no quiero verla aquí”, reclamé y él respondió con una linda risa.

“Oh, me gusta esta parte de ti. Tal vez ella debería venir más a menudo”.

“¿No te importan mis sentimientos en absoluto?”

Suspiré.

“¿Tus sentimientos? Háblame de eso”.

Su sonrisa se amplió y deseé poder deshacer lo que había dicho. Acababa de confesarle que sentía algo por él. Estaba de pie frente a mí con una sonrisa de satisfacción.

“¿Sabes qué? Olvidémoslo. No me importas tú ni ninguna mujer que traigas a tu casa”. Comencé a alejarme, pero me tomó del brazo antes de que diera el segundo paso.

“No me dejes hablando solo, Tee”, dijo con un tono brusco.

Lo empujé por el pecho y liberé mi mano de su agarre.

“¡Déjame en paz! ¡Maldición!”, grité.

“Quiero regresar al lugar de donde vine y no volver a verte nunca más”.

“¿Para que puedas volver con tu novio?”, preguntó con el mismo tono.

Podía sentir su ira presionándome.

“¿Quieres volver con Jordan?”

“¡Sí!”, respondí con un grito.

En realidad, era lo último que hubiera querido, pero me estaba presionando demasiado.

No quería a Jordan ni volver a la Manada Eclipse, pero si Ryder no iba a dejar de ponerme celosa, yo también podía devolverle el favor, así tendría una dosis de su propia medicina.

Sus rasgos se endurecieron y pude sentir su poder emanando de él de nuevo. En cualquier otra ocasión, habría apartado la mirada, pero no me inmuté.

Mi loba se estaba volviendo más fuerte, podía sentir su propia ira y sabía que no pasaría mucho tiempo antes de que estuviera lista para nuestra primera transformación.

Ryder frotó sus sienes con sus dedos

“¿Entonces todavía sientes algo por él?”, preguntó, apretando los dientes.

“Al menos no es tan arrogante..”..

Un fuerte gruñido brotó de su pecho, fue tan estruendoso que llevé mis manos a la altura de mi corazón porque no lo había visto venir, comenzó a transformarse en su lobo mientras lo miraba atónita e incrédula.

Retrocedí muchos pasos para dejar que se transformara por completo y cuando vi a su lobo, casi me desmaye.

Era tan grande como tres lobos Alfa juntos. Su pelaje era del negro más brillante que debía existir, sus caninos eran los más largos y afilados que había visto.

Su bestia era aterradoras sus ojos eran rojos, como si estuvieran en llamas. El aulló fuerte y todo se quedó en silencio, incluso los pájaros en el aire parecían obedecer su orden.

Sabía que había cruzado la línea al enfadarlo tanto que incluso se transformó justo en medio de nuestra conversación.

Su bestia estaba ansiosa y debería haberme asustado por su tamaño, pero no era así. Sentí el impulso de pasar mis dedos entre su pelaje para saber cómo se sentía. Estaba maravillada. Así era como lucía el lobo de un Rey Alfa, era increíble.

Di un paso más cerca, luego otro y, cuando estaba a mi alcance, enterré mis manos en su pelaje. Él seguía enojado, pero estaba más abrumada al ver al lobo de un Príncipe Alfa que preocupada por su ira.

De repente, aulló de nuevo y se alejó corriendo a toda velocidad, levantando aire y polvo en su camino. Cerré los ojos cuando la ráfaga de viento pasó zumbando a mi lado, pero ya se había ido antes de que el polvo se asentara.

Escuché su aullido de nuevo mientras se iba y mi corazón casi se me salió del pecho.

No aparté la mirada hasta que escuché unos pasos detrás de mí y giré en dirección al sonido. Elsie me estaba mirando preocupada y sacudió a cabeza.

“Sí que lo hiciste enfurecer esta vez”, comentó y me secó las lágrimas que calan de mis ojos.

Noté que Susan estaba detrás de nosotras, mirándome con una pequeña sonrisa en su rostro. De seguro esto la hacía sentir complacida. Que idiota.

No había comido está noche porque Ryder no había regresado y tampoco podía dormir. Ya era medianoche y no había dormido nada. Estaba muy preocupada, sabía que me había excedido esta vez. No debería haber dicho que sentía algo por Jordan solo para vengarme de él.

La Diosa de la Luna sabía que no le había dicho que quería hablar con él para tener una discusión, quería que conversáramos, que me contara sobre su antigua compañera y lo que tenía con Susan ahora.

¡Demonios!

Estaba desesperada por saber qué quería hacer conmigo. Después de todo, su padre no me quería y él mismo no había dicho nada que diera a entender que me quería de verdad. Sin embargo, cuando lo vi, dije cosas que no había planeado decir.

Me dije a mí misma que era su culpa. Si no hubiera sido tan arrogante, no habríamos tenido esa discusión, pero solo me estaba engañando.

Había hecho todo lo que Elsie me había advertido que no hiciera. En este momento, solo esperaba que estuviera a salvo. Había visto a su bestia y estaba segura de que podía cuidarse solo. Un lobo tan grande como ese podría acabar con todo un ejército, pero esto no evitaba que me preocupara.

Di vueltas y vueltas sin parar en la cama, pero no podía conciliar el sueño. La posibilidad de que hubiera regresado con su amante cruzó por mi mente.

“Contrólate”. Escuché una vocecita dentro de mi cabeza y me senté erguida de inmediato.

Era mi loba, me acababa de hablar.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar