El destino de Tiana
Capítulo 21

Capítulo 21:

POV: Tiana

Después de todo, me había hecho saber que yo no era la única mujer en la vida del Príncipe. Hasta ahora, todo estaba bien.

No había conocido a ninguna otra mujer que hubiera cuestionado mi presencia en la habitación del Príncipe. Ni siquiera quería saber sobre sus otras mujeres. En este momento, solo quería que esta cena terminara de una vez.

«Por cierto, dudo que nada de lo que hagas pueda complacer a mi papá», comentó Elsie.

Estas palabras fueron suficientes para llamar mi atención.

«¿Qué?», pregunté.

«No me estabas escuchando». Hizo un puchero.

«Lo siento. Elsie. Me distraje por un minuto», respondí y ella se encogió de hombros.

«Por más de un minuto”, me acusó.

«En fin, dije que nada de lo que hagas podría complacer a mi papá. Incluso si lo logras, él no lo va a demostrar. Es un Rey Alfa autoritario, pero es un buen padre y un gran rey”.

No tienes que preocuparte de que te haga muchas preguntas porque lo más probable es que lo haga

También puede que diga algunas palabras de desaprobación, pero así es el, no hay nada de malo contigo.

Comencé a sentir un poco la piel de gallina, me sentía agradecida de que me estuve diciendo esto, pero me estaba haciendo tener más miedo de conocer al rey hombre lobo.

Estaba acostumbrada a los comentarios desdeñosos y a que me hablaran mal en la Manada Eclipse, pero quería impresionar al rey cueste lo que cueste. No sabía por qué me sentía tan desesperada por agradarle y tenerlo de mi lado.

«Suena aterrador», forcé una sonrisa falsa.

«No te diré que no, pero, si pudiste enfrentarte a Ryder, entonces podrás acostumbrarte a mi padre», dijo.

Luego miró su reloj de pulsera y dejó escapar un pequeño grito ahogado.

«¡Ah! Falta una hora para la cena. Deberías comenzar a prepararte ahora. Tenemos que estar en la mesa antes que mi padre. No tolera la tardanza, sobre todo cuando tiene que ver con llenar su estómago», comentó y se puso de pie de un salto.

«Te dejaré para que te prepares. Ryder llegará en cualquier momento», agregó a toda prisa, como si no quisiera que su hermano la encontrara en su habitación.

Recordé que la había amenazado con prohibirle la entrada a su casa, pero esperaba que no fuera en serio.

Asentí y le agradecí, pero ella solo me sonrió.

«Se siente bien tener una chica cerca. Muchas veces deseé tener una hermana o incluso una mejor amiga que pudiera tratar como mi hermana. Sin embargo, nunca he tenido suerte con mis amigos y hay muchas cosas que no puedo compartir con mis hermanos porque no me entenderían. Sin contar que la mayoría de las otras chicas de este lugar no tienen ni la mitad de cerebro que tú», dijo.

Le sonreí.

Sabía que había sido un cumplido, pero me sentía mal por ella porque entendía que podía ser difícil para las mujeres de su nivel hacer amigas de verdad.

Cuando se fue, me metí en la ducha, y me quedé mucho tiempo dentro, dándome un poco de ánimo y tratando de aclarar mi mente.

No me percate de cuánto tiempo había estado en el baño hasta que escuché que la puerta de la habitación se abrió y se cerró con fuerza. Entonces, cerré los ojos y contuve el impulso de maldecir,

Recordé que Elsie me había dicho que me acostumbrara a comer en la mesa real, pero en este momento, me parecía imposible llegar a acostumbrarme.

El rey se sentó en la cabeza de la mesa, analizándome y observándome como a una sanguijuela a la que le hubiera gustado acabar con su vida.

Su presencia dominante y su mirada penetrante me dieron ganas de salir corriendo del comedor para nunca más ser vista.

No fue tan malo al principio cuando no respondió a mi saludo porque Elsie ya me habia dicho que no esperara una respuesta de su parte.

A su derecha, estaba el Príncipe Louis y, frente a él, se encontraba el Príncipe Ryder. Yo estaba sentada a su lado y, frente a mí, estaba la princesa Elsie, que de vez en cuando lanzaba miradas de disculpa en mi dirección.

Junto a ella, había un hombre de cabello oscuro que se había presentado como el Beta de Adrian y Ryder. Fue amistoso conmigo y me agradó de inmediato porque no era tan aterrador como el otro Príncipe en la mesa.

Una larga fila de nobles y miembros de la realeza también nos acompañaban. Había visto a algunos de ellos y a otros no, pero mi presencia no parecía molestarlos. Solo una persona me miraba como si me fuera a comer si tuviera la oportunidad, el Rey.

Tal vez Elsie me había advertido sobre su hostilidad y naturaleza poco impresionable, pero verlo en persona era más difícil que solo escuchar al respecto.

También era consciente de que el Príncipe Ryder observaba enojado a su padre en mi defensa, era amable de su parte, pero no me hacía sentir mejor.

No estaba lista para conocer al rey y quizás nunca lo estaría, pero no podía desobedecer al Príncipe Ryder.

Además, según Elsie, lo habría conocido algún día. No sabía por qué estaba tan segura.

Traté de concentrarme en mi comida, pero cada cucharada me hacía sentir náuseas. Los platos eran excelentes, pero no tenía apetito y mi corazón latía hasta mis oídos. El Príncipe Ryder había hecho las presentaciones muy rápido.

Cualquiera se hubiera dado cuenta de que se estaban diciendo mucho entre ellos sin tener que decir una sola palabra.

Ambos príncipes se parecían mucho a su padre, pero Ryder era el que tenía sus ojos verdes. Supuse que Louis y Elsie hablan sacado el color de ojos de su madre.

La reina había fallecido muchos años atrás y el rey se negaba a volver a casarse a pesar de lo mucho que el consejo había tratado de convencerlo de que buscara una Luna y una reina. Todos sabían del amor que sentía por su esposa.

Su lealtad y dedicación hacia ella eran pocas de las muchas razones por las que se negaba a volver a casarse.

«¿Quiénes son tus padres?», me preguntó el rey de repente. Hubiera preferido que permaneciera en silencio antes que hacerme esta pregunta.

Me aclaré la garganta para responder. No era un tema del que me agradaba hablar. Me gustaba que nadie se hubiera entrometido en mi pasado desde que habia llegado a este lugar, pero no podía evitar una pregunta directa del Rey Alfa.

Sentí que Ryder puso la palma de su mano sobre mi rodilla por debajo de la mesa como si quisiera tranquilizarme y me sonroje al instante.

A pesar de la situación en la que me encontraba, mi reacción ante él fue instantánea e incontrolable. De verdad no esperaba que me defendiera o tratara de calmar mis nervios.

Lo miré y forcé una sonrisa antes de mirar a su padre.

«Mi papá se llama Williams Aldridge. Se fue cuando tenía seis años y nunca conocí a mi mama», respondí con todo el valor que pude reunir para no tartamudear.

«¿Así que no eres nadie?». Hizo un comentario muy grosero y Ryder frunció el ceño al instante.

«¡Padre!». Resopló y ambos intercambiaron miradas desafiantes por un momento hasta que el rey gruñó.

«Querías que conociera a tu compañera». Dibujó comillas en el aire.

«¿Qué esperabas? ¿Que no querría intercambiar una palabra o dos con ella? Es nuestra propiedad, Ryder, y hasta que demuestre lo contrario..”..

«¡Ella no es tu propiedad, padre, y no permitiré que te refieras a ella de esa manera!». Ryder me defendió.

Miré al rey y luego a su hijo, sorprendida de cuánto le habían afectado las palabras de su padre. Habría pensado que apoyaría a su padre con sus calumnias, pero resultó todo lo contrario.

«Es obvio que no está a tu altura y lo sabes».

Su padre no se retractó.

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